Por Simón García
Leo en el Breve diccionario
etimológico de Gómez de Silva los significados de manifestación. Uno alude a la
acción de revelar, descubrir lo ignorado, mostrar sentidos ocultos como hace la
epifanía cristiana en relación a la divinidad. En sentido cívico, manifestación
es la reunión, generalmente al aire libre, para expresar un interés común,
reclamar un derecho o hacer pública una protesta.
Un proceso electoral es la
manifestación del pueblo, constitucionalmente definido como el soberano. Así
que su voluntad expresa una autoridad que está por encima del gobierno, sea
democrático o dictatorial. Pero la existencia o no de democracia es
determinante para abordar diferenciadamente el tema de los derechos.
En las democracias la
unidad, básica y activa, de la selección competitiva de los gobernantes es el
voto. En una dictadura, la fuerza. La democracia es deliberación, consensos y
control de los ciudadanos sobre el Estado, la dictadura impone un proceso
inverso.
Es casi inexplicable que con
un 80 % de rechazo el oficialismo, la oposición mayoritaria en la Asamblea
Nacional haya desistido de luchar unidos por transformar ese rechazo en una
rebelión electoral. El G4 realiza una fuerte campaña abstencionista que en vez
de apuntar a la derrota del régimen propicia convertir la elección
parlamentaria en la validación de una estrategia para derrocar a Maduro sin
votos y sin balas.
Lo que la actual politología
denomina “hegemonía” es abiertamente una situación brutal de dominio opresivo y
excluyente de la mayoría por parte de una minoría que asalta y monopoliza el
aparato del Estado. El régimen afinca su orden represivo en idiotizar a los
ciudadanos, echarlos del foro político, sacarlos de la participación en los
asuntos públicos y sojuzgarlos a placer.
En tal aplastamiento de la
sociedad es un contrasentido llamar a un pueblo a renunciar al poder que reside
en sus manos. No existe otra manera de elegir a los gobernantes, constitucional
y democráticamente, que no sea mediante el sufragio. La abstención entrega ese
derecho, anula las fuentes que originan la existencia de la democracia, concede
al bloque autocrático una ventaja para perpetuarse con el consentimiento tácito
de una mayoría que renuncia a protestarlo, rechazarlo y castigarlo con el voto.
En el caso de Venezuela es
una renuncia demencial, un fraude a la conciencia cívica y lo peor, estimula
una guerra entre una oposición fragmentada y atrincherada en posiciones
irreconciliables.
Dejar de hacer la crítica
real de los votos para dedicarse a la crítica virtual, al boxeo de sombras de
los tuits, a la narcisista adicción al videíto crea la falsa conciencia de que
se está en algo y proporciona la tranquilizadora ilusión que desde la pasividad
se puede mover el cambio.
La pista desde donde despega
la abstención es una estrategia agujereada por fracasos y derrotas. Sus
aterrizajes no pueden ser peores: poner como final de la salida un gobierno en
el exilio exterior (el inxilio, con la gente, ya lo sufre) y dejar a quienes se
quedan en el país a merced de la frustración, la desesperanza o la sensación de
impotencia. Todos sabemos que a la vuelta del 6D nos espera un duplicado
agravado de la abstención del 2005.
Pero no estamos condenados
al carrusel de las desdichas. Los estudiantes en la calle no dejan de
manifestar porque una barrera policial les impida avanzar. ¿Vamos a dejar la
manifestación electoral porque las restricciones y ventajismos oficialistas nos
quitan garantías democráticas?
Para salir de la desgastada
“nuestra misión histórica”, apelemos a la ética weberiana de la
responsabilidad: votar como paso inicial para asumir el retorno a la gente, la
defensa de la democracia como bien cotidiano y la organización de un movimiento
donde todas las franjas opositoras tengan espacio. Es un imperativo construir
nuevas coincidencias para que evitemos que buscando la transición a la
democracia, recalemos en la del autoritarismo al totalitarismo.
Simón García es Analista
Político. Cofundador del MAS.
22-11-20
https://talcualdigital.com/la-manifestacion-electoral-por-simon-garcia/
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