Luis Manuel Esculpi 01 de diciembre de 2020
@lmesculpi
En mi último artículo hice una somera referencia a los
desafíos del próximo año. Por supuesto que el análisis de escenarios posibles
para el 2021, requiere conocer algunos datos de eventos que sucederán este
mismo mes y apenas iniciar el próximo. Los resultados de las elecciones
convocadas por el régimen, la consulta popular organizada por la oposición y la
instalación de la Asamblea Nacional el 5 de enero.
Aún sin tener esa información disponible, es posible
visualizar algunas situaciones que seguramente se presentarán en los primeros
meses del año. No resulta difícil imaginar que se promoverá desde distintos
sectores políticos y sociales, una recomposición de la alianza y la conducción
opositora. En esta oportunidad hay quienes promoverán la participación de otros
sectores representativos de la sociedad, junto a las organizaciones políticas
para conformar la nueva plataforma unitaria. Naturalmente estos debates se han
desarrollado en el seno de las fuerzas alternativas, al finalizar
acontecimientos políticos importantes, la consideración de cerrar un ciclo e
iniciar una nueva etapa de la lucha, ha sido una consideración recurrente en
las reflexiones de las fuerzas democráticas.
Se planteará como una necesidad imperiosa el superar
la fragmentación de la oposición, estimando que la división constituye un serio
obstáculo para alcanzar el cambio político. Sin embargo, por otra parte se
argumentará que la unidad debe conformarse en torno a una política ampliamente
compartida, lo que supone una elaboración fundamental en el diseño estratégico.
En los partidos políticos más influyentes existe la
convicción que la ruta para alcanzar el cambio político se despejará a partir
de un proceso de negociación. Una interrogante que surge a partir de esa
convicción está asociada a la posibilidad de regresar a las negociaciones
iniciadas en Oslo y Barbados, pese a las dificultades conocidas para acordarse
en el campo opositor, esa eventualidad no puede descartarse a prIori en virtud
de las elecciones de Gobernadores y Alcaldes. Además de la oportunidad de
activar los mecanismos para realizar el referéndum revocatorio.
En materia internacional se puede estimar una
aproximación del nuevo gobierno norteamericano con las políticas de la Unión
Europea, cuyas exigencias están asociadas a la realización de elecciones
libres.
> Las materias por definir revisten una gran complejidad y requieren de un
debate sereno y realista para poder abordarlas. Exige realizarlo en el plano de
las ideas, evitando caer en el terreno de la agresión y descalificación.
El
régimen por su parte intentará proyectar una “nueva oposición” con quienes
resulten electos, su propósito es disminuir la significación de la oposición
mayoritaria y reducir la influencia de la Asamblea Nacional dirigida por Juan
Guaidó. En otro sentido con la llamada “flexibilización” por todo el mes de
diciembre y el trasmitir la sensación de tener controlada la propagación del
virus, puede conducir, de acuerdo a los cálculos de la Academia de Ciencias
Físicas y Matemáticas, a una situación sumamente comprometida a los inicios de
año
La oposición venezolana ha demostrado una gran
capacidad para recomponerse, superando difíciles coyunturas y rediseñando sus
rutas. Quizás en esta ocasión se enfrente a un desafío superior al de
anteriores oportunidades, lo que implica mayores exigencias para dibujar un
camino exitoso.
En nuestra opinión, la conducción política tiene que
adelantar una línea de apertura hacia diversas organizaciones sociales,
sindicales, empresariales, profesionales, con las universidades y las
academias, no tan solo para sumarlas a un amplía plataforma unitaria, sino
también para escuchar sus críticas, sugerencias y proposiciones e incorporarlas
a su propia reflexión. Así se colocaría a la altura de las exigencias y de los
desafíos del año próximo.
Luis
Manuel Esculpi
@lmesculpi
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