Por Adolfo R. Taylhardat, 17/10/2013
Este problema seguirá latente mientras se
soluciona el diferendo territorial y esto está muy lejos de lograrse. El
mecanismo de los buenos oficios no ha contribuido en nada y el problema sigue
en el mismo estado de cuando se aprobó el Protocolo de Puerto España
La semana pasada ocurrió un incidente en el cual estuvieron
involucrados un buque de la Armada venezolana y una nave contratada por el
gobierno de Guyana para realizar prospecciones sísmicas para establecer la
presencia de yacimientos de petróleo.
Veamos brevemente los hechos:
El 10 de octubre la fragata Yekuana de la
Armada venezolana interceptó al navío de bandera panameña Perdana de la empresa
Andarko que realizaba prospecciones geológicas en el denominado "Bloque
Roraima" por cuenta del Gobierno de Guyana. El buque venezolano conminó al
navío panameño a suspender sus exploraciones y a cambiar de rumbo. La
tripulación del Perdana, argumentó que su actividad la llevaban a cabo en el
lecho de la zona económica exclusiva de Guyana. Por su parte, la tripulación
del buque venezolano insistió en que el navío panameño se encontraba en la zona
económica exclusiva de Venezuela.
Posteriormente el buque venezolano ordenó al
Perdana que lo siguiera hasta la isla de Margarita, donde llegó el domingo 13 y
se encuentra atracado en un puerto de esa entidad. El jefe de la Región
Estratégica de Defensa Integral marítima e insular de la Armada venezolana
informó que los 36 tripulantes se encuentran en buen estado y están siendo
interrogados por el Ministerio Público bajo el "más estricto respeto a los
derechos humanos".
"Quedó claro entonces que el barco y su
tripulación no estaban siendo escoltados fuera de las aguas de Guyana, sino que
estaban bajo arresto" sostuvo el gobierno de Guyana. "Estas acciones
del buque venezolano no tienen precedentes en las relaciones
Guyana-Venezuela".
Según una información publicada en este
diario el 31 de septiembre, fecha del viaje del ilegítimo a Guyana, el alto
mando de la Armada exigió al Ejecutivo su reacción sobre la información según
la cual Georgetown entregó a la trasnacional Anadarko el bloque de nombre
Roraima en la proyección de la zona económica exclusiva venezolana. La nota de
prensa agrega que hay preocupación en la Armada por la forma como se está
manejando el asunto concerniente a la reclamación venezolana sobre el Esequibo
y la falta de respuesta venezolana a las múltiples acciones de Guyana en la
zona. Según la nota de prensa, desde hace un año la Armada no patrulla las
aguas de la zona en reclamación y la fachada atlántica venezolana y solo
efectúa labores de patrullaje en el área de la Plataforma Deltana. Esto conduce
a pensar que la acción llevada a cabo por el buque Yekuana forma parte de una
nueva actitud de la Armada ante la indiferencia del régimen en el tema de la
controversia territorial.
El incidente ocurre apenas 11 días después de
la visita del ilegítimo a Guyana durante la cual, entre otras cosas, los
mandatarios se dieron seguridades recíprocas de amistad y del propósito de
continuar la gestión relacionada con el diferendo territorial mediante el
mecanismo de los buenos oficios.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de
Guyana emitió una declaración en la cual expresó la firme seguridad de que la
acción llevada a cabo por el buque de guerra venezolano constituye una seria
amenaza a la paz en la subregión y la condena severamente.
Por su parte, la cancillería venezolana
emitió un comunicado mediante el cual el Gobierno expresa su "más enérgica
protesta ante la situación que se planteó con respecto a las actividades de prospección
científica y exploración de la plataforma continental y el lecho marino
venezolano, realizadas por dicha embarcación". Además, pide a Guyana
"una explicación satisfactoria" del "preocupante hecho".
Si bien considero oportuna y adecuada la
acción llevada a cabo por la Armada venezolana., creo que es importante tener
en cuenta que incidentes de esta naturaleza pueden repetirse en cualquier
momento. Estoy de acuerdo en que esto se debe en buena parte a la pasividad de
las autoridades venezolanas que no han reaccionado oportunamente ante las
concesiones petroleras y mineras que Guyana ha venido otorgando en el
territorio Esequibo y en el mar adyacente.
Pero hay que ver el tema con serenidad y
objetividad. Las fronteras marítimas entre Venezuela y Guyana no están
delimitadas y ello se debe a que mientras esté pendiente el diferendo
territorial no será posible hacer esa delimitación. A menos que Venezuela lo
haga unilateralmente, lo cual no tendría ningún valor legal internacionalmente.
Por su parte, Guyana considera como propio el territorio Esequibo y su
proyección marítima incluida la zona económica exclusiva. De allí que alegue
que las concesiones de exploración que ha otorgado están dentro de su área
geográfica de soberanía.
Este problema seguirá latente mientras se
soluciona el diferendo territorial y esto está muy lejos de lograrse. El
mecanismo de los buenos oficios no ha contribuido en nada y el problema sigue
en el mismo estado de cuando se aprobó el Protocolo de Puerto España. Habría
que pensar en alguna solución negociada que satisfaga a ambas partes y esto
tampoco parece fácil.
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