Por Juan Da Ponte
En los últimos días, ha sido
recurrente para los venezolanos presenciar la explosión de tanquillas
eléctricas que se encuentran en las aceras o en la vialidad. En Caracas se
registraron detonaciones en Sabana Grande, El Rosal, Altamira y en la parroquia
San Juan. Corpoelec atendió lo ocurrido y aún desconocen las causas.
Un ejemplo de ello fue el 23
de diciembre, la explosión de dos tanquillas causó la pérdida del cableado y
afectó algunos transformadores en El Rosal. La situación mantuvo sin energía
eléctrica a Los Palos Grandes, La Castellana y varias zonas del municipio
Chacao, denunció el alcalde Ramón Muchacho.
El ex presidente ejecutivo de
la Electricidad de Caracas Iñaki Rousse explicó que la principal causa es un
corto circuito en los empates del cableado, estas uniones se instalan para
alargar la extensión del tendido eléctrico.
"Si bien son de muy alta
calidad, con el tiempo se pueden deteriorar. Eso se debe a un problema de
mantenimiento", agregó.
Otro de los motivos es que el
servicio presente una sobrecarga, la cual puede ser atendida por los protocolos
de mantenimiento que varían de 2 a 4 años. La inspección a los empates más
críticos es fundamental para un correcto funcionamiento, así como la vigilancia
del equilibrio en la carga y la limpieza.
“Se hace una limpieza en una
periodo de 2 años, porque hay residuos de basura y escombros. En esa oportunidad
se aprovecha y se revisa el estado de los empates”, agregó.
La mañana del 28 de febrero
ocurrió otra detonación en Sabana Grande que produjo una nube de humo que llamó
la atención de los peatones. Aunque no ocasionó un corte en el servicio, para
este martes aún se encontraba el equipo de Corpoelec tratando de solventar el
incidente.
El ministro Luis Motta
Domínguez aseguró que este caso en particular fue por sabotaje. Un hombre fue
detenido por ello: William Pérez, quien tenía un prontuario policial por
atraco.
Aunque el titular también
consideró que el resto de los casos fueron por sabotaje, todavía no se ha
identificado a los responsables.
Mala gestión del sistema
eléctrico
Rousse considera que las
fallas en el servicio se deben a la poca planificación en las operaciones y el
escaso seguimiento en la infraestructura e instalaciones eléctricas.
“Mientras los que administren
el sector eléctrico no estén calificados para hacerlo, no tengan experiencia y
se destituyan los procesos de planificación de operación y mantenimiento, no se
va a poder recuperar”, acotó.
Actualmente, el sistema
eléctrico nacional cuenta con una capacidad de emisión de 24.000 megavatios,
tope que puede lidiar con poco más de 18.000 megavatios de demanda en el
territorio nacional.
“Cuando había una probabilidad
de lluvia, se le decía a las térmicas que bajaran la emisión para dejar de usar
el combustible y así venderlo al exterior. Al contrario, si vendría un periodo
de sequía se le dedicaba más a la generación térmica”, detalló.
El ex funcionario de la
electricidad de Caracas recordó que en los años 70 se planificó un programa de
equilibrio en la generación de energía, que aún usan las centrales y las
estaciones conformadas por 60% de plantas hidroeléctricas y 40% termoeléctricas.
“Ese diseño se hizo para que
funcionara para al menos 3 años secos severos”, indicó. A su juicio, era
previsible la atención de este tipo de contingencia con la infraestructura
termoeléctrica creada con la función de compensar a las hidrológicas.
Al contar con plantas de
energía térmica, que solo dependen del combustible, como la de Tacoa, Josefa
Camejo, la central de Morón o Ramón Laguna, es contradictorio para muchos que
el Ejecutivo le atribuya la problemática al exceso de consumo o al fenómeno de
El Niño.
“No se seleccionaron los
equipos adecuados ni se administró con el recurso humano adecuado”, agregó
Puso como ejemplo a la planta
de Tacoa que produce 10% de su capacidad, mientras que la planta Centro de
Morón, que se encuentra operativa desde diciembre, podría generar 2.000 mw de
energía.
La demanda no es el problema
Iñaki Rousse desmintió que el
aumento de la demanda incida en la normalidad del servicio, debido a que la
disponibilidad es mayor que la energía consumida.
“La demanda del sistema a finales
de los años 90 ha crecido mucho menos que antes de esa década y la expansión de
la capacidad que se ha hecho es mucho mayor que el crecimiento de la demanda”,
acotó.
“El sistema eléctrico está en
desidia”
Este miércoles, Adel Guzmán,
secretario general de los trabajadores de Corpoelec, exhortó al Ejecutivo a
permitir la participación de los trabajadores, debido a que los administradores
se convirtieron en “gestores políticos para su propio beneficio”.
“Todo sistema eléctrico debe
tener un mantenimiento. Hay que ser objetivo y tener muy en cuenta que estas
plantas y el sistema eléctrico están en desidia. Solamente los trabajadores con
su sentido de pertenencia, entregados 100%, han aportado a este país”, recalcó
en entrevista a Globovisión.
02-03-16
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