Por Ing. Eduardo Paez Pumar
Boletín 156, 14/10/2013
Por tercera vez en los
últimos cuatro años, colapsa por sobrecarga un Puente Metálico de Viga Alta
(Celosía Superior). El primero de ellos, el Puente Escalante en la carretera
panamericana entre Mérida y Táchira, colapsó en diciembre de 2009 cuando
pasaron dos gandolas, que trasladaban hacia la ciudad de La Fría, un generador
de energía eléctrica con un peso aproximado de 150 toneladas; el segundo, el
Puente de Cúpira, colapsó en Agosto de 2012 por el paso de una grúa telescópica
móvil marca Liebherr, de 8 ejes, 22 m de largo y un peso total de 96 toneladas.
El tercer puente en colapsar, es el de Boca de Uchire, hecho ocurrido el martes
8 del presente mes al estar estacionados simultáneamente 10 vehículos por un
largo período de tiempo, entre los que se encontraban tres gandolas cargadas,
dos de ellas de cinco ejes (tipología 3S2), diseñadas para una carga de 46
toneladas cada una y la tercera de seis ejes (tipología 3S3) diseñada para una
carga de 48 toneladas.
Hay que hacer notar que
los puentes metálicos de viga alta fueron construidos en su mayoría entre los
años 40 y los años 60, por lo que tienen un promedio de vida superior a los 60
años y requieren un mantenimiento muy cuidadoso; además, representan cerca del
20% de los puentes existentes en el país.
Ante el colapso de 68
puentes, producto de la vaguada de febrero 2005 que afectó los estados Mérida,
Táchira, Trujillo, Guárico, Vargas y Miranda, el Colegio de Ingenieros de
Venezuela realizó, a nivel nacional, un estudio de las condiciones de las vías
y de las estructuras de puentes y viaductos. Producto de este estudio, en el que
participé cuando fui Presidente de la Fundación Instituto de Mejoramiento
Profesional del CIV, surgieron varias recomendaciones asociadas a fallas
observadas en las estructuras, que fueron hechas al Ministerio de Infraestructura
sin que se tomaran medidas correcticas El CIV ha continuado haciendo
recomendaciones y en el caso del puente de Boca de Uchire, Freddy López
Presidente del Centro de Ingenieros de Anzoátegui (CIANZ), había hecho un
informe indicando daños de oxidación y un pequeño asentamiento.
El transporte de carga
venía siendo controlado en los 42 peajes que existían en las principales
arterias viales y vías troncales del país, pero a partir del 15 de Enero de
2008, con la publicación de la Gaceta Oficial N° 38.850, fueron eliminados los
peajes. La eliminación de los peajes trajo como consecuencia: 1.- La existencia
de menor capacidad de acción para realizar el mantenimiento vial por falta de
personal y presupuesto en el Ministerio de Infraestructura (hoy Transporte
Terrestre), 2.- La necesidad de utilizar dinero del presupuesto nacional para
este tipo de mantenimiento, en lugar de utilizarlo para labores sociales. Anteriormente,
con los peajes, quienes pagaban eran propietarios de vehículos y transportistas
y no la gente de a pié, y 3.- La pérdida de supervisión de vehículos
sobrecargados con el consecuente daño a pavimentos, estructuras y puentes.
Actualmente el control
de carga se realiza por operativos aleatorios con equipos de pesaje portátiles,
lo que no garantiza un control suficiente como para evitar lo ocurrido en los
tres puentes anteriormente descritos. Por lo tanto, ya que se eliminaron los
peajes, recomendamos al Ministerio de Transporte Terrestre la instalación de al
menos 42 sistemas de pesaje dinámico por monitoreo remoto con bandas de
sensores empotrados en el pavimento; con lo cual se podrá realizar una
supervisión en tiempo real al transporte de carga.
De no tomarse medidas
inmediatas, continuarán ocurriendo accidentes como los de los puentes
Escalante, Cúpira y Boca de Uchire con enormes daños físicos, materiales,
económicos y posibles pérdidas de vidas humanas. Afortunadamente, eran puentes
de baja altura y colapsaron sin causar daños a vidas humanas.
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