David Alandete 29 de septiembre de 2020
@alandete
Un portavoz diplomático asegura que el ministro de
Exteriores europeo practica «diplomacia de cowboys»
Duras críticas de la diplomacia norteamericana al modo
en que el socialista español Josep Borrell está gestionado la crisis de
Venezuela desde su puesto de Alto Representante de la Unión Europea para
Asuntos Exteriores y Política de Seguridad Común y Vicepresidente de la
Comisión Europea. Después de que la semana pasada Borrell aceptara mandar una
misión europea a Caracas para negociar con Nicolás Maduro el
aplazamiento de las elecciones legislativas previstas para el mes de
diciembre, el Gobierno estadounidense acusa al político español de ir por libre
y hacer caso omiso a las opiniones de los aliados europeos y trasatlánticos.
Según dijo ayer a ABC un portavoz de la Oficina de
Asuntos del Hemisferio Occidental del departamento de Estado, responsable de la
diplomacia hacia América Latina, «el ministro de Exteriores de la Unión Europea
Borrell parece estar insertando su opinión sobre la diplomacia hacia Venezuela
sin consultar a los vecinos de Venezuela o incluso sin consultar a la mayoría
de los gobiernos de la propia Unión Europea. La diplomacia es más efectiva si
se acomete con consultas y de forma coordinada».
Ese mismo portavoz añadió que «como dijo el Representante
Especial Abrams, no es útil que la oficina de Borrell trabaje sola. Es justo
llamarlo diplomacia de cowboys». En efecto, el enviado especial de EE.UU. para
las crisis de Venezuela e Irán, el veterano diplomático Elliott Abrams, dijo al
diario «The Washington Post» el domingo que cree que Borrell actúa como
«un cowboy», al ir por libre.
Esa comparación no es aleatoria ni casual. El
embajador Abrams estaba citando unas palabras del propio Borrell, quien en mayo
de 2019, cuando todavía era ministro de Exteriores de España, dijo en una
entrevista en TVE que Trump y su Gabinete están actuando en Venezuela como «un
cowboy que va diciendo: mira que desenfundo». En una visita a Washington,
durante una reunión ministerial de la OTAN, Borrell rechazó tratar la crisis de
Venezuela, aunque el Gobierno de Trump, anfitrión del encuentro, dio pie a
ello. Preguntado por ABC, Borrell dijo luego que las ministeriales de la OTAN
«no son un chat para hablar de los problemas del mundo».
Según ha revelado ABC, la semana pasada, después de
reunirse con el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, en Bruselas,
Borrell despachó una misión a Caracas para negociar con Maduro y convencerle de
que aplace las elecciones legislativas de diciembre seis meses. EE.UU. ha denunciado
en repetidas ocasiones que no se dan las condiciones para unas
elecciones, ni siquiera aplazadas. Antes, asegura la diplomacia
norteamericana, el régimen debe renunciar a las prácticas lesivas de las
libertades civiles y los derechos humanos que recientemente ha denunciado
Naciones Unidas en un informe.
Según dicen las mimas fuentes diplomáticas
estadounidenses a este diario, el plazo de las elecciones es irrelevante. Lo
importante es que la votación sea libre y transparente. «El calendario es solo
un factor y deben establecerse las condiciones mínimas para unas elecciones
presidenciales y parlamentarias libres y justas. Los venezolanos tienen tanto
derecho a elecciones libres y justas como cualquier persona en Europa», asegura
ese portavoz.
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