Redacción Runrun.es
Una vez más, Nicolás
Maduro asomó el regreso a clases de manera presencial para el
próximo año escolar 2021-2022. Sin embargo, la decisión -que aún no ha sido
corroborada- ha generado controversia tanto en el gremio educativo,
como en padres, representantes y
en la comunidad científica.
La baja tasa de
vacunación contra la COVID-19 en Venezuela, las exigencias salariales que
vienen reclamando maestros y profesores, la deficiencia que presentan los
servicios públicos, la crisis económica, y ahora, la llegada de la variante
delta, son algunas de las limitaciones que frenan un regreso a clases
seguro en Venezuela.
Miriam Ramírez, madre
de un adolescente de 13 años, quien está por comenzar el segundo año de
bachillerato, afirma que los estudiantes deben, de alguna manera, volver a
tener clases presenciales.
“Los maestros
deben crear y planificar alguna modalidad de estudio donde exista la posibilidad
de que los alumnos tengan dos o tres clases presenciales a la semana, con
todo el protocolo de bioseguridad. Los muchachos se están acostumbrando a estar
en la casa pegados a las pantallas y están dejando a un lado su responsabilidad
y hábitos con los estudios”, dijo.
Sobre el regreso a
clases presenciales, la pediatra y miembro de la Red de Madres, Padres y
Representantes, Lila Vega, afirma que es esencial volver a la
modalidad presencial en las escuelas.
Vega explicó que
la educación a distancia no ha sido capaz de reemplazar, ni siquiera
alcanzar parcialmente los objetivos que regularmente se plantean en las aulas
de clases.
“Sería un abuso
extraordinario del derecho fundamental de niños, niñas y adolescentes a la
educación, que no se planteara el inicio de clases presenciales este
próximo año escolar. Es necesario, esencial, indispensable que las
escuelas abran de manera segura, por supuesto, pero tienen que abrir. Yo no veo
otra alternativa para el próximo año escolar”, aseveró Vega.
Sobre la condicionante
de la vacunación para el regreso a clases, Lila Vega afirmó que sería lo ideal, pero
que no debería ser un requisito para el inicio de las clases.
“Está demostrado en
muchísimos países del mundo que cuando se toman las medidas de bioseguridad
(lavado de manos, distanciamiento físico, uso de tapabocas, limpieza de
superficies e identificación y seguimiento de casos y contactos) las escuelas
pueden abrir de manera segura y logran transmisiones menores que las que
se ven en la comunidad en las que están insertadas esas escuelas”,
aseguró la pediatra y miembro de la Red de Madres, Padres y Representantes.
Las condiciones no
están dadas
Desde hace muchos años,
incluso antes de la llegada de la pandemia, los maestros y profesores
venezolanos ya venían denunciando la situación del sistema educativo y
la incapacidad del gobierno para generar condiciones laborales óptimas y buenas
políticas públicas, tanto así que en el año 2018, el sector educativo
fue declarado en “emergencia compleja”.
A juicio del
profesor de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), Leonardo
Carvajal, es irresponsable que un jefe de Estado haya
prometido que para agosto-septiembre iba a estar vacunado un 70 % de la
población, cuando según cifras de la Academia Nacional de Medicina, apenas
se ha vacunado el 7%.
En días recientes, el
Observatorio Venezolano de los Servicios Públicos (OVSP) publicó el balance del
primer semestre de 2021 y determinó que 63.3% de los hogares
venezolanos no cuenta con acceso a internet.
Sobre este dato, el
profesor de la Ucab asegura que la internet en Venezuela «es muy lenta»,
por lo que la educación a distancia o online ha sido una mentira para la
inmensa mayoría”.
El OVSP también
hizo mención a la situación eléctrica y precisó que en 12 estados, del
país el 56 % de los venezolanos evalúa de forma negativa el servicio, mientras
que el 34 % reportó interrupciones diarias que pueden durar entre dos
y seis horas.
La Encuesta
de condiciones de Escuelas de Educa Miranda, realizada en julio
de 2021 a 94 planteles educativos de la región capital, demostró que la
mayoría de las instituciones educativas públicas no están preparada para un
inicio de clases.
Según la encuesta, 50 %
de los docentes reportaron una disminución de su matrícula con respecto al
año escolar 2019-2020.
Por su parte, 58,50
% de los docentes afirmó no haber atendido de manera regular a todos sus
alumnos durante la suspensión de las clases presenciales.
Mientras que 39 %
asegura que los planteles no cuentan con todos los maestros para atender a
los estudiantes. 22 % afirmó que no hay aulas suficientes para atender la
matrícula, 57 % no cuenta con baños suficientes y 45 % señaló que no
hay suficientes pupitres.
