José Luis Farías 25 de septiembre de 2013
@fariasjoseluis
Corto y
Picante:
"Una fórmula
energético-financiera". Así llamó Maduro la bajada de pantalones con los
chinos en las que entregó oro y petróleo demás a futuro a precios
ultra-preferenciales. Según él, durante la cuarta el país "estaba de
rodillas" ante los gringos, le faltó añadir que ahora está "en
cuatro" ante los chinos.
Llegó más mentiroso que el líder
inter-galáctico en sus mejores tiempos. La cadena nacional de dos horas no
sirvió para nada. No convenció a nadie, derramó ignorancia, ofendió y amenazó,
no supo decirle al burócrata chino cuál era su visión de las perspectivas de
Venezuela a diez años, puso a unos chinitos a hablar paja sin dar precisión de
qué fue en realidad lo que negoció. Habló de una nueva conspiración del Imperio
contra su vida y hasta a los franceses los metió en ese peo.
Y lo peor, tratando de explicar lo
inexplicable, el pobre no omitió las cantinfladas del tipo: "nadie nos
impone condiciones, estas son las mejores condiciones de financiamiento del
mundo". O aún más divertida: "es un préstamo que no es
endeudamiento", en el que "no se nos está pidiendo nada a
cambio".
Ya lo dijo @morandavid: "Imagino
a los economistas carcajeados: Según el sabio de Cúcuta, financiamiento no es
deuda / Que le diga eso a sus jefes chinos".
Los chinos deben estar gozando una y
parte de la otra al oírlo. Le prestan sin darle efectivo, en especies o en
forma de contratos leoninos y lo obliga a comprar sus productos. Negocio
redondo.
Con razón el amigo @manriquehector
escribió: "Oyes a Nicolás y concluyes que lo que menos tenemos es
Patria!".
En vista de que el sabio de Cúcuta ha
dicho que "préstamo no es deuda", ya saben, no hay que pagar nada.
Por falta de ignorancia no lo van a joder nunca.
@fariasjoseluis
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