Katherine Lancheros 29 de octubre de 2024
Yván
Gil respaldó la reelección del dictador Nicolás Maduro, mientras que el
diplomático colombiano afirmó que el Gobierno Petro se mantiene en su posición
de esperar la presentación de las actas de votación del país vecino
Debido a la celebración de la COP16 en Cali, el canciller colombiano, Luis Gilberto Murillo, se reunió el lunes 28 de octubre con su homólogo venezolano, Yván Gil, representante del régimen de Nicolás Maduro. Este encuentro se desarrolló en un contexto marcado por la persistente crisis política en Venezuela, que continúa generando tensiones en la región y afectando las relaciones bilaterales entre Colombia y su vecino del norte; en particular, se pone de manifiesto la controversia en torno a las denuncias de fraude electoral que surgieron tras los comicios del 28 de julio, donde se proclamó como ganador al dictador Nicolás Maduro.
Ambos
cancilleres ya habían mantenido un encuentro en septiembre durante la Asamblea
General de las Naciones Unidas, donde discutieron aspectos clave de la relación
bilateral, como la crisis política en Venezuela y la apertura de nuevos
consulados en el país vecino. En esta ocasión, sin embargo, el foco principal
fue la biodiversidad y las estrategias de protección medioambiental que ambas
naciones podrían implementar en conjunto.
Tras
su reunión, Yván Gil se dirigió a la prensa colombiana para abordar el panorama
político actual en Venezuela. En sus declaraciones, el
canciller venezolano defendió la legitimidad de las elecciones en su país, al
afirmar que Nicolás Maduro había sido reelegido “democráticamente”. El
diplomático del régimen expresó que “el pueblo venezolano habló, el Consejo
Nacional Electoral emitió su pronunciamiento”, al enfatizar que la cuestión de
la reelección es “página pasada”.
El
canciller venezolano también descalificó la figura de María Corina Machado,
lideresa opositora, al afirmar que “María Corina es la nada”, al
sugerir que la respuesta del electorado había sido clara en favor de Maduro.
“El único que puede reconocer las elecciones es el pueblo de Venezuela, que ya
lo hizo”, añadió Gil, al destacar que “hoy se cumplen tres meses de esa
fabulosa elección”.
Por su
parte, el Gobierno colombiano, a través de Murillo, mantuvo una postura
cautelosa y distante en relación con la situación política venezolana. En su
respuesta a las declaraciones de Gil, el canciller reiteró que la posición de
Colombia no ha cambiado: “Nosotros mantenemos la misma posición de que
no hemos reconocido la legitimidad de las elecciones hasta que se presenten las
actas de votación”.
El canciller
Luis Gilberto Murillo destacó que la colaboración con Brasil y México en este
contexto es esencial y que, en respeto a la autonomía venezolana, era
fundamental que el proceso electoral sea transparente y respaldado por la
evidencia correspondiente.
Esta
declaración de Murillo reflejó una estrategia diplomática en la que Colombia
busca equilibrar la necesidad de cooperación en temas medioambientales y de
desarrollo con la exigencia de un reconocimiento claro y transparente de los
procesos democráticos en el país vecino, no sin estar lejos del debate.
Las
conversaciones en la COP16, aunque centradas en la biodiversidad, evidencian
las complejas dinámicas políticas que aún persisten entre ambos países. La
voluntad de ambos gobiernos de encontrar puntos en común para la protección del
medio ambiente podría verse afectada por la falta de consenso sobre la
legitimidad de las elecciones en Venezuela, un tema que sigue siendo un punto
de fricción en la agenda bilateral.
Lideresa
opositora mostró las actas de votación de Venezuela en el Senado
Cabe
destacar que, pese a las palabras de Murillo sobre las actas de votación de
Venezuela, en una pasada intervención ante el Senado de Colombia, María Corina
Machado pidió a la comunidad internacional y al Gobierno del presidente Gustavo
Petro que adopten una postura firme frente al “régimen dictatorial” de
Venezuela. “Es momento de definiciones, el silencio ya no es una opción”,
declaró, cuestionando la neutralidad de Petro, que se comprometió a respaldar
la “democracia”, sin tomar partido ante los resultados electorales.
En el
Congreso, la política presentó actas de votación que, según afirmó, prueban que
el verdadero ganador de los comicios fue Edmundo González, y no Nicolás Maduro,
que fue proclamado por el Consejo Nacional Electoral (CNE) como vencedor.
Machado
resaltó la importancia de una postura clara de Colombia, al afirmar que la
situación en Venezuela afecta directamente la estabilidad de su vecino. “Para
Colombia, la libertad de Venezuela es también existencial”, expresó,
argumentando que una transición democrática podría no solo reducir la
migración, sino también motivar el retorno de millones de venezolanos.
No
obstante, el presidente Petro ha mantenido, al parecer, una relación cordial
con Maduro, lo cual, según muchos, equivale a darle la espalda al pueblo
venezolano.
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