Por Mercedes Malavé González
Pido disculpas por el
anglicismo en el título, pero los periodistas saben perfectamente bien a qué me
refiero. Técnicamente, las 5 “Wh” responden a las circunstancias que rodean un
hecho o acontecimiento: quién, qué, por qué, cuándo, dónde. Hagamos el ejercicio
con el voto y la conveniencia de votar este 6 de diciembre.
¿Qué es el 6D? El 6D es
un día de elecciones en Venezuela. Habrá un proceso electoral parlamentario
convocado bajo las mismas condiciones indignantes de procesos anteriores
durante la administración de Maduro. Elecciones con presos políticos,
inhabilitados, ilegalizaciones de partidos, persecución, ventajismo y continuas
violaciones al Reglamento de Procesos Electorales. Elecciones con rectores
militantes del PSUV, escogidos por el TSJ de Maduro. La diferencia fundamental
entre estas elecciones y las anteriores es que Maduro tiene más rechazo popular
y la dirección opositora apuesta más fuertemente por la abstención.
¿Por qué votar? Hay
múltiples razones para hacerlo. Votar, protestar, participar, organizarse es
una forma de luchar. Hay quienes dicen que votar es legitimar a Maduro, pero es
imposible legitimar un proceso electoral que no cumple con condiciones mínimas
de transparencia y competitividad electoral.
Por eso, no se trata de
legitimar un sistema, sino de enfrentarlo políticamente con las armas con que
cuenta la ciudadanía, no con ficciones no deseables. Además, cabe recordar que
la política no es un tribunal ni una instancia moral; es una actividad que
consiste en conducir a la población de una situación A a una situación B.
La ética es intrínseca
al oficio político, pero no lo determina. Si lo determinara no fuera ética sino
coacción. La única arma que tenemos es el voto; la presión internacional, las
sanciones económicas y los procesos judiciales en la Corte Penal Internacional
no son armas propiamente ciudadanas, más bien acompañan los esfuerzos de un
pueblo organizado, movilizado y con un liderazgo que le lleva por caminos de
acciones posibles y no utópicas.
¿Por quién votar? Es la
pregunta más frecuente. Unas elecciones con partidos judicializados, con la
llamada mesita de negociación que no le ha brindado soluciones al país, con
diputados que se prestaron para el asalto de partidos y de la Asamblea
Nacional, etc., no brinda una oferta atractiva de candidatos “opositores”.
Sin embargo, en los
circuitos hay candidatos que podrían merecer la confianza de los electores. El
problema se presenta en la lista nacional que, por su misma configuración, es
inconstitucional y está integrada por candidatos no confiables. El problema
parece no tener salida por ninguna parte.
Aunque no existe una
solución idónea a este problema, estoy convencida de que la abstención no solo
no lo resuelve, sino que empeora la situación de derechos de los electores. Por
eso, un grupo de ciudadanos estamos promoviendo la tarjeta de Unión y Progreso,
encabezada por el doctor Luis Mata Mollejas, presidente de la Academia Nacional
de Ciencias Económicas y Sociales, y otras personalidades de probada
trayectoria a nivel nacional.
¿Cuándo votar? Es una
pregunta que va más allá del 6D. El problema de la estrategia electoral
opositora ha sido precisamente ese: votar de vez en cuando. La historia de la
oposición venezolana es de triunfos y abstención electoral. Paradójico camino
pero así ha sido. Por eso, ante la pregunta cuándo votar la respuesta es:
siempre. Para eso hay que estar organizados.
¿Dónde votar? Aunque
parezca obvio, la respuesta no lo es, pues la estrategia del dualismo, iniciada
por Chávez, da pie a pensar que se puede votar en un organismo paralelo,
llámese CNE en el exilio o consulta virtual. Se vota en el organismo electoral
que controla el Estado aunque sea de facto.
Así como no es lo mismo
protestar en una avenida del territorio venezolano que hacerlo en otro país o
de manera virtual, no es lo mismo votar en procesos electorales establecidos en
la Constitución que en cualquier otra iniciativa de carácter partidista o
ciudadano, por el simple hecho de que estas iniciativas pueden ser eficaces más
no vinculantes.
Responder a estas cinco
preguntas puede generar un debate lógico en la oposición. Sin embargo, el hecho
político trasciende ese debate. Habrá elecciones el próximo 6 de diciembre y
cada uno deberá tomar una decisión. Termino con una frase del doctor Caldera en
el Nuevo Circo de Caracas en el año 1952:
“Vamos a las elecciones
seguros de que cada voto será un testimonio de dignidad.” “Vamos a las
elecciones no para dejar la lucha, sino por miedo de dejar la lucha si nos
decidiéramos por la abstención. Vamos a las elecciones para mantener este
combate por el ideal. El que se abstiene está apoyando al gobierno actual. El
que se niega a la lucha está negándole su aporte a una Venezuela hambrienta de
que se le devuelva su decoro”.
Mercedes Malavé es
Político. Doctora en Comunicación Institucional (UCAB/PUSC) y profesora en la
UMA.
24-11-20
https://talcualdigital.com/cinco-wh-del-voto-por-mercedes-malave-gonzalez/
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