Por Froilán Barrios
La comunidad
internacional ha calificado el Informe de la Misión Independiente de
Determinación de los Hechos sobre Venezuela, creada por el Consejo de Derechos
Humanos de la ONU en septiembre de 2019 (resolución 42/25), como un documento
demoledor demostrativo de la violación permanente de los derechos humanos en
nuestro país, al identificar incluso a funcionarios de la mayor jerarquía del
régimen como responsables de torturas, muertes y violaciones contumaces,
calificados como delitos de lesa humanidad, los cuales no prescriben ante la
justicia internacional.
Pues bien, a la
contundencia de este informe que afecta dramáticamente a miles de venezolanos
al continuar detenidos cientos de prisioneros políticos y la represión
gubernamental impune, se añade la tragedia que impacta a millones de
venezolanos, denunciada mil veces ante los diferentes organismos
internacionales, entre ellos la OIT organismo vigilante global de los acuerdos
laborales reconocidos por 150 países a nivel planetario.
Visualizada en el
salario mínimo en Venezuela con la cifra récord de 0,80 dólar mensual,
indicador que no registra ningún país de los 5 continentes, donde
pudierancontarse con los dedos de la mano las regiones con la situación extrema
de 1 dólar diario, como Cuba y Kenia, porque la cenicienta continental Haití
indica ingresos diarios de 2 dólares para sus trabajadores.
Si el Informe de la
Misión de la ONU denuncia expresamente asesinatos, en este caso estamos en
presencia de un genocidio que incluye a casi 5 millones de pensionados y
jubilados que perciben su pensión o jubilación inferior a 1 dólar, a los 3
millones de trabajadores del sector público cuyas remuneraciones promedian
entre 0,80 y 8 dólares mensuales. Entre tanto, en el sector privado,
con una población formal aproximada de 3,5 millones de trabajadore,s las
encuestas identifican remuneraciones promedios de 30 a 50 dólares, pues la
economía informal con una población cercana a 3,5 millones se bate al detal
diariamente, sin ingreso fijo en medio de la pandemia y cuarentenas radicales y
flexibles.
Si vamos a los análisis
de mercado, las ONG especialistas en la materia nos indican cómo en el caso del
Cendas-FVM la Canasta Básica Alimentaria de agosto se ubicó en más de
91.800.000 bolívares, con una proyección para finales de septiembre de 100
millones de bolívares. Entre tanto, los pronósticos de devaluación indican para
diciembre de 2020 un dólar sobrepasará los 900.000 bolívares. Este escenario
dantesco fue el impulsor de la diáspora 2015-2019 de 6 millones de venezolanos
y el reinicio del éxodo para lo que resta de 2020 y de 2021.
¿Qué es lo alarmante?
Que el régimen tiránico no reconoce esa realidad y todo se lo achaca al
bloqueo, excusa predilecta que decreta la pobreza extrema y conlleva
a trabajadores públicos, como lo denuncian sindicatos de la región capital, a
comer de la basura al solo decretar bonos de la patria con cantidades
irrisorias para adquirir la alimentación suficiente.
Curiosamente, el sector
privado estigmatizado por el “presidente obrero” como “explotador y
chupasangre” ha hecho una propuesta concreta a través del presidente de
Fedecámaras, de pagar un salario mínimo vital de 25 a 30 dólares para afrontar
la situación de emergencia nacional.
La inacción y la
indolencia gubernamental solo conducen a la agonía de un pueblo inerte,
indefenso, indiferente a elecciones legislativas o a referendos consultivos, el
impasse económico, político y social requiere la reactivación urgente de la
economía, medidas sanitarias para enfrentar la pandemia, dotar de poder
adquisitivo a la población y la convocatoria en el corto plazo a elecciones
generales para restablecer la democracia.
Finalmente, este drama
que sufre el pueblo venezolano amerita la atención de los gobiernos
democráticos del mundo, de la ONU, la OIT, la UE, la OEA, que debieran ejecutar
acciones más allá de la diplomacia retórica, pues por las dimensiones de la
tragedia determina la presencia urgente de misiones de estos organismos como ha
sucedido en otros países, con capacidad de afrontar la crisis humanitaria que
amenaza incluso la existencia de la nación y facilita la prolongación de la
dictadura.
23-09-20
https://www.elnacional.com/opinion/record-global-salario-minimo-a-menos-de-1-dolar-mensual/
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