Por Armando Janssens
Principios que deben signar el
proceso de desarrollo de nuestro país:
Una sociedad profundamente
democrática en lo político, social y económico,
que respete los derechos
humanos,
la libertad como
responsabilidad,
el bienestar como construcción
permanente y
los valores comunitarios
inherentes a nuestra cultura.
Una sociedad que reconoce la
pluralidad de ser y hacer humano,
que crea igualdad de
oportunidades para todos,
donde cada uno puede expresar
y realizarse a plenitud,
que convierte la participación
ciudadana en eje fundamental
y cree así una ciudadanía
responsable y organizada.
Una sociedad que se sabe dueña
del Estado,
corresponsable en su decidir y
actuar,
donde lo público se convierte
en responsabilidad de todos
por medio de los aportes de la
sociedad civil organizada
en variadas formas y enfoques
de todos sus sectores.
Una sociedad altamente
productiva y competitiva,
expresada en múltiples formas
y variantes
creando riqueza desde todos y
para todos,
con una seguridad social real
y eficaz
eliminando así la pobreza y
marginación.
Una sociedad con buenos
servicios públicos,
prestados por los que saben
hacerlo,
donde la educación y la salud
están al alcance de todos,
la justicia funciona oportuna
y acertada,
la administración pública con
rectitud y eficacia.
Una sociedad promovida desde
sus municipios y estados,
con capacidad propia de
decisión y gestión,
que promueva un desarrollo
sustentable cerca de la gente,
con visión mancomunada de un
país integrado,
expresión de una visión
compartida.
Una sociedad construida desde
su gente y sus comunidades,
abierta a Latinoamérica y al
mundo,
en franco intercambio a partir
de su forma de ser:
su pluralidad cultural, su
capacidad inventiva, su grandeza convivencial,
su anhelo de convertirse en
una sociedad de todos.
26-11-17
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