Ismael Pérez Vigil 12 de octubre de 2024
@Ismael_Perez
- Segregación Racial en EE.UU.
12 de
octubre de 2024. Nada más oportuno que un 12 de octubre para hablar de la
“segregación racial”, cuando celebramos el “día de la raza” o “el encuentro de
dos mundos” que, en Venezuela, por razones ideológicas o políticas han
rebautizado de otra manera. Originalmente pensaba abordar el tema solamente con
el caso de Sudáfrica y la lucha contra el “apartheid”, pero creo que es
imposible hacerlo sin referirme primero a la lucha contra la “segregación
racial”, o por los “derechos civiles”, en los Estados Unidos (EE.UU) de
América.
La lucha por los derechos civiles.
El
tema de los “derechos civiles” y contra la “segregación racial” y la
discriminación está presente en los EE.UU desde su primer día como nación, el 4
de julio de 1776. Pero no me remontaré a esos albores, apenas lo haré hasta
mediados del pasado siglo, especialmente desde 1955 hasta finales de los años
60, cuando despertó en toda su complejidad y amplitud el problema racial con la
población negra norteamericana. En los estados del sur, principalmente, entre
la población negra hubo cientos de muertos por asesinatos −que en muchos casos
quedaban impunes−, se le impedía el acceso al estudio a todos los niveles a
dicha población, igualmente se le impedía el acceso al trabajo o se los
empleaba en pésimas condiciones laborales, se les relegaba a condiciones de vivienda,
insalubre, miseras y sin servicios básicos, se los condenaba a cárcel con
trabajos forzados y sin juicios justos, etcétera.
Algunos
gobernadores, y autoridades en general, arremetían contra la población negra o
favorecían abiertamente a los blancos racistas y hostigaban a las
organizaciones que defendían los derechos civiles y luchaban contra la
segregación. Hasta principios de los años cincuenta del siglo XX la lucha por
los derechos civiles, especialmente de la población negra en los estados del
sur, se desarrolló básicamente en tribunales y cortes de justicia, tratando de
que se respetaran los derechos que las leyes garantizaban a todos por igual y
que no se respetaban. De nada, o muy poco, sirvieron las decisiones de la
Suprema Corte del país, en contra de la discriminación, ni los esfuerzos de los
presidentes de los EE.UU, desde, Dwight Eisenhower hasta John F Kennedy
tratando de forzar, incluso con la Guardia Nacional y el ejército, el
cumplimiento de las leyes.
Modalidades
de la lucha civil.
Pero a
mediados de los años cincuenta del siglo pasado la lucha tomó otro cariz, se
hizo mucho más “militante”, con acciones directas, tomas de edificios y
locales, movilización de masas contra la segregación, por parte de negros y
blancos −que por igual se sumaron a esa lucha−; “sentadas” en restaurantes,
bibliotecas, escuelas y calles; “plantones” en comedores de universidades y
escuelas; tomas de edificios y locales públicos; “arrodilladas” en bancos de
Iglesias reservados para los blancos; grandes caminatas y manifestaciones;
tomas de autobuses y desplazamiento de negros y blancos en ellos y “viajes por
la libertad” en diversos estados del sur de los EE.UU. Se presentaron también
hechos violentos, con saldo de muertos y heridos; sin embargo, la violencia
armada, preconizada por algunos grupos más radicales, nunca tuvo una
significación importante, fue completamente disipada y la lucha, adquirió una
tónica claramente no-violenta con la incorporación en ella de las Iglesias
Protestantes y algunos importantes lideres, como Martin Luther King Jr. −el más
conocido, pero no el único− que activamente participaron en la lucha por los
derechos civiles.
Principales
hitos y algunos protagonistas.
Varios
hitos importantes en esta lucha, que apenas resumiré, para quien los quiera
investigar más a fondo, son:
– El
asesinato de Emmett Till, en 1955, un adolescente brutalmente asesinado en
Misisipi, acusado de acosar a una mujer blanca; un jurado integrado únicamente
por ciudadanos blancos, declaró inocentes a los asesinos, quienes sabiendo que
no podían ser juzgados nuevamente por ese delito, años más tarde alardearon del
asesinato y la supuesta víctima declaró, también años después, que el
adolescente asesinado ni siquiera le había dirigido la palabra; el caso fue
reabierto judicialmente en 2018. Desconozco cuál es la situación actual.
– La
acción de Rosa Parks, activista de los derechos civiles, que en 1955 en
Montgomery, Alabama, se negó a levantarse de su asiento en un autobús para
cederlo a un ciudadano blanco; tras ser arrestada y condenada, su acción sirvió
para que se organizara un boicot de autobuses en dicha ciudad, que duro más de
un año, acción que había sido común en años anteriores, pero que cobró
importancia a partir de ese momento, que fue imitada en otras partes y en la
que participaron numerosos activistas, entre ellos Luther King, Ralph
Abernathy, Edgar D. Nixon y Rosa Parks. Esta forma de protesta terminó cuando
la Suprema Corte de Justicia sancionó que la discriminación en el transporte
público era ilegal. Desde luego que el problema de la segregación racial no se
resolvió con esta acción, ni siquiera en Montgomery, pero el incidente tuvo
honda repercusión el todo el país.
– La
Crisis de Little Rock, cuando el Gobernador impidió con la Guardia Nacional que
varios estudiantes negros pudieran asistir en una escuela integrada; la acción
del Gobernador fue rechazada por el Presidente Eisenhower, que ordenó a la
Guardia Nacional regresar a sus cuarteles y escoltó a los estudiantes negros
−conocidos como “los nueve de Little Rock”− con el ejército, para que pudieran
incorporarse a estudiar.
–
Movilizaciones en Misisipi; en 1962 −el más racista y peligroso de los estados
sureños− un grupo de estudiantes blancos y negros antisegregacionistas,
apedrearon a la policía y promovieron graves disturbios, con saldo de heridos y
muertos, debido a la negativa de la Universidad de Misisipi de permitir la
incorporación de estudiantes negros, a pesar de una sentencia que lo permitía;
la crisis se disipó cuando el Presidente Kennedy envió al ejército para
suprimir la acción segregacionista del Gobernador del Estado.
– Los
movimientos en Albany y Birmingham, Alabama, entre 1961 y 1967, que fueron
cruciales para dar profundidad y especificidad a la lucha por los derechos
civiles de la población negra norteamericana.
– La
marcha sobre Washington, el 28 de agosto de 1963, que fue un acto unitario de
todas las organizaciones defensoras de los derechos civiles y congregó más de
200 mil manifestantes.
–
Diferentes marchas fueron importantes para la consolidación del movimiento;
además de la “Marcha sobre Washington”, una de la más famosas y decisivas fue
la marcha de Selma a Montgomery, en Alabama, que se denominó el “domingo
sangriento” (Bloody Sunday).
– La
aprobación de la Ley de los Derechos Civiles de 1964 y la Ley del Derecho del
Voto, un año más tarde, durante la administración de Lyndon B. Johnson, tras el
asesinato de John Kennedy el 22 de noviembre de 1963.
Todos
esos eventos adquirieron gran significación por la incorporación de diversos
activistas por los derechos civiles, entre los cuales se pueden mencionar:
Martín Luther King Jr., Ralph Abernathy, Rosa Parks, Edgar D. Nixon, Jesse
Jackson, Ella Baker, Bayard Rustin, Malcolm X, Elizabeth Eckford, Medgar Evers,
Philip Randolph, y cientos más, imposible de nombrarlos a todos.
Los
sucesos de Birmingham, Selma y el asesinato de Luther King.
Lo
ocurrido en Birmingham, Alabama, ya mencionado, fue crucial en la campaña por
los derechos civiles por el empleo de diversas modalidades de lucha
no-violenta-activa, que incluyó la incorporación a las luchas
antisegregacionistas de estudiantes de secundaria, jóvenes y niños (La Cruzada
de los Niños), que fue brutalmente reprimida, pero al ser difundida por
televisión puso en el panorama nacional y mundial la segregación racial en los
estados sureños de los EEUU, que algunos medios comenzaron a comparar con el
“apartheid” de Sudáfrica. Sobre todo, tras el arresto de Luther King y su
famosa “Carta desde la Cárcel de Birmingham” (16/04/1963), las
acciones tomaron otro cariz cuando el Presidente Kennedy pronunció un discurso
por televisión y presentó al Congreso un proyecto de Ley de Derechos Civiles,
aprobado, como ya señalé, en 1964.
