Por Eddie Ramírez, 17/10/2013
Fidel intentó descalificar a sus adversarios
llamándolos gusanos. Por copión, como dicen los muchachos, el ilegítimo tilda
de parásitos a quienes no comulgan con ese adefesio que llaman “revolución”.
Tanto el “cadáver insepulto”, como diría Rómulo, como el inepto de doble
nacionalidad consideran que insultando logran desviar la atención de los graves
problemas que aquejan a sus respectivas economías, así como de las violaciones
a los derechos humanos.
Durante trece años los demócratas venezolanos
hemos sido insultados por los malandros rojos con epítetos de toda índole.
Silva y Nolia siguieron las pautas dictadas por el difunto eterno. Ahora el
inmaduro y el teniente son quienes marcan las groseras consignas acompañadas
con inventos de sabotaje y de conspiraciones, además de amenazas creíbles pero
que no atemorizan.
Para que existan parásitos es obligatorio un
hospedero, es decir un ser en el cual pueda desarrollarse el parásito. Extrapolando,
es evidente que en política los únicos que disfrutan de un hospedero, o sea
recursos del Estado, son quienes detentan el poder. Son los llamados
endoparásitos, es decir que están ubicados dentro del hospedero aprovechándose
de sus recursos.
Endoparásito es Diosdado cuando limita las
discusiones en la Asamblea y sanciona con el silencio a Borges y a Nora Bracho
por ejercer su derecho a representarnos. Paradójicamente, quien vive del
insulto soez acusa de “irrespetuosos” a dos educados diputados. Endoparásitos
son los diputados rojos que se limitan a levantar la mano cuando se los ordena
el teniente, en lugar de permitir una discusión amplia sobre la corrupción y
otros graves problemas que aquejan al país. Endoparásitos son la mayoría de los
ministros que ocultan información sobre sus respectivos despachos y quienes
están al frente de los Poderes del Estado que no cumplen con sus deberes.
Endoparásitos son los presidentes de las
empresas del Estado que las tienen en bancarrota. Endoparásitos son los jueces
que solo imparten justicia revolucionaria violando elementales normas del
derecho. Endoparásitos son los “empresarios” y funcionarios que viven de los
sobreprecios que le cargan a los contratos con el Estado.
Endoparásito es Maduro, quien invadió
ilegalmente el hospedero. Los endoparásitos no siempre matan al hospedero y
cuando lo hacen se denominan parasitoides. La importancia de votar el 8 de
diciembre es evitar que los endoparásitos se transformen en endoparasitoides.
Nuestra solidaridad con Iván Freites, valiente dirigente sindical petrolero a
quien quieren despedir de Pdvsa
¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!
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