Violeta Campos 15 de octubre de 2013
De gira por Alemania, la
escritora nicaragüense Gioconda Belli presenta su nueva obra “En la avanzada
juventud”. En entrevista con DW, habló sobre la situación política en su país.
Después de cuatro años, la escritora
nicaragüense Gioconda Belli regresa a Alemania para presentar su nuevo
poemario, “En la avanzada juventud”. Feminista, exguerrillera, exiliada,
embajadora cultural y política de su país: Belli es una de las autoras
latinoamericanas más leídas en Alemania. En Colonia, una de sus estaciones,
habló con DW sobre el legado de la revolución sandinista, el Canal de Nicaragua
y el socialismo del siglo XXI.
DW:
Usted ha dicho que Nicaragua es como su hombre, pero con nombre de mujer. ¿Cuál
es su actual relación con este país?
Gioconda Belli: En junio (de 2013) regresé
a vivir permanentemente a Nicaragua. Estoy muy contenta porque siempre me hizo
mucha falta. Nunca me fui realmente. Decía que mi país es tan pequeño que es
como un país portátil que podía llevar conmigo a todas partes.
Es
usted una escritora muy querida en Alemania. ¿Qué opina del público alemán?
Tengo una gran deuda con el público
alemán, siempre fue un público que desde el principio acogió con mucho
entusiasmo mi poesía, mis novelas. Conozco Alemania casi de punta a punta. He
estado en todas partes y en esos viajes he logrado conocer a gente muy linda.
Creo que la solidaridad de Alemania con Nicaragua, desde antes de la
revolución, y que se ha sostenido después de la revolución, es otro vínculo
grande que me ha unido con este país. Siento que tengo un pedacito alemán
dentro de mí.
Usted
apoyó activamente la revolución sandinista en Nicaragua. ¿Esta revolución aún
inspira su obra?
Lo que impulsó a la revolución sigue
siendo importante para mí, las ideas, los ideales, el sueño de ver a Nicaragua
progresar, de ver el fin de la injusticia. Todavía hay una revolución
pendiente. Tal vez ya no va a ser una revolución clásica que toma el poder por
las armas, pero en toda América Latina estamos construyendo procesos políticos
que tienen como objetivo final alcanzar esos ideales que las revoluciones se
plantearon y que ninguna revolución ha alcanzado todavía ni en el mundo capitalista
ni en el socialista.
¿Cuál
es el legado más importante de la revolución sandinista en Nicaragua?
La memoria, que cambió para siempre la
concepción del propio país. En primer lugar, legó libertad. El gran aporte de
la revolución fue darle a la gente una noción de que los sueños son posibles.
El sentir que hubo un pueblo que logró enfrentarse a una dictadura como la de
Somoza. Perseverar y derrotar a este tirano le da al nicaragüense un sentido de
empoderamiento muy importante. Asimismo, se cambiaron muchísimas cosas: la
manera de relacionarse de la clase más alta con la clase más baja, la situación
de los trabajadores, la alfabetización, hubo muchísimos cambios importantes que
no se pueden descartar.
En
su discurso oficial, el gobierno de Daniel Ortega apoya el socialismo del siglo
XXI. Como nicaragüense y antigua activista del FSLN, ¿usted también apoya el
socialismo del siglo XXI?
Para empezar, nadie sabe lo que es
exactamente el socialismo del siglo XXI. Pienso que es problemático, no estoy
tan convencida de que sea la respuesta para América Latina. En términos de
programas sociales sí hay un empeño por romper esas desigualdades a nivel de
ingresos económicos y de acceso a los servicios, pero eso tiene un costo en
términos de libertad. En Nicaragua se ha limitado la libertad de elegir, porque
el Consejo Supremo Electoral está absolutamente controlado por el partido de
Daniel Ortega, ningún poder del Estado nicaragüense es objetivamente libre,
todos están bajo la influencia de ese poder “danielista”. Es verdad que existe
libertad de expresión, puedo escribir lo que yo quiera, pero ¿dónde lo publico?
El monopolio de los medios de comunicación está creciendo cada día más. Este
modelo del socialismo del siglo XXI es un modelo extraño que toma mucho del
concepto leninista, de la vanguardia, del partido único, de despreciar muchos
de los instrumentos de una democracia, acusándolos de burgueses, de que han
sido instituidos por el capitalismo. Es un modelo bastante totalitario, donde
no hay cabida para la crítica y eso es muy dañino. Es una cultura de mucha
propaganda, donde no se está trabajando en desarrollar valores nuevos, todo es
repetición, no se alimenta de la gente, sino que viene de arriba.
¿Qué
opina de los planes del gobierno nicaragüense de construir un canal a través
del país para comunicar el Caribe con el Pacífico? ¿Nicaragua necesita un
canal?
El canal no estaría mal si no fuera a
destruir ecológicamente todo lo que va destruir. La compañía a la que se le dio
la concesión canalera es casi desconocida, nadie ha podido saber exactamente
qué tipo de compañía es, quién está detrás de ella. Se da una concesión en un
país soberano por cien años a un ciudadano chino sin saber casi nada de su
persona y se da en un tiempo récord, eso estuvo en la asamblea nacional una
semana, y se aprobó. Todo eso es sospechoso, creemos que lo que realmente se va
a hacer es una serie de negocios conexos con el canal como un puerto de aguas
profundas o un aeropuerto. Hay varias cosas que también se concedieron dentro
de ese proyecto. La construcción del canal propiamente es bastante difícil.
Según científicos, va a ser casi imposible hacer una trinchera en el lago de
Nicaragua. Nos hemos opuesto a la forma en que se ha negociado y planteado y a
todo lo que no conocemos y que no se hace público sobre esa concesión.
Por
un lado, el gobierno de Nicaragua aprobó una ley que penaliza el feminicidio,
por otro, es extremadamente conservador en lo que toca el tema del aborto. En
materia de derechos de la mujer, ¿cómo evalúa la situación actual de Nicaragua?
La ley era muy buena, pero se acaba de
reformar e introdujeron un concepto de mediación, es decir, si el daño que se
le hace a la mujer no es muy grave -que quiere decir grave, no lo sabemos-,
entonces ella va a mediación con el agresor antes de que le impongan la pena.
Perdimos esa batalla. Hay una serie de contradicciones en relación con la
política para con la mujer. Más bien las organizaciones propias de las mujeres
que están luchando por todas estas reivindicaciones, constantemente están
siendo atacadas por el gobierno. No veo que la política del gobierno vaya más
allá de sostener una línea de propaganda.
Acompañada de la música del dúo Grupo
Sal, Gioconda Belli presenta su nueva obra literaria al público alemán. Las
próximas estaciones son: Hamburgo 15.10.2013, Nuremberg 17.10.2013, Heidelberg
18.10.2013, Ludwigsburg 19.10.2013, Karlsruhe 20.10.2013 y Tubinga 22.10.2013.
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