Sobre los servicios
básicos, Educa Miranda reportó que 84% de los encuestados indicó
que la falta o irregularidad en el suministro del agua es el principal
problema de los planteles.
Sobre el regreso a
clases, la encuesta reveló que 76% de los docentes encuestados reportan
que su plantel no tiene protocolos claros para la vuelta a clases. 68% de los
docentes está en desacuerdo en volver a clases presenciales.
Según Educa Miranda, hay seis factores que condicionan el regreso a clases presenciales: Situación salarial (73 %), vacunación (71 %), medidas de bioseguridad (66 %), falta de maestros (60 %), deficiencia en la alimentación de los niños (58 %) y la infraestructura escolar (55 %).
El presidente del
Sindicato de Maestros del Distrito Capital, Edgar Enrique Machado, afirma que no
hay condiciones para un regreso a clases presenciales.
“El 90 % de las
escuelas no cuenta con el servicio de agua, solo entre el 7 y 9% de los
docentes han sido vacunados con la primera dosis, la infraestructura escolar
está por el piso y a pesar de que se hizo un ajuste salarial sigue siendo
insuficiente, y ahora es peor porque nos pagan por la plataforma Patria, cosa
que afecta directamente nuestras prestaciones”, dijo.
Ciertas condiciones
aplican
El médico y secretario
de la Academia Nacional de Medicina, Huníades Urbina, en entrevista para el
Circuitos Éxitos, aconsejó, que para que el regreso a clases sea seguro, deben
existir varias condiciones.
“Los baños deben estar
funcionando, debe haber agua suficiente, jabón; dar alcohol o gel a
todas las personas que entran y salen del colegio. Entregar en el colegio
mascarillas nuevas todos los días, no sirve que se lleven unas de la casa.
En los salones tiene que haber aforo de 30% o 40%, y, mientras un grupo está en
clase presencial, el otro que está en su casa debería tener internet de
calidad, con equipos de computación”, comentó en esa conversación.
Edgar Enrique Machado afirmó
que en una mesa de trabajo que sostuvo el sindicato con la ONG Médicos Unidos
Venezuela, se llegó a la conclusión de que, para el reinicio a clases, todo el
personal docente, obrero y administrativo debería estar vacunado, pero que
serían los padres en conjunto con los directivos quienes deberían decidir si la
institución estaba en condiciones para retornar a las clases
presenciales.
A juicio de la
psicóloga clínico, Vanessa Nunes, hay elementos a favor y en contra del
regreso a clases presenciales.
En lo que respecta a
la salud mental, opinó que otro año escolar a distancia no es beneficioso
para los estudiantes, pero insiste en que hay que extremar los cuidados para
evitar el contagio con el COVID-19.
“Son importantes las
rutinas, hábitos, la interacción y socialización de los niños y jóvenes, pero
la realidad salud no se puede obviar y con la llegada de la variante
delta, todo se complica, porque está demostrado que los niños son más
susceptibles al contagio”, explicó Nunes.
Y precisamente con relación
a la llegada de la variante delta, el infectólogo venezolano Juan Félix
García, jefe de Servicio y director del Postgrado de Infectología
Pediátrica en el Hospital de Niños J.M. de los Ríos, comentó que esta nueva
variable que se sumó hace unos meses a la pandemia ha complicado el
regreso a clases presenciales en los países desarrollados.
«El regreso a clases es
un tema terrible. Aún en algunos países desarrollados, que hace unos meses
anunciaron su regreso a clases y ahorita tienen que recoger todas las
velas por lo que está pasando (con la variante delta)», declaró.
Sostuvo que el regreso
a clases significa tener maestros vacunados, niños vacunados y escuelas con
mejor situación, por ejemplo, escuelas con aulas con espacios abiertos y
en las que se respeten las medidas de contingencia: distanciamiento,
mascarillas, gel y espacios abiertos.
Sobre el caso
específico de Venezuela, enumeró las principales limitantes que atraviesan
los centros de educación locales y que pondrían en entredicho la
posibilidad de un regreso a clases seguro.
«En nuestros colegios
tiene que haber luz y agua», declaró. «Es un tema duro de tratar. En
colegios privados están siguiendo recomendaciones al pie de la letra, pero la
mayoría de los colegios que no lo son tienen problemas de infraestructura, de
agua y luz. Y el tema vacunal no es para estar tan optimistas, porque
si tuviésemos a las autoridades vacunando en cada esquina, como pasa en los
países desarrollados, uno diría, ‘ah bueno, sí’”.
Esto último lo comentó
sobre la posibilidad de vacunar a 70% de la población antes de llamar a
clases, una de las expectativas que hizo públicas Nicolás Maduro en reciente
rueda de prensa ante corresponsales extranjeros.
