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domingo, 15 de septiembre de 2013

¿Deberíamos avergonzarnos?


Gracias a las políticas monetarias no convencionales de los bancos centrales, las autoridades del mundo entero tienen tiempo y margen para llevar a término las reformas necesarias para sentar las bases de un crecimiento perdurable. Estas políticas le han permitido a la economía mundial escapar de las profundidades de la crisis financiera.
Christine Lagarde (*) 

Por: Franco D´Orazio P. y Armando J. Urdaneta M., 14/09/2013
@francodorazio

Venezuela ocupa el extremo meridional de la América del Sur y limita al norte con el Mar Caribe, al oeste con Colombia y al Este y sureste con el Océano Atlántico, la Guayana Británica y el Brasil. Su territorio tiene una extensión de 912.050 kilómetros cuadrados. El país está ceñido por tres cadenas de montañas: un brazo de la Cordillera de los Andes, que penetra al Suroeste por la frontera colombiana; la Sierra de Mérida, que prolonga este brazo hacia el Norte, y la Cordillera de la Costa, que cruza en ángulo recto de occidente a oriente, paralela a la línea de costas marítimas del Norte… De esa manera inocua, elemental si se quiere, comienza la descripción del país redactada en el libro: “Así Progresa un Pueblo”, impreso en los Talleres Gráficos Ilustraciones S. A., en Caracas, sin autoría específica pero bajo la Dirección de Mendoza & Mendoza Editores, el 14 de abril de 1956.

El ejemplar, cuidadosamente presentado e impreso sobre papel satinado con regias fotografías profesionalmente logradas en blanco y negro que cubren todos los rincones de la patria (de entonces), excepción hecha de la imagen que abre el texto basada en una pintura del hombre fuerte del país, nacido en Michelena, estado Táchira, el 25 de abril de 1914… y que se nos ofrece en separata trajeado de gala cual General de los ejércitos y Presidente constitucional de la República, desplegada a full color.

Sólo como referencia les indico que el libro lo tuvo que comprar mí padre obligado por las circunstancias, so pena de ser devuelto a su tierra natal, y me lo obsequió en mi cumpleaños para que fuera atesorando la historia patria siempre indispensable conocer y reflexionarla… a riesgo de repetirla una y otra vez, me decía.

Y para completar el introito, en estos días mientras refrescábamos nuestra memoria con el excelente largometraje “Tiempos de Dictadura”, realizado por Siboney films bajo producción de Verónica Cañas y escrito y dirigido por Carlos Oteyza, recordé el regalo de cumpleaños y lo desempolvé a fin de revisar aquella historia que luce haberse repetido abofeteándonos de manera falaz.

De más está decir, so pena de ruborizarse, que esos días de dictadura presididos por Marcos Pérez Jiménez, quién tomara para sí el poder a continuación de la muerte aún sospechosa (asesinato) del también militar Carlos Delgado Chalbaud, fueron de intensa actividad económica. En específico, la época entre 1953 y 1957 fue la única vez en la historia de Venezuela que nuestra moneda, el bolívar, se revaluaba cada mes.

Los Consulados de Venezuela en España, Italia, Portugal y otros países del continente europeo vivían entonces llenos de gente de esas nacionalidades buscando visas para venirse a Venezuela… a diferencia de la realidad actual, en la que una cantidad importante de compatriotas, que se estima cercana al millón de personas, han tenido que emigrar huyéndole a la situación político-económica mientras nuestro símbolo monetario, re formulado y depreciado en varias oportunidades, ha perdido la más elemental credibilidad puesto que el mismo gobierno lo vende a través de sus mecanismos paralelos de dos a cinco veces su valor ‘facial’ (http://bit.ly/1gab9Uh http://bit.ly/1etCJAf), mientras en el black market la divisa desapareció de escena después de perforar el piso de la media centena, casi octuplicando su valor oficial y convirtiendo este tópico clandestino, desquiciante, en una verdadera calamidad nacional (http://wp.me/p29J0n-JV http://wp.me/p29J0n-E0http://wp.me/p29J0n-FP) que ya nos acerca a una nueva marca mundial en materia inflacionaria (http://bit.ly/18i690P)

