Orlando Viera-Blanco 19 de enero de 2022
@ovierablanco
El
Centro de Estudios Internacionales (CEIUC) lanza la segunda edición del
índice Riesgo Político América Latina, presentado por sus editores
María Paz Fernández, Jorge Sahd K., Daniel Zovatto, Diego Rojas.
Vale
la pena rescatar algunos datos que evidencian el deterioro galopante de la
democracia en Latam, clima seguro para los autoritarismos y alianzas con China
y Rusia.
Covid-19, pobreza, desigualdad y control social
Alerta
el reporte que “la pandemia [Covid-19] registró un tercio de las muertes en el
hemisferio. Destruyó más de 20 millones de empleos, los niveles de informalidad
laboral se dispararon, la desigualdad aumentó y la pobreza se empinó cerca de
un tercio de Latinoamérica”. Gobiernos se han servido [Covid-19] para
concentrar mayor poder y control.
Latinobarómetro
advierte que “51% de los latinoamericanos toleraría un gobierno no democrático
si resuelve sus problemas”. Las RRSS emergen como catalizador de
demandas que el Estado no es capaz de atender a la velocidad que se denuncian.
Según Americas Barometer (2018/2019) quienes usan más las redes en
América Latina apoyan la democracia y son más tolerantes, pero al mismo tiempo
registran menos confianza a las instituciones políticas y medios de
comunicación tradicionales.
La
desinformación e incapacidad en políticas públicas sube los niveles
de incertidumbre, volatilidad, riesgo político y polarización. El
populismo, el sentimiento anti-élite y el nativismo xenofóbico, galopan por las
venas abiertas del continente. Actores autoritarios como Rusia y China, se han
montado en campañas de desinformación en el hemisferio. Estaciones televisivas
estatales desprestigian el sistema democrático para lograr el posicionamiento
de imagen comercial de China (Global Americans 2021). Todo apunta al ciclo
electoral iniciado en 2021 que tendrá importantes elecciones presidenciales
para 2022: Costa Rica [febrero], Colombia [mayo], Brasil [octubre], y Chile
[Plebiscito por fijar]. La polarización extrema es la orden del día, terreno en
el que campea la lucha de clases y la violencia.
Fin de
la tercera ola democrática e inicio de la roja
Hace
40 años se inició un proceso de reconversión democrática en Latinoamérica
[salvo Cuba]. El estudio in comento concluye que vamos en franco
retroceso democrático a nivel global. Según el índice de Democracia del The
Economist Intelligence Unit 2020 en Latam, además de las tres
dictaduras consolidadas—Cuba, Venezuela y Nicaragua—se califican como regímenes
híbridos: Honduras, El Salvador, Bolivia y Guatemala.
En la
otra encuesta [IPSOS Global Advisor/agosto 2021], cinco de las principales
economías de América Latina—Chile, Colombia, Perú, Brasil, Argentina—están
entre los 8 países que lideran el índice de populismo mundial. Esto evidencia
que no ha emergido un pensamiento liberal, representativo, censitario, ilustrado,
unido, organizado de contraste al Foro de Sao Paulo.
El
cambio climático, la deforestación, la minería irresponsable, el agotamiento de
las reservas de agua y el aumento de nivel del mar, pintan un panorama de mayor
ruralización, pobreza y caos. “América Latina concentra el 31% de reserva de
agua dulce del mundo. Sin embargo, Chile y México han consumido más del 60% de
sus reservas, Perú y Venezuela el 40% y Bolivia y Argentina más del 20%,
mientras 40 millones de personas en la región carecen de acceso al agua
potable”.
El FMI
estima una caída histórica del 7.0 del PIB y la CEPAL cuenta 22 millones de
nuevos pobres o un 33.7% de la población en LATAM. Se perdieron 47 millones de
empleos respecto al 2019. Este panorama corroe la confianza en la democracia, y
los jóvenes-los más afectados-, eligen el camino de la protesta violenta para
expresar sus frustraciones. A ello se une un patrón
migratorio intrarregional [movimientos hacia países de la región] en
su mayoría a Argentina, Chile y Brasil. El impacto social, xenofóbico,
criminal, fragmentario es sin precedentes.
El
tráfico de drogas en Latinoamérica es incontenible. Indica el reporte que
“según cifras de la Oficina de Control de Drogas de EE.UU. (ONDCP), en 2020 las
hectáreas cultivadas y la producción de cocaína [Colombia], alcanzaron
cifras récord de 245.000 hectáreas y 1.010 toneladas métricas. Un aumento del
15% en los cultivos respecto del 2019” […] La corrupción también galopa
impunemente. Según Transparencia Internacional, América Latina es un polo de
mala gestión de fondos, y la Organización Internacional del Trabajo
(OIT) alerta que “países como Honduras, Bolivia, Guatemala y Perú poseen entre
80 y 70% de informalidad”. Es el escenario ideal de miseria, devastación y
desesperanza que favorece el método Gramsciano de despojo cultural,
intervención y control colectivo a través del populismo, la justicia
revolucionaria y el estado comunal.
Polarización
La
consecuencia del deterioro económico, social y urbano de Latam es la
polarización extrema. La caída de inversión extranjera a US $105.480
millones [-37%], favorece la entrada de China y Rusia en la región. La
disrupción de las cadenas globales por la pandemia recoloca el comercio con
China que ha crecido en el hemisferio 26 veces entre el 2000 y 2020. Y
duplicará al 2035 a más de US $700 mil millones. EEUU y Canadá pierden la
batalla como principal socio comercial al menos en nueve de doce países de Sudamérica
[a excepción de Paraguay, Ecuador y Colombia].
Mientras
el foro de Sao Paulo, Cuba y sus alianzas van por libre, el ascenso chino y
ruso, la ideología clientelar, polarizante y populista de Cuba, mina y
secuestra el continente. La democracia agoniza en Latinoamérica sin que se
avizore un movimiento real de rescate, promoción e impulso de la democracia
liberal clásica.
Orlando
Viera-Blanco
@ovierablanco
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