Por Oscar Bastidas-Delgado
Los fundamentos del marxismo
llevan a quienes en él se inician a la teoría del valor; a partir de ella se
entendería el desarrollo de la humanidad y construir una sociedad sin
explotados y explotadores. Esa teoría, en términos sencillos, afirma que lo
único que crea valor en el planeta es el trabajo humano; que, por ejemplo, los
objetos de la naturaleza - agua, frutos, piedras u otros - carecen de valor
hasta que la mano del hombre interfiere. Sobre esas bases, los defensores del
adefesio denominado “Socialismo” del S. XXI intentaron transformar Venezuela;
esa teoría explica el desarrollo así, se resume:
1.- Un fruto no tendrá valor
alguno hasta que una persona se aproxime, lo tumbe, recoja, y traslade a un
sitio, en este momento el valor del fruto será equivalente al esfuerzo humano
realizado y pudiera medirse, por ejemplo, en horas.
2.- Si ese fruto fuese
consumido por esa persona tendría un Valor de Uso y si lo intercambiara un
Valor de Cambio que debería “negociar” comparando valores por esfuerzos
realizados.
3.- En algún momento del
desarrollo de la humanidad, alguien se percató de que con ciertas herramientas
era posible tumbar más frutos, trasladarlos más rápido y en mayor cantidad, y
obtener mejores intercambios: Economía de Escalas dixit. Esas herramientas
fueron calificadas por Marx como medios de producción.
4.- Con la aparición de esos
medios surgieron ipso facto dos clases sociales, repito, dos clases:
1.- Poseedores de los medios de producción; y 2.- No poseedores. Desde ese
momento los poseedores “permiten” su uso a cambio de parte del valor producido.
5.- En el esclavismo, lo más
fácil para algunos era apropiarse directamente de los creadores del valor, es
decir de las personas mismas y les dejaban aquella parte del valor producido
justamente necesarias para mantenerlas vivas: Bozal de arepas se diría en
criollo.
6.- En el feudalismo, el
medio de producción fue la tierra, el señor feudal “permitía” que el siervo la
trabajase a cambio inicialmente de buena parte de su producción y luego con
monedas con el desarrolló del mercantilismo. El señor tenía también el derecho
a pernada o goce de las bondades de la mujer del siervo, mientras estaba en
eso, éste colocaba cuernos en la puerta de su casa, origen del célebre “montar
cachos”.
7.- Con la Revolución
Industrial se impulsa el capitalismo; las maquinas se convirtieron en los
medios preponderantes de producción y el valor producido por los obreros del
cual el capitalista se apropia es la plusvalía; término que Marx
tradujo del francés y que en perfecto castellano debería ser plusvalor.
8.- Al capitalismo debería
seguirle el socialismo; estadio en el que debería iniciarse la eliminación de
la dicotomía Dueños – No dueños al convertir a estos en dueños.
En esta sociedad todos
deberían trabajar y producir valor y eliminarse la “explotación de unos por
otros”; quienes sin justificación, enfermedades por ejemplo, no se inserten en
la producción de bienes y servicios constituyen el lumpen-proletariado o
sub-proletariado, clase social que se apropia de la riqueza social mediante
robos, secuestros y corrupción; o prebendas burocráticas por ocupaciones de
plazas; colectivos armados; montaje de eventos pagados por ministerios y Pdvsa;
milicianos y uniformados de cualquier cuerpo que vigilan ferias y colas;
camisas rojas de marchas; pedigüeños que vive de las misiones; y unos dos
millones de desempleados disfrazados de empleados públicos.
Si además esa “revolución”:
1.- Se sustenta en unas fuerzas armadas con creciente consumo de menguados
ingresos petroleros en armas y beneficios salariales en cargos ministeriales y
hasta de simples jefes de oficinas; 2.- que la proporción “bozal de arepas” de
los cestatickets es mayor que el salario; y 3.- que las grandes empresas no son
del pueblo productor sino de un Estado capitalista y peor patrono del país que
se apropia y mal utiliza el plusvalor de sus honestos trabajadores, puede
afirmarse que estos dizque socialistas se han alejado infinitamente del
planteamiento marxista de una sociedad desarrollada sobre el trabajo.
Definitivamente, esos
“dirigentes revolucionarios” carecen de ética, son inconsecuentes con sus
propios preceptos ideológicos; se atornillan al poder porque saben que el poder
se les escapa de las manos y solo les resta juicios y cárceles o “exilios
dorados” en la Cuba pro USA, en Irán o Rusia. Ante ello se impone el Referendo
Revocatorio, activémonos para sacarlos, Venezuela merece otros rumbos.
14-10-16
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