Vatican News 12 de enero de 2019
"Pedimos que cese la represión, y las
amenazas que el gobierno utiliza como instrumento para generar miedo"
Una
vuelta "a la racionalidad política y a la legitimidad" a través de
una consulta electoral, un cambio del modelo económico y el restablecimiento de
la separación de poderes. Esta es la petición que ha hecho a Nicolás Maduro el
presidente de los obispos venezolanos, José Luis Azuaje, en una entrevista con
Vatican News, tras el juramento del mandatario este jueves de un nuevo periodo
en el cargo y tras haber publicado la Conferencia Episcopal una exhortación en
la que tacharon su gobierno de "moralmente inaceptable".
En la exhortación resulta evidente la
necesidad de llegar a un cambio: ¿cuáles son las alternativas que presenta la
CEV?
Mirando
la realidad de nuestro país donde todo se ha desestructurado creo que hay
varias áreas en la que hay que pedir e insistir en que se dé un cambio.
En lo
político, volver a la racionalidad política y a la legitimidad y esto se hace a
través de una consulta electoral. Esa consulta electoral tiene el objetivo de
elegir nuevas autoridades. Como lo hemos dicho en nuestra exhortación,
realmente consideramos ilegítimo todo este proceso gubernamental por no tener
un asidero en la Constitución, precisamente en el ámbito de las elecciones que
se suscitaron en el mes de mayo del año pasado.
Debe
haber un cambio del modelo económico. Este modelo económico ha llevado a la
pobreza, ha llevado a la devaluación, a una hiperinflación, y esto tiene sus
consecuencias: los millones de venezolanos que han salido del país. Por ende se
debe pasar a una economía más abierta, pasar de esta economía rentista, de
controles y centralizada, a una economía más abierta que tenga como centro la
persona humana.
Esto
es un aspecto fundamental que estamos pidiendo nosotros como conferencia
episcopal, porque todos los días en nuestras diócesis estamos viendo las
grandes necesidades que tiene la gente de alimentación, de medicamentos, de
transporte público. Los servicios públicos ya no otorgan un servicio de
calidad, sino que todo está desestructurado y por eso la necesidad de volver a
una economía más amplia y productiva.
Nosotros
tenemos grandes campos para sembrar, y todo se ha deteriorado porque no se
consiguen semillas, porque no se consiguen los productos para sustentar
cualquier plantación, y por ende esto lleva a un quiebre de la economía local,
nuestros campesinos.
Hemos
pedido volver a la separación de poderes. El contexto de este gobierno lo que
ha hecho es juntar todos los poderes públicos bajo un paraguas que es el poder
ejecutivo y esto lleva en sí el resquebrajamiento del Estado de Derecho.
Han insistido mucho en la legitimidad del
gobierno del mandato del Presidente Maduro. ¿Qué piden al presidente en este
sentido?
Lo que
se pide, se pide a Venezuela y sobre todo a la sociedad civil, y es volverse a
activar. La sociedad civil tiene que tener un protagonismo, por eso decimos que
nada de lo que sucede en el país puede ser extraño o ajeno al pueblo
venezolano.
El
protagonista de todo tiene que ser la sociedad civil desde la ciudadanía, es
decir, de las personas que tienen derechos y que cumplen también deberes.
Lo que
pedimos pues, es que se cumpla la Constitución, que se abra la posibilidad de
una consulta constitucional para la elección de nuevas autoridades, en el
planteo de nuevas políticas públicas.
Sabemos,
mirando el contexto de este gobierno, que no lo harán, y por eso hemos querido
decirle al pueblo venezolano en nuestra exhortación que tienen que activarse: activarse
las instituciones, los partidos políticos, de oposición, los gremios, las
universidades, las instituciones, en fin, todos, pero desde un ámbito de la
paz.
Asumir
todos el contexto de nuestra Constitución vigente que tiene articulados muy
buenos sobre derechos de los ciudadanos. Creo que en este ámbito se debe
plantear - si se quiere decir así - "una presión" para alcanzar
algunos objetivos.
Pedimos
que cese la represión, y las amenazas que son utilizadas por el gobierno como
instrumento para generar miedo y paralización. Esto lleva en sí el respeto de
los derechos humanos. Es la petición que siempre hemos hecho al gobierno,
también a esta instancia y a los mismos militares, que respeten los derechos
humanos de los ciudadanos y de los pueblos.
Además de la gratitud a los gobiernos que
han sido solidarios con los venezolanos migrantes, hay un pedido preciso a la
Comunidad Internacional?
Lo que
ha hecho la comunidad internacional el venezolano lo ha avalado, es decir, el
generar políticamente dentro del ámbito de la diplomacia, presión para volver a
la democracia.
Es un
contexto que tenemos que avalar porque este mundo ya está globalizado y lo que
afecta a Venezuela afecta también el contexto internacional.
Por
ejemplo, hay que ver que más de tres millones de venezolanos que han ido a
muchos países de América Latina, también EE. UU y Europa, son venezolanos que
llegan allí sin nada.
De las
tres oleadas que han salido, la primera fue de migrantes, hijos de los
migrantes que muchos años atrás llegaron a Venezuela.
Luego
otra oleada de migrantes que son nuestros profesionales, personas que asumieron
productivamente un trabajo pero que aquí en el ámbito jurídico, como también
por la cuestión económica, no pudieron más, y tuvieron que cerrar sus clínicas,
sus empresas, también muchos profesores universitarios han tenido que salir.
Pero
la tercera oleada es la que nos genera más preocupación, que es nuestro pueblo
pobre, que sale con lo que puede y que se va con un sentido de esperanza pero
también de mucho sufrimiento.
En
este ámbito, creo que hay que retomar los derechos humanos - que tienen todos
los venezolanos - de regresar al país, y por ende, rescatar la democracia en
Venezuela, volver a poner la economía al servicio de las personas humanas, y en
el ámbito jurídico, que podamos tener confianza de las cosas que podemos hacer
aquí en ámbito comercial, educativo, como en la valoración de la participación
ciudadana.
Por
eso creo que la presión que ejerce la Comunidad Internacional, dentro del
ámbito de la diplomacia, va generando y tiene que generar ciertos cambios
internos en el país.
El
otro aspecto es que sigan investigando a funcionarios públicos que se han ido a
otros países. Funcionarios públicos venezolanos que se han llevado el dinero de
los venezolanos: investigar dónde están, investigar esas riquezas mal habidas
que desgraciadamente lo que han hecho es empobrecer al pueblo venezolano.
Se
debería "por justicia" asumir una revisión y que sea la justicia la
que diga qué va a hacer con todas estas personas.
En
tercer lugar que no abandonen a los venezolanos que se encuentren en sus
países. Creo que ha habido una gran solidaridad por parte de los Estados, pero
también de las Conferencias Episcopales, de las Instituciones como Cáritas y
muchas otras, que han apoyado a nuestros hermanos venezolanos y venezolanas que
se encuentran en otros países.
Nosotros
como Conferencia Episcopal estamos siempre abiertos a recibir también
notificaciones e indicaciones, incluso cuando viajamos fuera del país tratamos
de unirnos y de juntarnos con nuestros hermanos venezolanos, oír sus
sufrimientos como también los logros que están alcanzando en estos países. Todo
es un proceso de coordinación y sobre todo de mucha comunión como Iglesia que
somos.
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