Rafael Vásquez 03 de enero de 2019
En mi
bello pueblo de Guaríco, Villanueva y todos sus caseríos, pertenecientes al
Municipio Moran del Estado Lara, todas las transacciones comerciales se
realizan con el rubro del café.
Este
municipio está considerado como el mayor productor de café del país y sus
montañas son un oasis de bellezas, que impresionan al visitante con sus
plantaciones de este cultivo.
En
vista de la escasez de dinero efectivo y del alza desmedida del precio de todos
los productos que se consumen en la población, cada vez que sube el dolar
today, la sabiduría innata que existe en nuestros pueblos encontró la solución
a esta problemática, y creó su dolar "criollo" y lo llamó el
"dolar café".
Por
ejemplo la gasolina, que por su escasez, se consigue a precio de bachaqueo, el
campesino intercambia un quintal de café (46 kilos) por un barril de 200
litros. En estos momentos el precio del café está oscilando alrededor de
20.000,oo Bs. Soberanos con tendencia a la alza (el quintal).
Las
calles de la población se han convertido en un mercado persa donde los
comerciantes informales, venidos de El Tocuyo, Barquisimeto y otros lugares,
intercambian diversidad de productos por café, y todos los comerciantes
establecidos hacen lo mismo.
Las
reparaciones de motos, vehículos y compra de repuestos y carros, todo se paga
con café. Ayer le pregunté a una señora que vendía cocuy de penca, que ¿cuanto
valía el litro? y me respondió que, seis kilos de café y le pregunté que
¿cuanto en efectivo? y me respondió que ella no trabajaba con esa moneda, por
qué se devalúa mucho.
Los
campesinos, entran a los bares, se instalan con su maleta de café en la mesa
hasta que se consumen este rubro en cerveza.
Me
llamó la atención, un cuento real, que sucedió en el único burdel que ha
existido en mi pueblo desde toda la vida, llamado "el Chupadero", y
es que las chicas están cobrando por el acto amoroso que dura muy pocos
minutos, entre tres y cinco kilos de café por dicho acto y resulta que, a un
amigo conocido llegó con su maleta de café y se puso a bailar para calentar los
motores y cuando se acercó a la mesa, le habían robado la maleta de café,
imagínense como quedó la calentura del hombre.
Hay
otras chicas que no trabajan en estos establecimientos, pero igual cobran con
café, hay una de ellas que le dicen " la kilo y medio", porque es la
tarifa que cobra. Una amiga mía que está muy buena moza y al oír este cuento me
dijo a manera de broma, que ella lo daría por un quintal y esto me puso a pensar.
Lo
paradójico de esta situación, es que la empresa PACCA-GUARÍCO que es la mayor
receptora de café de la zona, está a muy pocos metros del burdel "El
Chupadero", por lo que va a llegar el momento, que es más fácil conseguir
café en este negocio que en la PACCA.
El
Petro y el Lingotico de oro que tanto pregona el gobierno, tiene su
contrincante en el Dolar Café, porque éste bien almacenado dura años y el
campesino sabe que este rubro subirá de precio como la espuma en los próximo
meses, aparte que por lo general, ellos siempre son desconfiados con los
anuncios de los gobiernos de turno.
La
revolución tecnológica y digital, llegó a nuestros campos, ya el campesino
pendejo que casi regalaba sus cosechas ya no existe, después que sus nietos
llevaron las Canaimitas que le regaló el gobierno, ellos saben cuanto valen sus
productos en cualquier parte del país, y si los insumos para la producción de
sus alimentos suben, ellos de inmediato suben el precio de sus productos. La
tecnología digital les dio un mecanismo de defensa que jamás organización
política alguna les había dado.
Las
mafias de las federaciones campesinas que se lucraban con el dolor y la miseria
del campo ya son cosas del pasado, y los vividores que se llevaban nuestras
ganancias sin sembrar cada día son menos.
Muy
atrás quedó la odisea de nuestro legendario Argimiro Gabaldón que subió a
nuestras montañas, con un ejercito de muchachos soñadores y llenos de utopías
para hacer una revolución desde el campo, que fracasó rotundamente, a pesar que
el campesino lo apoyó en su mayoría, pero la fuerte represión del ejercito en
su momento, dejó una estela de torturados, fusilados y desaparecidos que muchos
todavía lloramos y deseamos que hechos como estos no se repitan, porque dejan
muchos traumas.
¡Que
viva la revolución digital, que llevó progreso y entretenimiento al campo!.
Ahora
nosotros sabemos cuanto vale nuestro café en la Bolsa de New York, Tokio y en
cualquier parte del mundo.
¡QUE
VIVA EL DOLAR CAFÉ!, ¡ABAJO EL DOLAR TODAY!.
Rafael
Vásquez
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