Freddy Paz 05 de marzo de 2016
@freddyspaz
Históricamente
aquellos que pretenden eternizarse en el poder, por el poder mismo, son
enfermizamente intolerantes con la disidencia política.
Para
ellos, el que piensa diferente se convierte en un objetivo político para el
sistema gobernante. Y sí tiene liderazgo y penetración en el pueblo y es
querido, seguido y admirado por su gente, pues deja de ser un disidente para
convertirse en un peligro y por ende, objeto de persecución a fin de acallar
esa voz que representa una forma legal, de bienestar y progreso para su región
o país.
Eso es
Manuel Rosales Guerrero, un líder, un luchador social, querido, seguido y
admirado por su pueblo. Dos veces Gobernador del Estado Zulia, dos veces
Alcalde de Maracaibo y ex candidato presidencial en el 2006, que a fuerza de su
incansable trabajo por la gente, por los que siempre más necesitaban, hizo de
su gestión un verdadero modelo de gerencia pública. Su gran voluntad de trabajo
y su férrea convicción democrática parecen haberse convertido en su gran pecado
a ojos de quienes hoy ostentan el poder en Venezuela.
Durante
seis años y diez meses Manuel Rosales ha padecido la clandestinidad, el
destierro y la cárcel, producto de una cadena de ilegalidades que sólo han
pretendido desaparecer el liderazgo que desde su temprana juventud ha
construido como dirigente comprometido con las necesidades de su gente.
Todas
y cada una de las mentiras e injusticias empezaron a urdirse desde el año 2004
y sistemáticamente se fueron intensificando hasta obligar el exilio del gran
líder y fundador del partido UNT en el año 2009. Manuel Rosales durante el
tiempo que duro su destierro trabajo intensamente para recabar y demostrar,
siempre con pruebas inobjetables su inocencia y regresó a Venezuela sin miedo a
dar la cara consciente de su inocencia.
Manuel
Rosales, con estoicismo y con la verdad por delante y esgrimiendo pruebas
incontestables y sin dejar lugar a dudas ha demostrado la falsedad de todas las
denuncias en su contra en una interpelación de más de 8 horas ante la Asamblea
Nacional y en el año 2012, la INTERPOL luego de dos años de investigaciones,
llego a la conclusión que las actuaciones en su contra tenían solo carácter
político.
A la
fecha, todos sus acusadores han hecho del dominio público que fueron de una u
otra forma manipulados y/o presionados para crear un caso que permitiese la
persecución contra un líder como Manuel Rosales. El mismo ex magistrado del
Tribunal Supremo de Justicia, Eladio Aponte Aponte admitió a través de
documento notariado y apostillado en Costa Rica, haber sido el autor
intelectual y material de la componenda judicial en contra de Rosales por
presiones del más alto poder.
Si
Manuel Rosales demostró que las acusaciones en su contra no tenían fundamento
ante la Asamblea Nacional, si la INTERPOL concluyo que su caso es meramente
político, si sus acusadores se retractaron, porqué está preso entonces? .
Rosales
está preso porqué encarna lo que más teme la clase gobernante del momento. Su
lucha democrática no ha tenido ni tiene descanso. Su empeño por trabajar, por
sembrar en su País los principios y valores de la Democracia Social para
promover un modelo de gobernar distinto para el bienestar de todos, en función
de un nuevo tiempo para Venezuela e impulsar el desarrollo del pueblo, para que
primen las ideas de justicia social y equidad que se traducen en una sociedad
plural, inclusiva, progresista y que brinde igualdad de oportunidades a todos
los venezolanos y su trabajo incansable que transformó al estado Zulia en un
modelo a seguir, parecieran ser las únicas razones que tienen quienes gobiernan
para tenerlo tras las rejas.
Exigimos
la libertad de nuestro líder Manuel Rosales, quien ha sido víctima de una persecución
política desde el año 2004.
@freddyspaz
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