IBÉYISE PACHECO 12 de octubre de 2024
El
régimen enfrenta un gran problema. Transcurridos más de dos meses del fraude
electoral, la oposición venezolana sigue sólida
Sin perder tiempo y en conocimiento de la debilidad en la que se encuentra Nicolás Maduro, el capitán Diosdado Cabello está conformando un ejército paralelo para el que ha reclutado a los miembros de diferentes grupos de la guerrilla colombiana, incluidos los disidentes. Tipos entrenados, con sangre fría para matar, con manejo del estrés, que saben de combate porque están en guerra permanente; asesinos por naturaleza, curtidos en ver morir a los suyos para luego, si tienen un diente de oro, arrancárselo sin que se les agüe el ojo; contrasta ese accionar con los soldados venezolanos que no son asesinos y no están acostumbrados a ver morir a sus amigos.
La
conformación de este ejército paralelo comenzó en Apure y se ha ido expandiendo
por los estados Táchira, Zulia y Bolívar; operan a sus anchas como compañías
aisladas desde las mismas dependencias militares venezolanas con armas y
uniforme de nuestra Fuerza Armada. Se encargan de cuidar sembradíos de droga y
pistas de aterrizaje utilizadas por el narcotráfico. Todos esos bandoleros
tienen documentación que los acredita como ciudadanos venezolanos que reportan
a Diosdado Cabello y a su segundo en estas lides: el nefasto Pedro Luis
Martín-Olivares, exagente de inteligencia acusado por sus víctimas de haber
operado redes de secuestro y extorsión, señalado como miembro del cartel de Los
Soles y por quien el Departamento de Justicia de Estados Unidos ofrece 10 millones
de dólares como recompensa por su captura. Martín-Olivares sigue despachando
desde su suite del hotel Lido en Caracas.
Esta
avanzada de poder de Diosdado se produce a despecho del ministro de la Defensa
Vladimir Padrino López y el director de la DGCIM Iván Hernández Dala, dupla que
Diosdado trabaja en anular para reforzar su poder.
Diosdado
ha comentado a su entorno su disgusto por los titubeos de Padrino López quien
le ha coqueteado en varias ocasiones a Estados Unidos regresando después
arrepentido ante la certeza de que ya no se sentiría seguro en otra parte del
mundo. Diosdado, que tiene marcado a Padrino López, le advirtió en una
conversación áspera a 24 horas de las elecciones del 28J. “No te extrañe que te
mande a meter preso”. De inmediato Padrino López ordenó reforzar su seguridad,
según detalla una fuente militar. Poco después fue Maduro quien agriamente
criticó a la gente tibia. La tensión continuó el 28J cuando la caravana de
Diosdado fue rodeada durante unos minutos, apenas él entró a Miraflores; por
eso jugó de inmediato posición adelantada anunciando ante las cámaras de VTV el
supuesto triunfo de Maduro.
Otra
área estratégica con la que Diosdado evidencia sus más recientes planes de
expansión tiene como figura clave a su hermano José David Cabello en la
Superintendencia del Servicio Nacional Integrado de Administración Aduanera y
Tributaria, Seniat, desde donde puede interferir en las operaciones financieras
de sus enemigos políticos. Todo esto soportado sobre la red de información y extorsión
del jefe del Sebin, Gustavo González López; de esta manera algunos testaferros
de Maduro (solo algunos porque son muchos), y de la dupla de Padrino López y
Hernández Dala, han sido objeto de medidas coercitivas ejecutadas sobre bienes
y negocios. Detalles: le confiscaron un avión al empresario Raúl Gorrín, y le
quitaron una mina de oro al aún magistrado del Tribunal Supremo de Justicia,
Maikel Moreno). Y así…
Diosdado
presiona a Maduro para que se atrinchere radicalizado, aunque eso signifique
confrontar a sus aliados internacionales. Convencido de que a Venezuela nadie
la va a intervenir militarmente, Diosdado, a la cabeza del ministerio del
Interior y Justicia, se afana en doblegar a la disidencia sin detenerse en los
derechos humanos. ¿Tanto se equivoca o juega con dos manos?
El
régimen enfrenta un gran problema. Transcurridos más de dos meses del fraude
electoral, la oposición venezolana sigue sólida y a pesar de la violencia y la
feroz persecución, que no se ha detenido ni siquiera en los niños, la fuerza
opositora avanza en apoyos internacionales y recompone su estrategia,
replegándose mientras sea necesario, sin bajar la guardia.
Es esa
firmeza y la cercanía del 10 de enero lo que ha llevado a la dictadura a pisar
el acelerador para procurar un quiebre en la fuerza opositora. La chequera del
régimen opera a fondo para sobornos y chantajes. Las cifras para comprar nuevos
alacranes son impensables. Y sí hay personajes que titubean, algunos de
partidos políticos pequeños y grandes, además de otros empresarios. El lobby
internacional también impacta.
La
obsesión de todos ellos es por aislar a María Corina Machado. Han llegado hasta
plantearse de manera insólita, la posibilidad de acercarse al presidente electo
Edmundo González Urrutia en España.
Esa desesperación
de la tiranía no parece la actitud de gente que confía en mantenerse en el
poder, al contrario, es obvio que están preocupados porque saben que el fraude
ha quedado expuesto y porque la matriz de opinión en el mundo es que Maduro
encabeza un régimen sanguinario.
Maduro
que desprecia la democracia, da señales de necesitar con urgencia un
reconocimiento para mantenerse en el poder. No se lo permitamos.
IBÉYISE
PACHECO
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