Por Eddie Ramírez, 24/06/2014
Los
rojos siempre malquisieron a Pdvsa. Predicaron que era un enclave extranjero,
con empleados prepotentes con sueldos astronómicos. En su visión decimonónica
satanizaron la apertura y la internacionalización. Hoy Pdvsa está destruida.
Parafraseando a Benavente podríamos decir que por manejarla quien la maneja la
llaman la malquerida.
Los
sueldos estaban dentro del 75 percentil de las mejores empresas privadas
venezolanas. El monto de la jubilación era y es inferior al de los militares,
parlamentarios, profesores universitarios y de la Contraloría. Con toda
seguridad había algunos directores, gerentes y empleados prepotentes, como en
cualquier organización grande. Toda la fuerza laboral estaba abocada a trabajar
por Venezuela y orgullosa de que Pdvsa fuese del Estado.
La
apertura permitió que los 32 Convenios Operativos produjeran 500.000 barriles
por día y las cuatro Asociaciones Estratégicas otros 600.000 barriles diarios,
que de otra manera todavía estarían en el subsuelo ya que Pdvsa, por sus
compromisos fiscales, no tenía capacidad para realizar las inversiones
requeridas. Los Convenios eran prestadores de servicio y no pagaban impuesto de
regalía porque el petróleo era de Pdvsa. En la Faja el impuesto de regalía era
inicialmente del 1% para atraer la inversión en tiempos de precios muy bajos.
Por cierto que hoy Cuba exonera totalmente de impuestos por muchos años a los
inversionistas extranjeros. Pdvsa era socia minoritaria en las Asociaciones
pero su voto era necesario en las decisiones importantes. La
internacionalización fue una estrategia para comprar mercado, partiendo de la
premisa, nunca cumplida, de que ante un importante aumento de la producción
había que garantizar su colocación. Las ventas de petróleo eran de contado y
pagaderas en dólares.
Hoy,
los directores y gerentes llegan a esos cargos por ser revolucionarios. Las
empresas de los Convenio pasaron de contratistas a socias. Pdvsa asumió un 60%
de las acciones de las empresas mixtas, pero ni aporta el dinero, ni permite
que se manejen como un negocio. La producción pasó de 47,1 barriles por
trabajador por día en el 2001, a 20,9 barriles en el 2013. De exportadora, en
el 2013 pasó a importar 6.510.000 barriles de gasolina, 6.497.000 de diesel,
4.990.000 de propano (gas de bombonas ) y 201 millones de pies cúbicos de gas
metano. Además, le pide fiado a contratistas y a socios. Eliminaron la
Orimulsión con el argumento de que era más negocio mezclar el crudo extrapesado
con nuestros crudos livianos, pero ahora se percatan que no tienen suficientes
livianos y Rafael Ramírez declara que ¨la producción de petróleo de esquisto en
los Estados Unidos es una buena oportunidad para que Venezuela le compre ese
crudo liviano y lo mezcle con nuestros pesados¨. ¡ Aunque usted no lo crea!.
Pobre malquerida.
Como
en botica: Agradezco a la Sociedad Venezolana de Ingenieros Petroleros que me
haya honrado al incorporarme como Miembro Honorario de esa Sociedad. El
periodista Álvaro Aranguibel dijo en programa de radio que Pedro Mario Burelli
era ¨un latifundista de champiñoneras que explotan a los campesinos en
Trujillo¨. La pequeña champiñonera la vendió el doctor Miguel Ángel Burelli
Rivas hace casi 40 años. ¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico