Por Xabier Coscojuela
Este domingo 9 de enero
la mayoría de los ciudadanos de Barinas que acudieron a votar le dieron un
claro mensaje a Maduro y sus compinches: no aceptaron a su candidato, no
quisieron que continuara al frente de la gobernación un integrante del PSUV y
con el voto también rechazaron el abuso de poder que cometieron para tratar de
torcer la voluntad de los barineses.
Si el uso de los
recursos públicos para ganar elecciones ya es algo normal en Venezuela, en
estas elecciones del domingo 9 de enero se rompieron todos los récords en esta
materia. Regalaron electrodomésticos, surtieron con suficiente gasolina al
estado —¿se acabó el bloqueo?— el agua que muchos tenían tiempo sin ver que
llegara por las tuberías lo comenzó a hacer, se autocriticaron y prometieron
enmendarse. Hasta las cajas CLAP llegaban semanalmente y con un pollo
incorporado. Remozaron espacios públicos, recuperaron pozos de agua y
reiniciaron obras paralizadas.
Por si lo anterior no
era suficiente, buena parte de los ministros se mudó para Barinas, el capitán
asumió el mando pleno, las emisoras de radio fueron amenazadas si entrevistaban
a Sergio Garrido, candidato al que tampoco le aceptaron las cuñas aunque las pagara.
Maduro, en otro acto de sinvergüenzura ordenó al resto de los gobernadores
rojitos trasladar a los electores que pudieran vivir en sus estados, pero que
estuvieran inscritos en Barinas, para que votaran el domingo. Nada de esto
sirvió. Recibieron una soberana pela.
Esos actos de
corrupción que adelantó el chavismo en Barinas fueron derrotados por los
ciudadanos de ese estado que contaron con una dirección política que supo
trabajar el triunfo. Victoria que ya se había producido en noviembre, pero que
ayer fue muchísimo más contundente.
A los abusos del
madurato hay que agregarle la inhabilitación, primero, de Freddy Superlano tras
haber ganado, y después de la esposa de Superlano y de Julio César Reyes,
cuando fueron propuestos como candidatos de los sectores democráticos. Creyeron
algunos que Sergio Garrido no era una amenaza, pero les salió respondón, y de
qué manera.
Esa dirección política
de Barinas no pisó ningún peine, amplió su base de apoyo con la
incorporación de Rafael Rosales Peña y algunos partidos que el 21 de noviembre
lo apoyaron, y obtuvo un excelente resultado. El Consejo Nacional Electoral
contó los votos como fueros emitidos, aunque como acotó el rector Roberto
Picón, ese organismo debe poder atajar y castigar los ilícitos electorales, que
fueron abundantes, en el momento en que se producen. Hay que seguir luchando
por mejorar las condiciones electorales. De cara al futuro inmediato, falta ver
si el chavismo acatará la decisión de los ciudadanos, está acostumbrado a no
hacerlo.
Otros que perdieron
ayer fueron los abstencionistas. Menos mal que Superlano no siguió las
directrices de Leopoldo López, Juan Guaidó y buena parte del cogollo de
Voluntad Popular. Menos mal también, que Garrido no atendió los llamados a no
participar que hicieron algunos dirigentes políticos que en nombre de la
«dignidad» no hacen más que equivocarse.
Barinas le dice a la
oposición que hay que respetar los liderazgos naturales, que la ruta para
democratizar al país no puede ser otra que la electoral, es la que no le
conviene al gobierno, menos estando como está en franca minoría, por eso
promueve la abstención y la división. La tarea para la dirigencia política es
clara. El objetivo es desalojar al chavismo del poder a través de voto. Para
ello la unidad es imprescindible, pero no solo en el objetivo sino en el camino
o la vía para lograrlo. Algunos sectores asoman la posibilidad de convocar un
referendo revocatorio a Maduro, hay que pensar muy bien los pro y los contra de
esa posibilidad, para el 2024 no falta nada y hay mucho por hacer.
Esperemos que en esta
ocasión el triunfo en Barinas no se les suba a la cabeza, que mantengan los
pies en la tierra y no busquen atajos donde no los hay. A pesar de esta
victoria, el conjunto de la oposición está muy maltrecho, hay que recomponerla,
unir sus distintas versiones y trazar un plan consensuado para lograr el
objetivo fundamental de recuperar la democracia.
*Xabier
Coscojuela es director de TalCual
11-01-22
https://talcualdigital.com/que-el-triunfo-de-barinas-no-se-suba-a-la-cabeza-por-xabier-coscojuela/
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