Por Álex Vásquez S.
Varias certezas y muchas dudas
dominaron el foro La economía y la política: ¿cuáles son los escenarios?,
realizado por Prodavinci el jueves 21 de abril de 2016, en el que intervinieron
la psicóloga social Mercedes Pulido, el politólogo Michael Penfold, el
periodista Eugenio Martínez y el abogado José Ignacio Hernández.
Entre las certezas, destacaron
dos: la inminencia de que Venezuela vive una transición política, paso
fundamental para superar la crisis económica, y la dificultad de la oposición
para presentar al país un liderazgo sólido que asuma las riendas de ese
proceso.
Aunque el revocatorio fue la
opción que se considera más adecuada para lograr el cambio, una duda invadió a
los participantes: ¿será realmente posible que se haga antes del 10 de enero de
2017 y, por tanto, se convoque a una nueva elección presidencial? Hubo
optimismo y pesimismo por igual.
Mercedes Pulido: sin imaginación,
intuición y audacia, no hay liderazgo que acompañe una transición
Mercedes Pulido de Briceño,
psicóloga social, no se aventura a afirmar a la ligera –como cada vez es más
común escuchar– que Venezuela vive una transición. A su juicio, tal certeza requiere
que antes se respondan varias interrogantes: “Antes que nada, ¿es posible una
transición? ¿Hay ganas? ¿Hay actores que la hagan posible? Lo político no es
controlable, que haya una transición depende de muchos actores”.
Pulido afirmó que una transición
no será posible si el liderazgo político no es capaz de recuperar la
imaginación y movilizar al pueblo para lograrlo. Mercedes Pulido de Briceño
recomendó:
“Dicen que el pueblo no se
moviliza. Pero, ¿quién lo moviliza si no son las élites? Hay que pensar que la
reconstrucción no es un proceso cartesiano (de causas y efectos), sino
complejo; hay que cambiar las fórmulas y tener imaginación”.
Mercedes Pulido, psicóloga
social, fotografiada por Roberto Mata.
Esa imaginación que Pulido
exige a los líderes para provocar una verdadera transición es tan necesaria en
Venezuela porque, explicó, aunque sus ciudadanos forman parte de una sociedad
diversificada, suelen evitar el conflicto y tener que involucrarse en proyectos
ajenos si no es necesario. Mercedes Pulido de Briceño indicó que:
“No hay disposición a la
asociación. Se buscan atajos, ver dónde me coloco para resolver mi situación.
La gente se reacomoda y lo vemos con la escasez, que las personas buscan la
manera de conseguir lo que les falta. Esta es una sociedad que se construyó de
arriba abajo y los tiempos dependen de líderes que acompañen y de que la gente
entienda qué pierde. Hay que pensar qué nos une”.
La psicóloga social opinó que
un verdadero líder es, además, estadista, algo que requiere intuición y audacia
para adelantarse a las situaciones que se pueden presentar. “Liderazgo no es
mesianismo, es capacidad de vincular y abrir espacios”, aclaró.
En Venezuela, advirtió, hay
muchos obstáculos a superar para que haya un liderazgo lo suficientemente
sólido: “el liderazgo en Venezuela no es pobre, sino personalizado. Ya hay
muchos pensando en las gobernaciones. Si no hay vocación de poder, no se
trasciende”.
Michael Penfold y los tres
escenarios: resistencia chavista, cambio electoral o el desenlace impredecible
El politólogo Michael Penfold
es realista, casi pesimista, sobre las posibilidades del cambio político a
corto plazo. Al final de su intervención apeló a una máxima que bien pudo
utilizar de introducción, pues dibuja su pensamiento: “La política no es lo que
uno quiere, es lo que es posible”, dijo en referencia a las incomodidades que
debió aceptar la oposición chilena durante la transición del régimen de Augusto
Pinochet.
Penfold aclaró que cualquier
cambio en la situación del país debe tener una resolución política, pero opinó
que las características del conflicto dificultan que se resuelva en el corto
plazo:
“En el conflicto venezolano
nadie tiene la fuerza para imponerse. La crisis aumenta, en 2012 se importaban
bienes por más de 51.000 millones de dólares y hoy apenas por unos 21.000
millones de dólares. Se retrocede en todos los indicadores sociales por la
inflación. Eso implica un conflicto social y sólo puede haber una salida
mediante un acuerdo, pero eso no está en el tapete, sólo la profundización del
conflicto”.
Michael Penfold, politólogo,
fotografiado por Roberto Mata.
A su juicio, hay tres posibles
escenarios para dirimir el conflicto político: el gobierno resiste hasta el 10
de enero de 2017 (y en caso de un revocatorio exitoso, el periodo presidencial
lo finaliza el vicepresidente), lo que considera como lo más probable; hay un
cambio electoral y pacífico vía referendo revocatorio o enmienda constitucional
para reducir el mandato presidencial, o los tiempos sociales aceleran un
desenlace que “nadie va a poder controlar”.
Penfold opinó que, en medio de
esa situación, los principales liderazgos políticos presentan serias fallas. El
chavismo, por un lado, es una minoría electoral que se comporta como una
mayoría hegemónica; y la oposición, por el otro, es una coalición electoral
mayoritaria que se comporta como una mayoría política que todavía no es.
