Papa Francisco 12 de enero de 2019
Evangelio
de hoy: Juan 3,22-30
Evangelio
del día (Es necesario que Él crezca y yo disminuya): "En
aquel tiempo, Jesús fue con sus discípulos a Judea. Permaneció allí con ellos y
bautizaba. Juan seguía bautizando en Enón, cerca de Salim, porque había mucha
agua en ese lugar y la gente acudía para hacerse bautizar. Juan no había sido
encarcelado todavía. Se originó entonces una discusión entre los discípulos de
Juan y un judío, acerca de la purificación. Fueron a buscar a Juan y le
dijeron: "Maestro, el que estaba contigo al otro lado del Jordán y del que
tú has dado testimonio, también bautiza y todos acuden a él". Juan
respondió: "Nadie puede atribuirse nada que no haya recibido del cielo. Ustedes
mismos son testigos de que he dicho: "Yo no soy el Mesías, pero he sido
enviado delante de él". En las bodas, el que se casa es el esposo; pero el
amigo del esposo, que esta allí y lo escucha, se llena de alegría al oír su
voz. Por eso mi gozo es ahora perfecto. Es necesario que él crezca y que yo
disminuya... Palabra del Señor
Reflexión
del Papa Francisco
Juan
Bautista, preparaba el camino a Jesús sin tomar nada para sí mismo. Era un
hombre importante, la gente lo buscaba porque sus palabras eran fuertes, pero
supo no caer en la tentación de creer que era importante.
En ese
sentido, recordó que cuando se acercaron los doctores para preguntarle si él
era el Mesías, Juan respondió:
"Son
voces: solamente voces, yo sólo he venido a preparar el camino del Señor".
Aquí
está la primera vocación de Juan el Bautista, preparar al pueblo, preparar los
corazones de la gente para el encuentro con el Señor. Pero, ¿quién es el Señor?
Y esta
es la segunda vocación de Juan: discernir, entre tanta gente buena, quien era
el Señor. Y el Espíritu Santo le reveló esto y él tuvo el valor de decir:
"Es
éste. Éste es el Cordero de Dios que quita los pecados del mundo"...
Así,
la tercera vocación de Juan el Bautista es disminuir. Desde aquel momento su
vida comenzó a abajarse, a disminuirse para que creciera el Señor, hasta
eliminarse a sí mismo. El Bautista se decía "Él debe crecer, yo, en
cambio, disminuir", "detrás de mí, delante mío, lejos de mí".
[...] Son
tres vocaciones en un hombre: preparar, discernir, y dejar crecer al Señor
disminuyéndose a sí mismo.
También
es hermoso pensar la vocación cristiana así. Un cristiano no se anuncia a sí
mismo, anuncia a otro, prepara el camino para otro: al Señor. Un cristiano debe
aprender a discernir, debe saber discernir la verdad de lo que parece verdad y
no lo es: un hombre de discernimiento. Y un cristiano debe ser también un
hombre que sabe cómo abajarse para que el Señor crezca, en el corazón y en el
alma de los demás. (Homilía en Santa Marta. 24 de junio de 2014)
Oración
de sanación
Señor,
busco tu presencia divina en los cálidos rayos del sol que se adentran a mi
habitación para alabarte con todas mis fuerzas y darte gracias con todo mi
corazón por regalarme la bendición de este día.
Quiero
emprender mis sueños y proyectos con alegría sabiendo que Tú no me dejas solo.
Todo está en tus manos ¿a quién temeré? ¿Quién me hará temblar? Si Tú, mi Dios,
eres mi roca, mi fuerza y mi descanso.
Estoy
contigo y eso me garantiza que este día, con sus horas, minutos, segundos y
horas, serán de gran bendición si pongo mi confianza plenamente en Ti y me dejo
guiar por tus inspiraciones.
Quiero
pensar en Ti en cada acción que realizo, pero siempre llegan a mi mente los
problemas, la agenda del día, las deudas, en fin, todo acapara mi atención y a
Ti te dejo para después.
Regálame,
oh mi Señor, la gracia de permanecer en Ti, de darte el protagonismo en mi
historia, porque solamente en tu presencia, mi vida tiene sentido y cada
jornada tiene un propósito, digno, santificante, justo y bueno.
Gracias
por permitirme este momento de encuentro contigo, por amarme tal como soy, por
ayudarme a ser mejor y por tantos proyectos que deseo realizar.
Tú, mi
amigo, mi todo, mi Dios, te ofrezco mi alabanza en tributo y adoración. Qué
gozo el poder alabarte y bendecirte, que lo que pueda hacer hoy sea para mayor
gloria de tu Santo Nombre.
Gracias
Santo y poderoso Rey, te alabo con todo mi corazón, te alabo con toda mi alma,
la Gloria a tu santo nombre, mi Señor, para Ti, la alabanza con todas las
fuerzas de mi alma. Amén
Propósito
para hoy
Rezaré
un Padrenuestro por la paz de las familias y la restauración de tantos
matrimonios rotos y heridos.
Frase
de reflexión
"Hoy
más que nunca, nuestras sociedades necesitan artesanos de la paz, mensajeros y
testigos de Dios Padre que quiere el bien y la felicidad de la familia
humana". Papa Francisco
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