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miércoles, 3 de octubre de 2012

CUENTEN LOS VOTOS



Escrito por Enrique Pereira Martes, 02 de Octubre de 2012
@pereiralibre

Quiero que me regalen muchos domingos como el que pasó. A las faldas del Ávila, nos arropamos de un fervor que llenó  nuestras esperanzas y nuestro futuro. Sentimos el inmenso poder de un verdadero pueblo que promueve un cambio y se manifiesta con pasión ante el fallido intento de encadenar nuestras vidas por seis años más.

Escucharlo fue sin duda un regreso a una realidad que había perdido vigencia. Aquellas palabras de  Capriles invadieron el espacio para llenarnos de fuerza, energía y de un renovado espíritu de armonía. Capriles nos hizo ver que podemos ser de nuevo un solo país. Nos acostumbramos a un presidente que habla insultando a los demás y ahora tenemos la oportunidad de entender que hay un mundo mejor en el que podemos caminar hacia una nueva Venezuela. Este domingo nos bañaron de triunfo por adelantado.

No me importa  Chávez que adviertas que la vida sin ti –como presidente- será peligrosa, pues desatarás los demonios de la intranquilidad y la violencia si llegas a perder. Dejó de importarme hace rato tus promesas incumplidas y mi mente ahora sólo piensa en el amanecer del próximo día lunes, cuando nos forraremos de patria en una sola dirección y con un  estado de cosas. Este lunes contaremos los votos y entonces entenderás con claridad que pueblo no es un manojo de seres disfrazados de rojo a la fuerza, para hacerle vítores a tu revolución.

Las caras de susto de los personeros del régimen son nuestra mejor encuesta. Al descubierto, corren en medio de la calle, sin tener como ocultarse. El manto de protección que los cubría al hablar, dejó de producir sus efectos y ahora cuando hablan, se les ve el bojote y la mentira a flor de labios en un desesperado intento por convencernos de las bondades de su supremo jefe. Se acabó la magia y con la falta de ella, se acabaron los votos.

Los venezolanos que hasta un par de semanas atrás dudaban del triunfo de Capriles, ahora se abrazan con fuerza a la esperanza que nos produce ver y entender que llegó el momento de cambiar y así lo reconoce la gran mayoría. Movilizaciones masivas, espontáneas y saturadas de sabor a triunfo nos mueven en la dirección de confirmar que este domingo electoral nos llenaremos de un futuro verdadero, con problemas por resolver, pero manejado por la fórmula que nos conducirá al progreso. Este domingo los venezolanos haremos historia.

Capriles ha venido creciendo con el paso de los días y aquel flaquito de hablar entrecortado que enviamos al interior de la república, para que le hablara al país, regresó con una claridad y un verbo imponente, que tiene la capacidad de mover nuestras fibras.

Los pueblos producen sus líderes cuando los necesitan. También producen la historia que le quieren dejar escrita a sus hijos.


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