Si el revocatorio no se
realiza antes del 10 de enero de 2017, surgirá una situación que requerirá de
mucha negociación, opinó Penfold, y eso implicará movilización política.
Por eso, el politólogo opinó
que el principal reto de la oposición será movilizar al 80% del país que quiere
cambio. “Para eso, el liderazgo debe imprimir sentido de futuro”, advirtió.
Eugenio Martínez: sin presión
unitaria el revocatorio se aleja
Mejorar la situación
económica, advirtió Eugenio Martínez, periodista especializado en temas
electorales, requerirá necesariamente de un proceso de cambio político que no
luce tan sencillo de materializar y que dependerá de la habilidad de la
oposición para mantenerse realmente unida y presionar al Consejo Nacional
Electoral para que active el referendo revocatorio.
Martínez advirtió que la
oposición no luce tan cohesionada como lo demanda el momento político y así lo
evidencia, a su juicio, que su consenso para el cambio fue proponer las cuatro
vías posibles (enmienda, revocatorio, constituyente y renuncia), sin decantarse
por una en particular.
Aunque advirtió: “Parece que
la dinámica lleva a la oposición hacia el revocatorio”.
Eugenio Martínez, periodista,
fotografiado por Roberto Mata.
El periodista aclaró que, si
bien el proceso para realizar el revocatorio, de acuerdo con los reglamentos
del CNE, puede demorar más de 210 días (por lo que debería iniciarse el 28 de
abril), técnicamente es posible hacerlo en 45 ó 50 días. Martínez indicó que:
“El CNE lo dilata, el gobierno
apuesta a una transición sin elecciones, a llegar hasta 2017. En 2004 se hizo
el revocatorio, pero Hugo Chávez estaba dispuesto y toda la oposición lo
quería; hoy Nicolás Maduro no lo quiere y la oposición no está unida”.
El periodista aclaró que es de
esperar que el CNE imponga nuevas trabas al revocatorio, cuyo proceso
administrativo ni siquiera ha comenzado, pues el organismo no ha entregado la
planilla para recolectar las firmas de 1% de los inscritos en el Registro
Electoral, paso esencial para que se active. Martínez advirtió:
“Esa planilla debe venir con
el manual de uso. Las firmas deben incluir las huellas, pero no se sabe si el
CNE pedirá que se firme donde coloque los captahuellas o pedirá que se llame a
cierto número de los electores para pedirles que coloquen sus huellas. Puede
pasar que cuando se entreguen las firmas, el CNE diga que no sirven, porque la
huella va antes de la firma. La oposición debe entender que lidia, en política,
con malandros”.
Mientras cada quien en la
oposición impulsa sus propuestas, señaló Martínez, el último estudio de
Venebarómetro indica que 31% de los venezolanos no quiere que Maduro renuncie,
con lo que la percepción negativa de su liderazgo no continuó su acostumbrado
descenso. “La gente se pregunta: ¿si no es Maduro, quién?”, añadió.
José Ignacio Hernández y la
batalla que podría disolver al Parlamento
Venezuela vive un duelo de
ping pong constitucional entre la Asamblea Nacional, que aprueba leyes o toma
decisiones como rechazar el Decreto de Emergencia Económica propuesto por el
Ejecutivo, y la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, que
bloquea todo lo que emana del Hemiciclo.
La metáfora es del abogado
José Ignacio Hernández, quien afirmó que, a pesar del duelo entre ambos
poderes, en el que uno goza de una ventaja abrumadora, hay una buena noticia:
que los juegos de ping pong no duran para siempre.
Hernández aclaró que sólo hay
cuatro posibles resultados. Uno: una de las partes gana. Dos: una de las partes
abandona la partida. Tres: se produce un acuerdo entre los jugadores. Y cuatro:
un tercero interviene en el juego y decreta su fin, porque puede.
José Ignacio Hernández, abogado,
fotografiado por Roberto Mata.
Hernández advirtió que la
Asamblea Nacional está por agotar sus decisiones legislativas (como la ley que
pretende otorgar los títulos de propiedad a los beneficiarios de la Misión
Vivienda, la del bono de alimentos y medicinas para jubilados y pensionados, la
ley de referendos o la reforma del TSJ, entre otras), y ahora sólo puede
utilizar su último cartucho (la enmienda constitucional) antes de pasar a
actuar en el estricto plano político.
El abogado aclaró que, así como
se han frenado todas las decisiones del Parlamento, lo mismo ocurrirá con la
enmienda, pues el TSJ dirá que no aplica para el actual mandato. “La Asamblea
tendrá que actuar ya no a través de leyes, sino en el plano político”, reiteró.
No descartó la posibilidad de
que la Asamblea Nacional, tras los golpes del TSJ, simplemente deje de existir,
y puso como ejemplo el fallo de la Sala Constitucional que declaró
inconstitucional la Ley de Amnistía, aduciendo que el Parlamento “es una
hegemonía que trata de imponer un orden contrario a la Constitución”. José
Ignacio Hernández agregó:
“Pareciera que la Sala
Constitucional allanó el camino para disolver la Asamblea. El próximo paso es
deslegitimarla constitucionalmente. La Asamblea puede evitar ese destino al cambiar
el discurso. La agenda legal se agotó. El 6D no fue un punto de llegada, sino
un punto de partida”.
22-04-16
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico