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jueves, 28 de abril de 2016

Antonio Sánchez García: Sin movilización popular no hay salida por @Espemar


Por Esperanza Márquez


Últimamente hemos oído a la gente del Gobierno decir que lo que Venezuela sufre en estos momentos es una crisis coyuntural ¿Está de acuerdo?

–Venezuela está viviendo la crisis socio política y económica más grave de su historia, exactamente como Chile la vivió después del 11 de septiembre de 1973 y fue lo que dijo un famoso historiador chileno, de quien tuve el honor de ser ayudante, don Mario Góngora: esta ha sido la crisis existencial más grave que ha vivido Chile en 150 años de historia. Y , en cuanto a Venezuela, yo la considero, incluso, más grave que las del siglo XIX, por ejemplo la Guerra Larga que fue una crisis sangrienta, terrible, que dejó costos sociales y políticos absolutamente devastadores porque es la primera crisis que pone en cuestión la existencia misma de la República.
No es un gobierno ni un ciclo histórico ni un determinado período el que está en crisis, está en crisis Venezuela porque a pesar de que era perfectamente anticipable e imaginable, las fuerzas políticas venezolanas sumidas en una profunda crisis no comprendieron y espero que algún día comprendan que el asalto al poder de parte del caudillismo militarista representado por Hugo Chávez implicaba una destrucción de todo el tejido constitucional, institucional y democrático venezolano para implantar en su lugar una dictadura constituyente, es decir una dictadura totalitaria.

¿Qué ha quedado de Venezuela?

–Hoy podemos advertir que todas las instituciones democráticas fueron desbaratadas, descuartizadas, vaciadas de todo contenido democrático y sometidas, lo que es aun más grave, a la hegemonía y dominio de un poder extranjero como el cubano. De manera que no sólo es una dictadura la que sufrimos, no es una dictadura tendencialmente totalitaria sino que, además, es una satrapía, es un gobierno que renunció, con todas sus instituciones, al derecho soberano a existir y se ha entregado de pies y manos a las necesidades, voluntades y determinaciones de la tiranía cubana.

¿Cómo ha sido posible que esta situación se haya dado?

–Esto ha sido posible por razones insólitas. En primer lugar por la veleidad institucional de la democracia venezolana, por el hecho de que sus fuerzas armadas hubieran perdido toda singladura democrática y, sobre todo, nacional y patriótica, y que hayan estado dispuestas a entregarse al primer postor que en este caso fue el teniente coronel Hugo Chávez. Ya el país estaba sufriendo una crisis muy profunda. Leo en este momento un libro muy importante sobre el Tercer Reich de Franz Leopold Neumann que se llama Behemoth, en donde narra las causas del ascenso y poder de Hitler, es decir, la crisis de la República de Weimar y expresa en el fondo los mismos problemas que vivimos nosotros en la llamada IV República, es decir, todos los partidos en decadencia, enfrentados unos con otros, marginados de todo sentido de responsabilidad nacional y todos existieron impávidos a la tragedia que supuso, en primer lugar el golpe de Estado del 4 F, en segundo lugar la defenestración de Carlos Andrés Pérez, en tercer lugar el respaldo mayoritario de un pueblo irresponsable, absolutamente desorientado y veleidoso en sus querencias que le dio el respaldo a quien venía a liquidar nuestra República.

¿Nadie se dio cuenta de lo que nos esperaba?

–Han pasado 17 años y debo decirle que sufrí mucho mientras trabajaba en la Coordinadora Democrática porque me resultaba imposible convencer a mis compañeros, particularmente a los de proveniencia de la izquierda marxista, pero también a adecos y copeyanos, que este personaje era nefasto y que tenía en mente un proyecto devastador como el que ha realizado.

¿Piensa que todo lo que ha pasado en Venezuela en estos 17 años ha sido un plan preconcebido por Hugo Chávez, ese personaje que señala como nefasto?

–Este fue un plan que todos supimos hacia dónde pretendía llegar cuando en el año 1995 y recién liberado viajó a Cuba, dio su famoso discurso en el Aula Magna de la Universidad de La Habana, le declaró su amor eterno al tirano Fidel Castro y se comprometió a entregarse de pies y manos a la tiranía castrista. Todo eso lo supimos, pero acuérdese muy bien que era una época que de alguna manera todos cojeábamos, yo ya había dejado de cojear, de la pata izquierda. Es inolvidable y para mí resultó ominoso que 800 y pico intelectuales venezolanos en el año 1989 recibieran conmovidos a Fidel Castro y lo consideraran un compañero que dignificaba la historia de América Latina. Un tirano que ya llevaba 30 años de dictadura en el poder, que había liquidado la historia de Cuba y que todavía pretendía lo que ha hecho: llegar a 57 años de dominio.

¿Cuáles han sido las raíces de este mal?

–Yo las encontraría, en primer lugar, en unas Fuerzas Armadas que han sido una tragedia para Venezuela desde su nacimiento. Según Thays Peñalver en su libro Los Doce Golpes, narra con acuciosidad que no hubo un solo gobierno democrático venezolano que no hubiera estado amenazado o acechado por un golpe de Estado militar. Es decir, que las Fuerzas Armadas han sido un nido de golpistas siempre, no ahora, y esas FFAA entraron en cintura con el proyecto del Pacto de Punto Fijo, pero pienso que Rómulo Betancourt no le dio toda la importancia que debía a la necesidad de civilizar a la sociedad venezolana, es decir, de poner a sus FFAA en cintura, de reducirlas al cumplimiento irrestricto de la Constitución y, sobre todo, de castigar ejemplarmente el golpismo. Tampoco lo hicieron ninguno de los gobiernos que le sucedieron y vemos lo que sucedió al final del camino.

Le oí hace días emitir la opinión de que Simón Bolívar fue el causante de mucho de los males que hemos sufrido en tantos años, por ejemplo, el militarismo. 

–Los problemas venezolanos que parten de una concepción militarista de la sociedad que era carne de Simón Bolívar porque quien inventa el desprecio a la civilidad en Venezuela es Simón Bolívar. Decía Aléxis de Tocqueville en su obra La democracia en América: los pueblos quedan prisioneros de sus orígenes y los errores que cometieron en sus orígenes pesarán por los siglos de los siglos. Ese militarismo, ese caudillismo absolutamente irredento y delirante de Simón Bolívar ha terminado, de una manera muy sorprendente, en Hugo Chávez y yo siempre pensé que Hugo Chávez, con razón, se reivindicaba de Bolívar, quien no se puede reivindicar de Bolívar es un demócrata. Todos esos elementos han pesado sobre todo en la existencia del tumor canceroso, pero que no revienta, no hace metástasis y desaparece, que son las FFAA.

¿Cree que las dictaduras pueden salir con elecciones?

–Acabo de escribir un artículo que titulo Venezuela La oveja negra del Foro de Sao Pablo, donde digo que es falso lo que han afirmado algunos opositores diciendo que las dictaduras pueden salir con elecciones. Por ejemplo, la chilena salió con elecciones; ahora vemos lo que sucedió en Brasil democráticamente, así la misma Vilma Russeff esté hablando de golpe de Estado y no consideramos las especificidades. Pero “Ni Chile era bajo Pinochet una dictadura totalitaria, sujeta a un poder extranjero, ni Brasil lo ha sido bajo los gobiernos de Lula da Silva y Dilma Rousseff, como lo es la actual Venezuela de Cuba y su tiranía”. Es Venezuela que está sumida bajo el poder de una satrapía. Es el único país cuyo presidente no es del país, es el único país donde las FFAA están manipuladas, manejadas y controladas por el Ejército Revolucionario Cubano.

¿Bajo estas condiciones se pueden solucionar los problemas?

–Ya la gravedad de la crisis es dantesca, nos falta agua, nos falta la electricidad, conseguir alimentos es una batalla fenomenal, no hay como lavarse los dientes porque no hay crema dentífrica, el costo de los alimentos, los que se encuentran, es brutal, la gente se está matando en las colas. El panorama de Venezuela es brutal, a pesar de lo cual el TSJ se permite impedir que exijamos auxilio internacional para darles medicamentos a nuestros niños. Mientras en Brasil el TSJ impuso el derecho al Impeachment de Dilma Rousseff, aquí constituyen el último dique de contención de la indignación popular contra la satrapía. Son unos mafiosos, el Estado Mayor no digamos…, no es ejército que cumpla la determinación constitucional de no inmiscuirse en política ni ser partido de ninguno de los bandos en pugna.

¿Qué le diría al general Padrino López?

–Bastaría que usted, general Padrino López, reconociera la autoridad soberana de la Asamblea Nacional e impusiera con su mera marginación del debate el cumplimiento de la Ley de Amnistía para que en el país se abriesen los portones de la libertad y del futuro y nuestros presos políticos encontraran la libertad. Si no transitamos la democracia en este momento se debe a dos factores, los dos sometidos a la satrapía y la satrapía subordinada al poder de la tiranía cubana, el Ejército y el TSJ.

¿Necesitamos presión y movilización popular?

–Estamos ante una situación muy compleja porque ni siquiera en Chile y mucho menos en Brasil la mera referencia a una ley o a un paquete de leyes o al texto constitucional logró lo que lograron, fue la presión popular. En Chile no sólo hubo una gran presión popular, comenzaron huelgas cotidianas y se hizo muy difícil la gobernabilidad. En Brasil también una inmensa movilización popular, es decir que sin movilización popular no hay salida y a mí lo que me angustia es que eso lo tienen que saber Julio Borges y Henrique Capriles y si no lo saben no merecen tener la dirección de los partidos que tienen y el puesto que ocupan en la vida política venezolana. Sin presión popular, sin el pueblo en la calle, sin el único motor verdaderamente libertario que son las masas populares en rebeldía, aquí no se saldrá de la satrapía.

¿Revocatorio, renuncia, Constituyente?

–Yo no entiendo por qué la oposición que si no fuera por este Ejército, por estas FFAA y este TSJ ya hubiera abierto los portones de la transición, no sé por qué esos partidos todavía creen que deben seguir buscando otras vueltas y enredándose el propio papagayo con revocatorio, renuncia, constituyentes, son todas trácalas, trucos, maniobras para alargarle el período de existencia a la satrapía, a profundizar su dominio sobre las masas populares y sobre el país, alargar el sufrimiento de los venezolanos y vaya a saber Dios si eternizar un régimen tan siniestro, tan corrompido, tan cruel y malvado como el cubano.

¿Liberalismo democrático?

–Esta tragedia, muy profunda, alude a debilidades congénitas de la conformación estructural de la República, muestra la veleidad de una oposición izquierdosa que aborrece la palabra liberalismo, sin darse cuenta que sólo las sociedades liberales han progresado y que sólo la democracia liberal acompaña el crecimiento de la riqueza. Si le pregunta a nuestros diputados sin son de derecha o de izquierda, nadie te va a decir que es de derecha. Cómo vamos a salir de esta crisis socialista con quienes piensan socialistamente, pero creen que los que están en el gobierno son socialistas malos y ellos son socialistas buenos.

¿Plantea una solución?

–Mientras no haya una profunda autocrítica de los partidos de la MUD, mientras Primero Justicia y sobre todo Julio Borges y Henrique Capriles sigan adorando, soto voce, a Lula Da Silva; mientras Acción Democrática siga reivindicándose como partido socialista, pero democrático, mientras la MUD y todos los partidos opositores cojeen de la izquierda y no tengan el coraje de ver la realidad frente a frente y no tengan la claridad de que lo que adolece el país es de liberalismo y no hagan un esfuerzo autocrítico, no tendremos dirigencia opositora.

¿Cómo ves la situación?

–Una lucha ideológica implacable en el seno de las fuerzas que han abierto los ojos. Para que un país cambie tiene que enamorarse de la idea del cambio y que no es cambiar este gobierno por otro igual o mejorcito, la idea del cambio supone una revolución cultural que tiene que ir a la esencia, a la raíz de nuestros males, tiene que reducir la importancia sacramental del Estado, acabar con la estatolatría que es la religión masificada y atreverse a dar un paso hacia la nada que es entregarle al pueblo capacidad soberana. Si realmente el soberano decidió por el cambio eligiendo a esta Asamblea, habrá que preguntarle por qué no ha hecho los cambios que prometió hacer. ¿Vamos a seguir insistiendo en las escaramuzas electoreras, vamos a seguir insistiendo con estas pseudos transformaciones electoreras que lo único que hacen es reafirmar la valía de Primero Justicia y de Acción Democrática? Yo no estoy de acuerdo.

27-04-16




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