Henrique Capriles 10 Publicado el 10 de November, 2013
Llevar la palabra de los venezolanos a
lugares tan importantes en las dinámicas políticas del mundo de hoy como el
Vaticano es importante como una posibilidad de que afuera de nuestras fronteras
conozcan el descontento de nuestro pueblo. Pero también lo es espiritualmente,
porque los venezolanos merecen poder vivir tranquilos y en paz.
El discurso violento que ha usado el
gobierno durante años y que ahora Nicolás y su combo han encochinado todavía
más, entre otras razones porque no tienen más nada que decir, no ha hecho sino
obstaculizar el progreso. Piensen a quién le conviene que los ciudadanos
estemos peleados, que la gente tenga miedo de salir a las calles y que en las
comunidades haya un chantaje político que le impida a los vecinos reclamar sus
derechos.
Si lo hacen, se darán cuenta de que a
los únicos que les conviene que vivamos en esas circunstancias es a los que hoy
se encuentran en Miraflores. Sin importar la religión ni la tendencia política,
todos sabemos que Venezuela necesita y merece un cambio que conduzca hacia la
paz.
Y es por ese cambio que sentimos el
compromiso con el deseo de los jóvenes que han visto truncadas sus esperanzas.
Es por ese cambio que nos solidarizamos con las familias que se han visto rotas
por la política o que ahora lloran un vacío porque la violencia les robó la
vida de algún ser querido. Es por ese cambio que pensamos en cuánto hacen los
productores nacionales para poder sobrevivir en medio de un clima de desconfianza
y riesgos.
Cada uno de esos venezolanos, cada una
de esas venezolanas merecen tener un futuro mejor. Sabemos cómo hacerlo y
sabemos que es posible. Pero eso no sólo depende de las buenas intenciones: es
mucho lo que tenemos que trabajar y debemos hacerlo juntos. La capacidad y las
metas de cada uno de los venezolanos de viene tienen que convertirse en un
impulso para darle sentido a nuestra lucha, porque quienes han estado
gobernando el país han jugado con las esperanzas de quienes le dieron su voto y
sólo se preocupan por mantenerse pegados al poder.
No les interesan ni tú ni tus
necesidades. No les importan los muertos por su ineficacia ni que nuestros
jóvenes se estén perdiendo frente a la violencia. No les importa que tu sueldo
no alcance, que no consigas los artículos que necesitas ni la crisis
hospitalaria. No les interesa el barranco económico por el cual lanzaron al
país. Han perdido el norte y se están llevando en su desastre tu futuro y el de
los tuyos.
Por eso tenemos que demostrarle a esos
irresponsables que este país es mucho más grande de lo que ellos creen. Que
este país ya sabe que necesita un cambio y lo vamos a conquistar juntos. El 8
de diciembre lo haremos junto a quienes el 14 de abril se sumaron al camino y a
los miles de venezolanos que se han dado cuenta de que el modelo del partido de
gobierno se agotó. En Miraflores saben que eso es inevitable y por eso el
desespero. Pero nosotros somos gente de paz: Venezuela merece mucho más que la
incapacidad que ahora gobierna y traiciona a nuestra gente.
¡Dios bendice a Venezuela! Que nada te
detenga…
Tomado de: http://blog.henriquecaprilesradonski.com/
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