Por Eddie Ramírez, 18/09/2013
Están circulando varias notas descalificando
a Henrique Capriles a raíz de su intervención en Miami el fin de semana. El
lenguaje utilizado en las mismas es agresivo y hasta grosero. Hay quienes no
entienden que se puede disentir en términos respetuosos y que, afortunadamente,
no todos pensamos de igual manera. Pareciera que algunos que se ubican del lado
opositor son tan totalitarios como los rojos.
Capriles mencionó que hay distintas salidas a
la situación actual, incluyendo la posibilidad de una Constituyente, y que es
necesario abrir el debate. Lo que seguramente desató las iras fue que afirmó
que antes no éramos mayoría. Al respecto se puede tener una percepción
diferente, pero nadie puede tener la certeza de que la oposición siempre ha
ganado. Ciertamente en todos los procesos electorales ha habido trampas y
ventajismos por parte del sector oficial, por lo que no se sabe con exactitud
cómo hubiesen sido los resultados con un CNE transparente. Pareciera que a
algunos les cuesta entender que Chávez le llegó a los estratos Dy E que son
mayoría. Mi percepción, y es solo una percepción porque al igual que quienes no
la comparten no tenemos data que la avalen, es que Capriles tiene razón. Hay
trabajos de distinguidos investigadores que indican que siempre hubo
irregularidades en muchas mesas, pero no puede inferirse con certeza el monto
de las alteraciones.
Capriles fue enfático al afirmar que en CNE
es tramposo, que está desprestigiado, que el régimen controla todos los poderes
del Estado y que solo con una mayoría abrumadora podemos vencer las trampas.
También fue enfático al afirmar que tal como señala la historia el golpe de
estado es la peor salida y no conduce al restablecimiento de la democracia sino
a violaciones a los derechos humanos. No es cierto que dijera que los exilios y
despidos fuesen merecidos. Lo que sostuvo es que muchas personas pedían el paro
a los petroleros y después los dejaron solos y ahora dicen que fue un error.
Con toda razón rechazó las acusaciones de que
se había vendido y que había firmado un pacto con el régimen. Recalcó que no es
cierto que las gobernaciones y alcaldías que ha ganado la oposición fueron un
regalo para disimular, ya que un régimen como el actual quiere copar todos los
espacios y no regala nada. Mencionó la necesidad de una política de Estado para
recuperar el capital humano que por distintas razones se fue del país. Así
mismo enfatizó en la necesidad de la unión de los venezolanos como requisito
para reconstruir a Venezuela.
Solo no coincido con el orador cuando afirmó
que éste no es un problema ideológico sino que el país se está cayendo a
pedazos. Al respecto pienso que por razones ideológicas es que se cae a
pedazos. Tampoco estoy de acuerdo cuando plantea que solo después del 2006 fue
que se tomaron decisiones políticas correctas. Tanto antes como después se han
cometido errores. El paro cívico fue un intento de frenar los avances del
totalitarismo y algo se logró con la firma del acuerdo logrado en la Mesa de Negociación
y Acuerdos, entre ellos la realización del referendo revocatorio. La abstención
en las parlamentarias fue una clara demostración de rechazo al CNE, que
posteriormente no se aprovechó. Tanto con esa Asamblea toda roja, como con la
actual el régimen ha hecho lo que le da la gana.
A título personal hago un llamado a todos los
opositores a defender sus puntos de vista sin descalificar a quienes piensan
diferente, así como a reconocer el gran trabajo que realiza Capriles. ¡No más
prisioneros políticos, ni exiliados!
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