El presidente de Repsol, Antonio Brufau |
ANTONIO RODRÍGUEZ 08 de septiembre de 2020
@antonioRG9
El
Ejecutivo se prepara para una salida de la petrolera del país sudamericano ante
la amenaza de sanciones por parte de Trump. Pesimismo en Exteriores al ver que
la presión de Washington no afloja
En
el Gobierno de Pedro Sánchez se ha instalado el pesimismo sobre
el futuro de Repsol en Venezuela. Fuentes
diplomáticas dan por hecho a Vozpópuli que la petrolera
abandonará el país sudamericano "a corto plazo" ante la
amenaza de sanciones por parte de Estados Unidos y los
continuos problemas en la producción, unos hechos que han llevado a la empresa
española a reducir en los últimos años gran parte de su exposición
patrimonial en dicho país.
El Ministerio de Asuntos Exteriores, que dirige Arancha
González Laya, considera que Repsol está "de salida", con
una actividad "muy limitada" y en medio de una situación
política en Venezuela que no se prevé que mejore en los próximos meses.
Las elecciones legislativas que Nicolás Maduro ha
anunciado para el 6 de diciembre no reúnen las condiciones mínimas para
que sean consideradas limpias, según EEUU y la UE, y la oposición liderada
por Juan Guaidó puede quedarse sin el control de la Asamblea
Nacional, un escenario que seguramente creará aún más inestabilidad.
El Ejecutivo español ha constatado también en los
últimos meses que la Administración Trump no ha aflojado la
presión para
evitar que la petrolera española sucumba a la última oferta del chavismo.
Además, la perspectiva de que Joe Biden venza en noviembre
tampoco es halagüeña pues los demócratas no planean cambios significativos en
la política norteamericana hacia Venezuela.
La agencia Bloomberg publicó en enero
que, ante el colapso económico y las rígidas sanciones,
el Gobierno de Maduro analizaba la privatización de la petrolera estatal, Petróleos
de Venezuela (PVDSA). Y que representantes gubernamentales habían mantenido
ya conversaciones con la rusa Rosneft, la española Repsol y
la italiana Eni.
Aquel movimiento de Caracas se produjo justo
la víspera del polémico viaje de la vicepresidenta de Maduro, Delcy
Rodríguez, a Madrid y diferentes medios de comunicación especularon con la
posibilidad de que la 'número dos' del régimen bolivariano tuviese intención de
ver a representantes o emisarios de la compañía española en
las catorce horas que iba a durar su escala en territorio
español. Una posibilidad que este medio nunca pudo confirmar.
Advertencias de Washington
La Administración Trump no tardó en advertir de
que cualquier
tipo de colaboración internacional con el sistema de Maduro sería castigado.
"Repsol nunca ha querido situarse en contra de las sanciones y
siempre ha respetado la posición de Estados Unidos", recordó hace unas
semanas Elliott Abrams, el representante de la Administración
Trump para Venezuela.
"¿Puede Maduro presionar al Gobierno español vía
Repsol?", se preguntó a sí mismo Abrams en una rueda de prensa.
"Pueden tratar de hacerlo, pero, con franqueza, Repsol es una gran
compañía con muchos intereses en Estados Unidos, y es lógico
que Maduro trate de presionar por Repsol, pero no diría que tendrá
éxito", resumió.
Mientras que Repsol ha evitado al 'abrazo' de Maduro
con su oferta sobre PVDSA, la rusa Rosneft ha tomado el camino contrario y su
presencia en Venezuela es ahora mucho mayor que hace unos meses. "Rusia
verá que su apoyo a Maduro no es gratuito", advirtió el representante
de Trump para Venezuela.
Mercado prioritario
Repsol tiene en Venezuela uno de sus principales
mercados, del que obtiene aproximadamente el 10% de su producción anual, así
que una decisión de este tipo tiene que ser muy meditada. La compañía que
preside Antonio Brufau participa en el país en dos empresas
mixtas de petróleo (que operan en total cuatro bloques, con
concesiones que vencen entre los años 2031 y 2035) y dos empresas mixtas
de gas (la última de sus concesiones vigentes finaliza en
2036).
En sus últimas conferencias con analistas, el
consejero delegado de la petrolera, Josu Jon Imaz, ha insistido en
lanzar un mensaje positivo sobre Venezuela, "un país al que miramos con
optimismo". No obstante, la grave situación de Venezuela ha
llevado a Repsol a acelerar la reducción de su exposición
patrimonial al país, en el que está presente desde 1993.
Al cierre de 2018, esta exposición era de 456 millones
de euros, un 70% inferior a la del ejercicio anterior, y muy alejada de los más
de 2.200 millones de euros que presentaba en 2016. La producción media
de Repsol en el país latinoamericano en 2018 fue de 62.000 barriles
equivalentes de petróleo al día, del total de los 705.000 barriles de todo el
grupo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico