Por Eddie Ramírez, 19/11/2013
Nuestra historia reciente narra varios casos
de delincuentes electorales al servicio del régimen de turno. López Contreras
contrató a Franco Quijano quien, entre otras marramucias, aplicó una tinta
invisible en boletas para identificar al votante. Algo así como las
captahuelllas de la época, aunque estas solo sirven para meter miedo.
En tiempos del presidente Medina, según narra
Rómulo Betancourt en Venezuela, política y petróleo, para las elecciones de
1944 de concejales y de diputados a la Asamblea Legislativa, el presidente del
Estado Zulia, Benito Roncayolo, preocupado por el triunfo de AD en Cabimas y
Lagunillas, solicitó autorización a Medina para influir en la Corte y anular el
evento. Los ciudadanos en la calle se impusieron y el gobierno tuvo que
reconocer su derrota.
Más recientemente, en 1952 Pérez Jiménez se
robó las elecciones para la Constituyente. Afortunadamente en Venezuela hay
ciudadanos intelectualmente honestos. Vicente Grisanti, presidente del Consejo
Supremo Electoral, y otros diez u once Miembros, entre ellos Juan Saturno
Canelón, Carlos Miguel Llollet y Federico Moleiro renunciaron para no avalar la
trampa. Pérez Jiménez los sustituyó, manu militari, por Ricardo Mendoza, aunque
también encontré citado a José Salazar. Posteriormente designó a Pablo Salas
Castillo, quien se prestó al cambio del número de votos y años después presidió
el partido perezjimenista Cruzada Cívica Nacionalista.
Para intentar sobrevivir, Pérez Jiménez
decidió violar nuevamente la Constitución y, en lugar de convocar elecciones en
1957, decidió realizar un plebiscito que desde luego “ganó” por abrumador
número de votos. Afortunadamente, poco después fue depuesto por las Fuerzas
Armadas respaldadas por estudiantes, intelectuales, empresarios y políticos. No
he ubicado los nombres de los miembros de ese cuerpo electoral ad hoc, pero
ojalá alguien los mencione. Es necesario recordar los nombre de Grisanti y su
equipo, ya que no son frecuentes esos actos de valentía entre funcionarios,
pero también es imprescindible no olvidar los nombres de los delincuentes.
Con respecto a los últimos años, no hay duda
de que los integrantes del Consejo Nacional Electoral desde el 2003 a la fecha
han demostrado deshonestidad intelectual al favorecer descaradamente al
régimen. Francisco Carrasquero, Jorge Rodríguez y Tibisay Lucena, así como las
Rectoras identificados con el oficialismo han evidenciado una parcialidad
similar a la de un Salas Castillo. Al recuperar la democracia tendremos que
identificar a los Vicente Grisanti, es decir a ciudadanos honestos para que
integren un CNE imparcial. Mientras tanto tenemos que votar el 8D, aún con este
CNE, y presionar como en 1944.
Como en botica: Maduro incita al saqueo y viola los derechos de los comerciantes porque
quiere destruir la propiedad privada. Si acaso han cometido un delito existen
procedimientos legales para sancionarlos. Para el 2035 la OPEP estima que sus
miembros solo producirán 6.400.000 barriles adicionales por día ¿Cómo quedan
los planes de Pdvsa? La detención del periodista Jim Wyss del Miami Herald fue
un abuso y una estupidez. Inhabilitan a María Aranguren para aprobar la
Habilitante.
¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!
Eddie Ramírez
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