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sábado, 1 de octubre de 2016

Yineska Quintero fue de Catia a México cantando décimas por @mabelsarmiento


Por Mabel Sarmiento


Esta chica de 18 años ha representado a Venezuela en seis oportunidades en la Jornada Iberoamericana de niños y jóvenes poetas, troveros y versadores.

Mientras las muchachas de su edad están organizando fiestas y paseos —parte de las actividades normales de la juventud—, Yineska Quintero, de 18 años, está metida en la onda de la composición de versos, coplas y décimas.
Y no es que para Yineska ir de fiestas sea malo. Todo lo contrario, también comparte esas formas de entretenimiento con las amigas. No obstante, sucede que para ella es más importante ahora trabajar en pro de la cultura popular.

“Eso me ha llenado de grandes satisfacciones y de las mejores experiencias de mi vida”, dijo cuando se le consultó qué significa ser cultor popular.

Yineska desde pequeña estuvo ligada a la décima. Fue su padrino, Wilfredo Mendoza, quien la llevó de la mano a recorrer los sabores del arte: la introdujo en los velorios de la Cruz de Mayo, en los bailes de San Juan, en la Paradura del Niño y en tantas otras tradiciones locales que pareciera se pierden en el tiempo.


“Pero eso no es así, porque gracias a mis padrinos hemos podido mantener festividades, como la Cruz de Mayo, muy vigentes. Quizá lo que pasa es que aquí en Venezuela hay muy poco apoyo a la cultura, a no ser la que ya está institucionalizada o tiene mucho auge”, expresó.

Yineska forma parte de la Escuela de Niños Decimistas de Catia, un proyecto que surgió del trabajo de grado de Mendoza. En estos momentos, hay otros 10 chicos con ella que trabajan en la formación de los cantos y en la producción de sus propias décimas.

“Yo ya estoy haciendo las mías y es algo muy bonito porque es crear versos de 10 líneas que hablan de cómo somos”, contó.

Del 14 al 2 de agosto estos 11 muchachos participaron en la 8va. Jornada Iberoamericana de niños y jóvenes poetas, troveros y versadores, realizada en México.

“Desde que comenzaron esas jornadas nos han invitado. No sé cómo los organizadores llegaron a nosotros pero ha sido algo muy bueno eso que nos pasó. En esas jornadas participan muchachos de Panamá, Colombia, Puerto Rico, Cuba, Argentina, Chile, Perú, el país vasco, México y Venezuela. En dos oportunidades no pudimos viajar porque no teníamos recursos y aquí nadie nos apoya, pero gracias a los aportes del señor Junípero Cabrera, director del Museo de la Sierra Gorda y miembro del comité organizador de México pudimos participar en esta oportunidad”, relató.

Estas jornadas, según explicó, no son festivales ni concursos, sino más bien encuentros donde se expone la lírica de cada país: “Es visto como un proyecto educativo que unifica las culturas. Se trabaja mucho en estas jornadas porque uno va de pueblito en pueblito ofreciendo décimas y asistimos a talleres y conferencias”.


En agosto Yineska estuvo en una jornada de jóvenes trovadores en México
De regreso a su casa —es catiense de raíz— Yineska continúa con su formación. “Las clases las tomamos todas las tardes a partir de las cuatro, mientras que para componer no tengo horas específicas”.

Sus compañeros son de varias edades, aunque en la medida en la que crecen se van por otros rumbos. Pero esta joven, la más pequeña de tres hermanos y que pronto comenzará su quinto año de bachillerato, asegura que le queda décima para rato.

Foto: Cortesía

28-09-16




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