A juicio del médico
especialista, el criterio común de médicos e infectólogos es sugerir
reforzar la prevención con las medidas ya conocidas: mascarillas,
distanciamiento, uso de gel antibacterial y sitios abiertos.
«Los colegios deben
tener salones abiertos, las farmacias deben tener espacios abiertos, igual los
cines, supermercados, restaurantes. El virus circula con facilidad en ambientes
cerrados. Hay que tener ventanas en todas las áreas”, remarcó.
Misma situación en el
sector universitario
En el marco de la
presentación de los resultados de la encuesta sobre las condiciones de vida de
la población universitaria en Venezuela Enobu 2021, la profesora universitaria,
socióloga y coordinadora del Observatorio de Universidades (OBU), Yelena
Salazar Vidal ,afirmó que las clases presenciales ya tenían
dificultades para desarrollarse antes de la pandemia. «No teníamos
presupuesto para vigilancia ni para material de limpieza, era difícil ya
trasladarnos a las universidades», dijo Salazar.
Sobre el regreso a la
modalidad presencial, la profesora explicó que las clases
presenciales no dependen en Venezuela solo de la existencia de la pandemia,
sino también de la crisis que atraviesa el país.
«Si abren las
universidades, hay que reacondicionarlas; segundo, debemos resolver cómo
trasladarnos y tercero, y no menos importante, ajustar los sueldos de los
profesores. Además, es importante crear condiciones para que los estudiantes
tengan su alimentación mínima y condiciones mínimas de salud».
Sobre la deserción de
estudiantes en el sector universitario, el profesor e investigador de la
Ucab, Leonardo Carvajal, indicó que uno de cada dos estudiantes
ha abandonado sus estudios desde que comenzó la pandemia, principalmente
por la situación económica.
«En la Universidad
Central de Venezuela la deserción ha sido de (41 %), Universidad de Los Andes
(58 %), Universidad De Oriente (58 %), Universidad del Zulia (55 %). Estamos
frente a una generación que está tratando de medio trabajar para poder ayudar a
redondear el presupuesto familiar», dijo Carvajal.
Variante delta y el
regreso a clases en otros países del mundo
Como lo advirtió
el infectólogo pediátrico entrevistado, la variante delta representa un
dolor de cabeza para otros países del hemisferio que aspiran retomar las
actividades escolares presenciales.
Para el 18 de agosto, 92%
de los casos activos en México eran de variante delta. El retorno a clases
presencial es un tema ampliamente debatido en redes sociales; padres,
expertos médicos y organizaciones se enfrentan sobre la conveniencia o no de
adoptar esta medida.
En el marco de esta
polémica Ciro Ugarte, director de emergencias de la Organización Mundial
de la Salud, consideró que la reapertura de las escuelas no puede ser
generalizada, sino que debe estar “basada en una evaluación de riesgo
local, en la situación epidemiológica y en la capacidad de respuesta
y disponibilidad de los servicios de salud y las condiciones propias de los
centros educativos».
En tal sentido,
recomendó la implementación de mecanismos eficientes o mejorar los
existentes para notificar inmediatamente los síntomas que pudieran
aparecer en los centros educativos.
Otras sugerencias del
funcionario de la OMS para un retorno a clase seguro desde el punto de vista
médico es establecer una vigilancia epidemiológica y un diagnóstico rápido con
el fin de tomar medidas oportunas para reducir la transmisión «si es que
aparece».
Por otra parte, Perry
Wilson, profesor asociado de medicina y director del Acelerador de
Investigación clínica y Traslacional de la Universidad de Yale, comentó en un
artículo en Medscape.com que debido a la variante delta, es
probable que haya una tasa de transmisión mucho mayor entre los niños no
vacunados a medida que se abran las escuelas, lo que a su vez, incidirá en que
la tasa de ataque del virus en los hogares sea mayor, porque los niños llevarán
el coronavirus a casa.
En su análisis, citó un
estudio desarrollado a finales de 2020 en Ontario y publicado en la prestigiosa
revista Jama Pediatrics, que encontró que los niños de 0
a 3 años tenían más probabilidades de transmitir a un miembro del hogar el
coronavirus que los de 14 a 17 años.
«Esto podría deberse a
factores biológicos, pero francamente, sospecho que es mucho más fácil para un
niño de 14 años aislarse del resto de la familia en comparación con uno de 3
años. Y, en general, la diferencia no fue enorme. La tasa de ataque fue de
aproximadamente 31% si un niño pequeño era el caso índice, 27% si era un
adolescente», especificó al respecto.
20-08-21
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