Pero hay más, en el año 1956, cuando ese gobierno perezjimenista celebraba su tercer año de ‘constitucionalidad’ y se publicaba el libro antes referido, en el mundo entero sólo una moneda valía más que todas las demás… y esa moneda era el bolívar, y en segundo lugar se ubicaba el dólar estadounidenses. Imagínense, en aquellos tiempos los norteamericanos preferían tener bolívares y no dólares, mientras que hoy día hasta los aborígenes comercializan sus mercancías “bachaqueadas” en billetes verdes.

Y en aquel tiempo también se construían obras civiles y militares que sin saberlo, serían las mismas y en muchos aspectos, las únicas, medio siglo después. Poniendo en claro que, sin ánimo de hacer comparaciones odiosas ni aceptar los alardes dictatoriales como opera magna, que no compartimos por anti-éticos y violatorios de toda condición humana y hasta los sufrimos familiarmente, pues esos militares de graduación media que fueron miembros destacados del movimiento ‘revolucionario’ del 18 de octubre de 1945, levantaron en todo el territorio nacional una infraestructura fundamental apalancados en la misma industria petrolera, negociados incluidos, que hoy día siguen prestando servicios en áreas como vialidad (autopista Caracas-La Guaira, Avenidas Urdaneta, Soublette, Miranda, Bolívar y el sistema de la Nacionalidad, así como la autopista del Este, en Caracas, la Carretera Panamericana y proyectaron la Valencia-Caracas y el puente sobre el Lago de Maracaibo), edificaciones (Edificios del SSO, el Centro Simón Bolívar, la Ciudad Universitaria de la UCV, incluyendo el Hospital Clínico y varios hospitales a nivel nacional; el Sistema Hotelero Nacional, luego llamado Conahotu, así como estadios e hipódromos), viviendas de interés social, teleféricos, represas para agricultura y generación eléctrica, así como instalaciones militares y todos los círculos de las FF. AA. en el país.

Y tres televisoras venezolanas comenzaban sus transmisiones, en 1953, ubicándonos entre los primeros 17 países en el mundo en tenerla: La Televisora Nacional (canal 5), Televisa (canales 4 y 9) y Radio Caracas T.V. (canales 2 y 7)… ¿la recuerdan?

En ese momento Venezuela lideraba la producción – exportación mundial de petróleo y estaba entre los primeros cinco productores mundiales de hierro… y hay más, en esos años el Producto Interno Bruto se elevaba un 60%, por encima de Estados Unidos y Gran Bretaña. Venezuela tenía la economía más pujante de América, mientras que la Organización Panamericana de la Salud determinaba que el mejor sistema de salud en el Continente Americano (superando incluso a los Estados Unidos), era el venezolano. Todo ello condujo a la revista norteamericana “Times” a incluir a Marcos Pérez Jiménez en su portada de 1955 y nombrarlo “Man of the Year”… ¡qué vergogna!

Marcos Pérez Jiménez fue derrocado en 1958… y ya sabemos el resto de esa historia. En una entrevista que posteriormente le hiciera el prestigioso periodista e intelectual venezolano Rafael Poleo al ministro Sucre Figarella, verdadero zar guayanés en la cuarta, éste afirmó que la democracia había hecho mucho más (amparado, por supuesto, en mejores precios de los hidrocarburos), lo que en materia educativa, energética y de salud es innegable; sin embargo, aquellas obras emblemáticas de mediados de siglo lucían estratégicamente más sólidas y con mayor proyección futura.
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Pero pasado el tiempo, tenemos que aceptar que en nuestros días ocurren cosas que nos lucen muy extrañas, similares a los recuerdos de aquel bienio 1957-58… mucha intranquilidad ciudadana y en este caso, no por disfrutar de una economía boyante, precisamente. El desastre económico actual es asombroso, después que la nación recibiera casi un billón (léase: millón de millones) de dólares por concepto de ventas de hidrocarburos (http://www.bcv.org.ve/), además de otro cuarto de billón en empréstitos directos garantizados vía factura petrolera o entregando graciosamente distintas áreas de explotación comercial a los socios políticos del gobierno… pues casi la mitad de ese dinero reposa plácidamente en cuentas privadas de algunos connacionales en paraísos fiscales del exterior (http://bit.ly/18cm4h5) y toda la infraestructura nacional está deteriorada a tal extremo, que con cualquier lluvia colapsa el país entero… sin hablar de generación eléctrica, producción de combustibles o distribución de alimentos, sólo por mencionar los ítems más apremiantes.

