Por Alessandro Di Stasio
El nuevo proceso de diálogo
anunciado por los voceros de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD)
el pasado 9 de noviembre ha provocado diferentes opiniones en la sociedad
venezolana: mientras algunos se mantienen expectantes, otros consideran que no
traerá beneficios al país.
¿Es posible la superación de
la crisis económica, social y política del país a través de la
negociación? ¿Cuál es la estrategia de los bandos políticos? ¿Es posible un
proceso detransición en el país? El politólogo John
Magdaleno respondió a estas interrogantes en un foro realizado en la Ucab
sobre los derechos políticos de los ciudadanos.
Explicó que la principal tarea
a la que se enfrenta la oposición “es que las autoridades (Gobierno) violan
sistemáticamente las garantías constitucionales“.
A su juicio, mientras se
violenta el marco legal del país, el Gobierno también crea un dilema
estratégico a la oposición. “Si siguen participando en elecciones, se
pondrán más incertidumbres para crear desconfianza en el sistema. Y
si no participan, también se cuenta con un repertorio preparado, como
la legitimidad y control aún mayor de la administración
pública“, afirmó.
Pero mientras
el Gobierno pone disyuntivas en el camino a sus oponentes, Magdaleno
especificó que la oposición tiene otro gran problema por delante: no hay
consensobásico acerca de la estrategia para promover el inicio de la
transición, “lo que disminuye la probabilidad de un cambio político“.
“Las transiciones no ocurren
mágicamente. Es una acumulación de factores condicionantes,
como presiones y amenazas creíbles. De lo contrario, no hay
garantías para que el régimen se aparte”, dijo.
Precisó que las condiciones
que presenta la MUD (Mesa de la Unidad Democrática) para ir al
proceso de diálogo -como la renovación del CNE, magistrados del TSJ,
respeto a la AN, apertura del canal humanitario y la liberación
de los presos políticos— no serán cumplidas. “Es obvio que el régimen
autoritario no se las dará. Se necesita una evaluación de las opciones
factibles”.
Asimismo, cree que el primer
paso que debe lograr la oposición es llegar a un acuerdo básico para definir
una estrategia y buscar la fractura en la cúpula gobernante.
“Mientras más se alejan de un consenso, más nos acercamos al establecimiento
mayor del autoritarismo“.
“Vamos en camino a un
totalitarismo”
Para Magdaleno, Venezuela
no es una democracia, pues, para poder serlo, deben cumplirse las siguientes
garantías: las decisiones gubernamentales deben estar respaldadas en
la Constitución; elecciones imparciales; derecho a expresarse sin peligro
a ser amenazado; la existencia de fuentes alternativas de información
protegidas por la ley; el derecho de formar asociaciones y grupos con interés
público; y la autonomía de una entidad política.
“¿Pero… nosotros cumplimos con
esas garantías?”, se preguntó, a lo cual respondió que el Gobierno
nacional solo cumple con una garantía democrática: la autonomía.
El politólogo define
a Venezuela como un sistema donde se restringen
los derechos civiles —como la participación política—, se busca
la despotilización y desmovilización de los sectores sociales, y se aumentan
los costos por vincularse en los asuntos públicos.
“Estamos en presencia de una
aproximación seria hacia un autoritarismo hegemónico, del cual vemos un
avance hacia un totalitarismo“, precisó.
¿Y cuáles son las
características de un totalitarismo? Detalló que son la imposición de
una ideología oficial, un partido dirigido por una única autoridad,
una policía que implementa el terror, el monopolio de las
comunicaciones y de las armas, así como una economía fuertemente
centralizada y el sometimiento del orden legal hacia un
bando.
21-11-17
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