Diego Scharifker junio
de 2014
@DiegoScharifker
Para muchos de los integrantes de mi
generación, la militancia partidista pareciera ser de las últimas prioridades
que pudieran tener. Para algunos, el militar en un partido es equivalente a
dejar de lado sus ideales y entregarse a los intereses de otros. Con el tiempo
me he dado cuenta que no es solo un problema de mi generación, partes
importantes de la sociedad ven a los partidos con una visión muy crítica, pero
lo que me preocupa es que no es que menosprecian a los partidos actuales, sino
a los partidos en general.
El tema del antipartidismo siempre me
ha generado grandes incertidumbres y preocupaciones sobre nuestro futuro como
sociedad y hacia donde va nuestra democracia. El creciente sentimiento anti
partido que ha surgido en los últimos meses está generando un mal mucho mayor
que sin duda va ser más difícil de combatir.
El fortalecimiento de los partidos
políticos garantiza la fluidez del proceso democrático. Son justamente los
partidos quienes representan a la colectividad ante las instancias de poder. Al
momento de ir a las urnas, el ciudadano debería votar por aquellos partidos que
se equiparan mejor con su visión de sociedad y planteen la hoja de ruta que más
se aproxima a su enfoque para la solución de los problemas que afectan su
entorno. Al momento de debilitarse estas organizaciones se está fortaleciendo
el caudillismo, la creencia en que es a través de las personas que se resuelven
los problemas de un país y no a través de los ideales que estos representan.
Pensar que recae sobre una persona el futuro de una nación me hace recordar los
momentos más oscuros del totalitarismo del Siglo XX y porque no de los primero
quince años del Siglo XXI venezolano.
A pesar de ser un fiel creyente en la
Mesa de la Unidad Democrática y de reconocer los grandes avances que hemos
tenido como oposición gracias a su creación, si me surge una preocupación:
¿podría la MUD ser un factor que favorece el antipartidismo? ¿La polarización
política entre la MUD y el Gran Polo Patriótico también lo fomenta?
Me lo pregunto porque, en mi caso, a
pesar de ser Concejal de Chacao electo por la tarjeta de la MUD, no es menos
cierto que soy integrante del Partido Un Nuevo Tiempo. Al realizar actividades
como militante de este partido, ocurre que al menos una persona se acerca y
critica el hecho que la haga como partido y no como MUD. La realidad es que la
MUD no existiera si no fuese integrada por partidos políticos y a la vez, esta
organización no menosprecia la diversidad de corrientes de pensamiento que la
conforman. Mientras más se fortalezcan los partidos, más fuerte va ser la Mesa
y por ende estaremos más cerca del cambio político que requiere el país. La MUD
no puede ser solo un punto de encuentro para que la militancia partidista se
organice para procesos electorales, sino un fortalecimiento de las visiones de
país y la solución de sus problemas. Venezuela tiene mucho que aprender para no
caer siempre en ciclos históricos que nos lleve al caudillismo, donde mis
futuros hijos tengan que dar la misma lucha que estamos dando ahora.
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