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jueves, 24 de octubre de 2013

Lo bueno del estrés

MARÍA DENISSE FANIANOS DE CAPRILES miércoles 23 de octubre de 2013
@VzlaEntrelineas

La semana pasada vi un video que me hizo entender algunas cosas muy interesantes. Fue una conferencia de la psicóloga Kelly McGonigal, de la Universidad de Stanford, cuyo título es: "¿Cómo hacer que el estrés sea tu amigo?". Ella muestra, de manera científica, cómo funciona el estrés. Aquí coloco el link por si quieren oír la charla completa en inglés: http://www.youtube.com/watch?v=RcGyVTAoXEU. La psicóloga comienza diciendo que durante los últimos 10 años de su vida profesional ella enseñaba a sus pacientes que el estrés era malo para la salud; pero se dio cuenta, al seguir investigando, que el estrés no es lo que ella pensaba.

Con esa charla yo entendí ¡al fin! por qué en Venezuela existimos tantas personas que vivimos felices a pesar del estrés acumulado al que estamos acostumbrados a experimentar día a día. Entendí ¡al fin! por qué tanto estrés no nos quita esa felicidad inmensa que experimentamos cada noche cuando nos acostamos "exprimidos como un limón" luego de un día en el que hicimos lo que teníamos que hacer para contribuir, de manera íntegra (cada uno en lo que le toca: en su familia, escuela o comunidad), a que nuestro país pueda alcanzar un futuro digno para todos.


A lo largo de su charla la psicóloga cita varios estudios que arrojan una nueva luz sobre la respuesta al estrés, y cómo si reprogramamos nuestros pensamientos sobre éste, el estrés se hace más saludable. Eso significa que si no podemos disminuirlo, podemos lograr que no nos mate de un infarto y nos mantenga ¡felices!

Ella muestra un estudio que sigue grupos de personas que sufren diversos grados de tensión durante varios años, y luego enseña las cifras de defunción. Quienes creen que el estrés las puede matar mueren a una tasa mucho más alta; pero señala que las personas que están bajo más estrés, pero no creen o saben acerca de sus efectos "negativos", son en realidad más saludables y con más probabilidades de vivir una vida larga y feliz.

Otro dato que muestra es que el estrés físico libera la hormona oxitocina. Esa hormona se libera cuando tenemos conexiones físicas con la gente, la llaman la hormona de la felicidad. La psicóloga presenta una investigación en unos 1.000 adultos donde se observó tanto la forma en que describen el nivel de estrés, y cuánto tiempo pasaron ayudando a los demás, ya se trate de amigos, familiares o miembros de la comunidad. Los resultados fueron los siguientes: para cada experiencia de vida estresante, con dificultades financieras o crisis familiar, se aumentó el riesgo de muerte en un 30%. Pero la gente con muchos problemas y estrés que pasó mucho tiempo cuidando y/o atendiendo a los demás (y, por ende, liberando oxitocina) no mostró ningún aumento de riesgo de muerte.

Yo sólo les digo que en casi 20 años que tengo trabajando y conociendo a muchas personas de la Iglesia y de asociaciones y/o fundaciones en este país, he visto en carne propia personas que están atravesando miles de problemas, trabajo y estrés pero aún así ayudan en sus comunidades. Estas personas tienen la característica común que siempre están alegres y dispuestos a colaborar (así estén pasando "las de Caín"). Están "vivitas y coleando", a pesar que no disfruten la susodicha "calidad de vida" que tanto nos quieren vender. Otra psicóloga, a quien escuché hace un año, decía que: "el término calidad de vida ha vuelto a la gente individualista y egoísta, porque piensan que tener calidad de vida significa no complicarse la vida".

Pues a quienes yo he conocido que se han complicado bastante su vida para ayudar a los demás, porque además así lo han elegido, viven con grandes energías y muy felices. Ellos muestran además una adicción por lo que hacen. Yo pregunto: ¿será esa adicción consecuencia de la oxitocina que producen al ayudar a los demás y que causa tanta felicidad? Ahora sí entiendo por qué muchas de estas personas si salen de Venezuela unos días están contando las horas para regresar al país y poder estar, y ayudar, a sus hermanos venezolanos.

Agradezco mucho a quien me envió ese video y agradezco a esta psicóloga quien me lleva a confirmar, ahora de manera científica, que quien vive para servir (aún a costa de sacrificar su "calidad de vida") vive ¡feliz! y muchos años. Esto constituye un nuevo incentivo para seguir adelante cumpliendo nuestra misión de trabajar, aportando todo lo que podamos, para que esta maravillosa Tierra de Gracia, donde Dios quiso que naciéramos, sea un país con libertad, verdad, justicia y paz para todos.

Aprovecho de dar las gracias también a los cientos de miles de venezolanos que están en todos los rincones de nuestra patria trabajando, en silencio y sin descanso, y con su ¡buen estrés! por un mejor país para todos. Según dice esta psicóloga tendrán una larga vida estresada pero ¡muy feliz! porque están haciendo lo que tienen que hacer, no para servirse ustedes, sino para servir a los demás.


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