En consecuencia, la más reciente noticia de que el gobierno nacional anda gestionando ‘en privado’ un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional es tan conmovedora como impactante (http://bit.ly/1dVfVIo http://hrld.us/163yYY6). El rescate que necesita el gobierno para seguir gerenciando el país mientras endereza el entuerto es de dimensiones chocantes… alguien lo estimó en 65 millardos de US$ sólo para este año 2013. No imaginamos de qué manera el gobierno central pueda contraer ese nuevo compromiso porque todo el aparato productivo (o improductivo) le pertenece y aquí no hay nada que negociar que ya no esté negociado, o algo por hipotecar que no esté debidamente hipotecado; pero lo asombroso de todo esto es que la oposición política formalmente establecida en el país, nos referimos a la oposición profesional, la que cobra por tal concepto, no ha dicho absolutamente nada. Una oposición que con pocas y honrosas excepciones ha sido blandengue, transigente y en consecuencia, cómplice de todo cuanto ocurre… hasta de la ausencia de propuestas programáticas para que el pueblo enfrente tal situación, deprimente y vergonzosa.

De tal manera que esta luce ser la noticia más espectacular de comienzos de siglo: Que el gobierno que se insinúa continentalmente poderoso y exhibe impúdicamente un supuesto blindaje anti-crisis, ande negociando a escondidas y rodillas en tierra un acuerdo fondomonetarista. Increíble, a lo que hemos llegado, a una situación parecida a la que viviéramos a principios del gobierno de Pérez II pero mucho peor… no obstante, de lo único que anda pendiente el sector político nacional, oficialista y opositor, es de un proceso electoral decembrino que sabrá Dios a quién le interesara ejercitarlo bajo este panorama económico, y sus innegables consecuencias sociales, de absoluta y total negatividad… panorama económico, por cierto, que nos retrotrae a tiempos del “Consenso de Washington”, satanizado en esta época revolucionaria… “Por representar instrumentos de dominación y empobrecimiento progresivo de las sociedades en vías de desarrollo, debido al conjunto de políticas económicas que esos países deberían asumir y aplicar para acceder a los instrumentos financieros ofertados por los organismos financieros y los centros económicos internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM)”, siendo dichas políticas, por ejemplo, la regía disciplina que debe imperar en materia de política fiscal y monetaria, aunado al impulso indispensable de la producción interna, medidas esas que por su astringencia son conocidas como ‘recetas’.

En realidad esas medidas nunca han sido aplicadas en forma eficiente, eficaz y perdurable por la mayoría de los gobiernos latinoamericanos, debido, entre otros factores, a la incapacidad gerencial, la demagogia, el paternalismo, el populismo y la corrupción, o una combinación aleatoria de esos elementos que generaron resultados desastrosos en el ámbito socio-económico y que al final, terminaron por señalar como únicos culpables a los mismos organismos financieros internacionales, aunque los verdaderos responsables se encontraban y aún se encuentran en la alta jerarquía de la administración pública de los diferentes países de la región, por haber sido incapaces de dimensionar su gasto fiscal acorde con sus ingresos, generando así profundos déficit fiscales que fueron financiados mediante devaluaciones sucesivas de la moneda doméstica e incrementando la oferta monetaria sin el debido respaldo en el nivel de reservas internacionales, que es precisamente nuestro caso, así como emitir sin medidas papeles de deuda pública en los mercados de capitales nacionales e internacionales, entre otros artificios puntuales, todo ello producto de políticas fiscales expansivas y pro-cíclicas según las cuales, mientras más ingresos tienen más gastan.

Edf Sede FMI... muy cerca de la Casa Blanca Washington
En este orden de ideas, las políticas fiscal y monetaria antes señaladas, sumadas a los niveles de opacidad en el manejo discrecional de los fondos públicos, así como la disminución progresiva de la inversión social a consecuencia de los compromisos de pagos de deudas públicas externa e interna asumidos por la nación para financiar gastos públicos corrientes, improductivos, son entre otros, factores que han generado altos niveles de inflación así como pérdida sostenida del poder adquisitivo de todos los asalariados… y de esa manera nuestros países se han encerrado en un círculo vicioso que no se le ve salida, y cada día que pasa las sociedades latinoamericanas son más pobres representando ello una carga mucho mayor para las generaciones de relevo.

Por esas razones es que los organismos financieros internacionales buscan formular políticas económicas que permitan corregir las graves distorsiones que conducen a los países en crisis a graves conflictos sociales, medidas que representan un alto costo político para los gobiernos de turno, sobre todo aquellos de carácter populista como este proceso revolucionario que ha sobrevolado los últimos tres lustros navegando con políticas inciertas contenidas en el lema ‘Socialismo del Siglo XXI’, que han devastado al país política, económica y socialmente, y lo han hundido en una crisis económica sin precedentes y de dimensiones escalofriantes que amenaza corroer la institucionalidad misma y que obligará a tomar medidas bajo la más intransigente ortodoxia que pocas administraciones se atreverían en condiciones normales. He allí el reto preñado de riesgos políticos y sociales que deberá enfrentar esta administración más temprano que tarde.

A este punto es prudente aclarar que aunque no ha habido ningún planteamiento oficial al respecto, es un hecho que aquí están dadas las condiciones para acudir a esas instancias internacionales y no para seguir corriendo arrugas, sino para evitar una verdadera catástrofe social cuyo perfil ya se nos insinúa en el horizonte vía crisis energética, desabastecimiento de alimentos, medicinas y productos básicos, escases de combustibles y falta de divisas a todos los niveles que en conjunto, dificultan en grado sumo continuar aplicando este modelo (cualquiera sea su nombre y su doctrina) a todas luces inviable.

…Y alguien tendrá que romper el celofán, alguien a nombre de esta administración tendrá que tragar grueso y desbaratar ese discurso anti-imperialista y anti-capitalista y acudir a esos organismos internacionales, el FMI y el BM, instituciones fundamentales del capitalismo mundial ancladas en la avenida Pennsylvania de Washington D. C., para que avale la consecución de nuevos empréstitos y ordene las maltrechas finanzas del país luego de haber despilfarrado durante los últimos tres lustros la mayor bonanza que haya disfrutado gobierno venezolano alguno en estos 200 años de vida republicana, convirtiéndonos en una sociedad cada vez más dependiente de la renta petrolera, ya insuficiente y desorganizada, con una economía poco diversificada y técnicamente quebrada… y al final del cuento, sentiremos vergüenza ante propios y extraños por el infeliz desenlace político de este acto de tragicomedia griega que emula el más grande fracaso económico de la contemporaneidad.

(*) Palabras pronunciadas por la Directora Gerente del FMI ante un grupo de altas autoridades congregadas en el Simposio Económico de Jackson Hole. Ese Simposio se celebra todos los años en un centro turístico en las montañas de Wyoming, en el oeste de los Estados Unidos, y congrega a presidentes de bancos centrales, expertos en política económica y académicos que debaten tendencias y temas incipientes. El tema de este año se refirió a las dimensiones mundiales de la política monetaria no convencional… suponemos que sin representación nuestra.


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