Lester Toledo 17 de septiembre de 2020
@LesterToledo
Nicolás
Maduro Moros, Vladimir Padrino López y Néstor Reverol tienen sus manos llenas
con sangre de ciudadanos venezolanos, cientos de ellos que murieron en las
calles de Venezuela mientras protestaban, otros más desaparecidos de forma
forzosa, otros fallecidos en medio de torturas crueles. Así lo determinó la
Misión Independiente de Determinación de los hechos sobre la República
Bolivariana de Venezuela conformada el 27 de septiembre de 2019 por el Consejo
de Derechos Humanos de la ONU.
Y
esta semana, a casi un año de su instauración, revelaron al mundo, de manera contundente
e inobjetable, grandes verdades sobre el cariz criminal del actual régimen
venezolano.
Tal
como se lee en este reporte de la ONU, el interés de tal misión fue investigar
“las ejecuciones extrajudiciales, las desapariciones forzadas, las detenciones
arbitrarias y las torturas y otros tratos crueles, inhumanos o degradantes
cometidos desde 2014, a fin de asegurar la plena rendición de cuentas de los
autores y la justicia para las víctimas”.
En
443 páginas de horror, los miembros de la misión recopilaron los testimonios de
más de 274 entrevistas con víctimas, testigos, familiares, ex funcionarios del
Estado, abogados, representantes de organizaciones no gubernamentales y
personal internacional, todos ellos, con sus testimonios, hablaron por todos y
cada uno de los venezolanos que sufren a diario los rigores de este régimen.
El
texto de este informe es demoledor, y acá reproducimos textualmente unos
párrafos: “La Misión tiene motivos razonables para creer que la mayoría de las
violaciones y los crímenes documentados en el presente informe se cometieron en
el marco de un ataque generalizado y sistemático dirigido contra una población
civil, con conocimiento del ataque, de conformidad con una política estatal o
en apoyo de ella.
En
relación con estos crímenes, la Misión tiene motivos razonables para creer que
en Venezuela se cometieron crímenes de lesa humanidad en el período examinado.
Estos crímenes incluyen: El encarcelamiento y otras privaciones graves de la
libertad física en violación de las normas fundamentales del derecho
internacional, los actos de tortura, violación y otras formas de violencia
sexual, y otros actos inhumanos.
Todas
las violaciones y los crímenes documentadas en el referido informe dan lugar a
una responsabilidad penal individual, tanto en calidad de crímenes de lesa
humanidad como de crímenes distintos establecidos en la legislación nacional.
De
las conclusiones más impactantes y determinantes del reporte de derechos
Humanos en Venezuela es cuando la Misión de la ONU señala que “cuenta con
información que indica que el Presidente y los Ministros del Interior y de
Defensa tenían conocimiento de los crímenes. Estaban en estrecho contacto con
otros miembros de la FANB, incluido la GNB, y también con los directores de la
PNB, el CICPC, el SEBIN y la DGCIM. Daban órdenes, coordinaban actividades y
proporcionaron recursos para llevar a cabo los planes y políticas establecidos
en el informe”.
Si
luego de este impactante y contundente informe, aún persistían dudas sobre el
carácter criminal del régimen de Maduro, esta investigación ordenada por el
Consejo de DDHH de la ONU, las hizo trizas. Se trata de un informe demoledor
que hoy hace justicia a los cientos de asesinados, a los miles de torturados y
a los más de 300 presos políticos que aún están tras las rejas. De nada le
sirvió a Maduro querer lavarse la cara con las excarcelaciones de agosto, pues
nada limpiará la sangre derramada y el profundo dolor que ha causado al pueblo
venezolano, solo la cárcel.
Tenemos
años acudiendo a organismos internacionales exigiendo pronunciamientos sobre
las violaciones sistemáticas a los Derechos Humanos en nuestro país. Con ese
fin acudimos en enero y abril de 2017, al Alto Comisionado de la Organización
de las Naciones Unidas (ONU) para los Derechos Humanos. Luego en 2019 estuvimos
en la sede de la ONU en Nueva York levantando la voz por todos los venezolanos
alertando sobre las atrocidades del régimen en Venezuela.
Sin
duda estas páginas de horror y muerte serán determinantes para juzgar a Nicolás
Maduro y a sus secuaces por delitos de Lesa Humanidad. Fueron ellos quienes
ordenaron asesinatos, torturas y represión letal en contra de nuestro pueblo.
Ahora
exigimos una mayor determinación. La Corte Penal Internacional (CPI) debe
también activarse, porque si bien es un gran paso el que logramos este día, no
cesaremos en la lucha hasta lograr cárcel al dictador de manos ensangrentadas y
para todos sus cómplices de crímenes de Lesa Humanidad.
Lester
Toledo
@LesterToledo
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