Economista español Alfredo Serrano Mancilla |
DANIEL LOZANO 19 de septiembre de 2016
Nicolás Maduro clausuró
la Cumbre
de los Países No Alineados (MNOAL) convertido en su nuevo presidente, con
el mandato de resucitar un "despojo de la Guerra Fría", como definió
a este movimiento la oposición venezolana. El 'hijo de Chávez' se echó
sobre sus espaldas su liderazgo cuando más falta le hacía a él, con varios
frentes internacionales abiertos donde se bate con todas sus fuerzas
diplomáticas, y cuando más lo necesitaba el MNOAL.
A lo
largo del fin de semana, Maduro dialogó con los siete presidentes
asistentes y con otros mandatarios y vicepresidentes, mientras se negociaba
la Declaración final de Margarita. La foto de familia, tan tradicional de estos
encuentros, se realizó frente al mar. A la derecha de los mandatarios, un
pequeño grupo de edecanes; Cilia Flores, la primera combatiente
revolucionaria, y el español Alfredo
Serrano Mancilla, el principal gurú económico del presidente venezolano.
Desde
hace semanas se sabía que el todopoderoso asesor, tan cercano a Podemos que no
sólo comparte ideas y amistades, sino que también lo defiende con vehemencia en
su tribuna de TeleSur, iba a tener un desempeño fundamental durante la Cumbre.
Así fue, incluso asistiendo a la rueda de prensa internacional con la que
concluyó el encuentro.
Y no
es la primera vez. El director del Centro Estratégico Latinoamérica de
Geopolítica (Celag), versión moderna de las fundaciones españolas que
precedieron a Podemos y ayudaron a Chávez, a Evo Morales y a Rafael Correa,
incluso al derrocado Mel Zelaya en Honduras, acompaña al presidente en
encuentros internacionales y viajes, escribe algunos de sus discursos y
elige vicepresidentes y ministros. Su papel ha superado con creces al de Juan
Carlos Monedero y le sitúa en un nivel parecido al que desempeñó el marxista
Jorge Giordani, hoy defenestrado, junto a Hugo Chávez.
Los No
Alineados, que sí se alinearon con Maduro, desplegaron en el punto número 16 de
la Declaración de Margarita sus ideas económicas, que
pasan por la reforma del FMI y del Banco Mundial, además de "ampliar y
fortalecer la participación de los países en desarrollo en los procesos
internacionales de toma de decisiones, de elaboración de leyes económicas y en
la gobernanza del nuevo orden económico mundial".
La
cumbre costó 150 millones de dólares, según la Unidad Democrática, y contó
con todas las facilidades del mundo para que los países miembros pudieran
viajar a la isla de Margarita. Para Maduro se trató de un "éxito
histórico" por la presencia de más de 100 delegaciones, pero la
oposición la tildó de "fracaso estrepitoso" porque sólo puedo atraer
a siete presidentes, incluidos el cubano Raúl Castro, el iraní Hasan
Rohani y Robert Mugabe, el dictador de Zimbaue, además del canciller
de Corea del Norte.
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