Otro
episodio fundamental tuvo lugar en el puente Edmund Pettus, situado entre Selma
y Montgomery. Una manifestación partió de Selma, el 7 de marzo de 1965, para
recorrer los 86 km que la separan de Montgomery y protestar por la segregación
de los electores negros, impedidos de registrarse para votar; en el mencionado
puente, una turba violenta de blancos, apoyados por la policía, arremetió
contra la movilización y les impidió el paso, arrestando e hiriendo a numerosos
manifestantes. Luther King, quien no estaba en la marcha, se incorporó en las
siguientes; una el 21 de marzo, cuando tres mil manifestantes partieron
nuevamente de Selma y después de varios días llegaron a Montgomery, con más de
25 mil personas, en donde Luther King pronunció otro de sus famosos
discursos: How Long, Not Long. Las marchas desde Selma fueron un
importante punto de inflexión en conseguir el apoyo del pueblo norteamericano,
que vio en las noticias la brutalidad policial, en contraste con la política de
no-violencia de Martin L. King Jr.
Martin
Luther King Jr., −quien había predicado la filosofía de la desobediencia civil
no violenta y quien fuera el líder más visible del movimiento por los derechos
civiles, Premio Nobel de la Paz en 1964 y uno de los mejores oradores
norteamericanos− fue asesinado el 4 de abril de 1968. Su funeral congregó una
gigantesca multitud de más de 300 mil personas, que se convirtió en
manifestación y se suscitaron varios días de disturbios, extendidos por todo el
país, con unos 50 fallecidos y un decreto nacional de duelo del Presidente
Lyndon B. Johnson, primer duelo nacional por un ciudadano negro en los EE.UU.
Las
lecciones de esta campaña.
Son
diversas las razones que justifican considerar importante lo ocurrido en los
EE.UU al referirse a la lucha contra la segregación racial:
–
Primero, porque como ya dije, en dicho país, prácticamente se lucha contra la
discriminación racial desde su constitución como nación, hace más de doscientos
años y a partir de los años 50 del siglo pasado se llamó lucha por los
“derechos civiles”.
–
Segundo, porque creo que la sociedad norteamericana es la que más horas hombre
dedica a las más variadas tareas cívicas, de manera voluntaria y generosa, sin
esperar el ciudadano nada a cambio desde el punto de vista material, sino
meramente alcanzar un objetivo que considera importante para sí, para su
familia o para los demás. Razón por la cual es un modelo y ejemplo a seguir.
–
Tercero, y muy importante, porque ahora está surgiendo en los Estados Unidos −y
se ha manifestado con fuerza en las tres últimas campañas electorales,
especialmente en esta última− otra modalidad de discriminación o de
segregación, que en el fondo también es racial: el rechazo a la inmigración, a
los inmigrantes, sin que por ello vayamos a desconocer que pueden constituirse
en un problema real para toda la sociedad. Toda una paradoja para un país que
fue “construido” en buena medida por inmigrantes, por ancestros inmediatos de
los dos candidatos presidenciales actuales.
Conclusión.
Aun
cuando la mayor parte de los derechos civiles en favor de la población negra de
los EEUU se alcanzaron con las dos leyes mencionadas, de 1963 y 1964, el
asesinato de Luther King se considera un hito que marca el inicio del fin de la
lucha por los derechos civiles y contra la segregación en los EE.UU, que
continuó muchos años más al no hacerse completamente efectivos esos derechos y
que hoy parece revivir con la discriminación y rechazo a la población inmigrante.
La
próxima semana finalmente concluiré esta serie sobre la “resistencia política”
con la lucha contra el “apartheid” en Sudáfrica y compararé lo ocurrido allí
con lo visto en este capítulo sobre los EE.UU.
Ismael
Pérez Vigil
@Ismael_Perez
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