Antonio de la Cruz 12 de enero de 2022
El
heredero de Hugo Chávez fue derrotado este domingo en la tierra natal del
“comandante supremo y eterno”, Barinas. En esta ocasión, la derrota fue
aplastante. La diferencia de casi 500 votos en la elección del 21N pasó a ser
70.000 después de 7 semanas. En términos porcentuales el margen de la pérdida
saltó de menos de 1% a 14%.
La
patraña montada por el cabellomadurismo en las regionales del 21N ─la
repetición de los comicios de gobernador tras la anulación del triunfo del
candidato opositor Freddy Superlano─ no funcionó, a pesar de haber usado todos
los recursos del Estado, el desplazamiento militar y el control institucional a
favor del exesposo de la hija mayor de Chávez, Jorge Arreaza.
La doble derrota del PSUV en Barinas es una muestra de la gran insatisfacción que tiene actualmente el venezolano con Maduro y los Chávez.
En la
primera jornada (21N), el derrotado fue el hermano del fallecido presidente,
Argenis Chávez. Los 20 años de gobierno regional de la dinastía llegaban a su
fin.
Algo
que la nomenclatura de Cuba no aceptaba porque simbolizaba el inicio del ocaso
del mito revolucionario de la “epopeya bolivariana”, su invencibilidad. En
consecuencia, acarreaba el riesgo de ser el principio del fin del usufructo
cubano de Venezuela. Por ello, Maduro asumió el reto de mantener la lucha por
la Gobernación de Barinas sin importarle el precio que pagaría.
Después
de su sorpresivo viaje a Cuba para homenajear a Fidel Castro, expulsó a los
representantes que quedaban de la Misión de Observadores Electorales de la
Unión Europea, acusándolos de ser “espías” e “infiltrados” ─una práctica típica
del régimen cubano─.
Sin
embargo, el pasado domingo, los derrotados fueron Maduro y el Partido Comunista
de Cuba. Se ratificó que el ocupante del Palacio Miraflores no cuenta ya con el
apoyo popular. No existe conexión emocional con las mayorías.
La
intimidación con los 25.000 funcionarios policiales y militares desplegados en
1.000 mesas de votación, la repartición de neveras y electrodomésticos, y el
abastecimiento a la región con la gasolina y el gas que escasean en todo el
país no funcionaron para alzarse con la victoria.
Maduro
y el Partido Comunista de Cuba son entonces los responsables del fracaso
electoral que tiene una lectura nacional. Expresa el nivel de rechazo que
mantiene actualmente el cabellomadurismo en el país.
Además,
el fracaso de Barinas en un segundo intento abre el camino para establecer la
hoja de ruta de la solución a la crisis política surgida después de la elección
presidencial en 2018, que va desde la activación del referéndum revocatorio a
Maduro en 2022 hasta la elección por un recorte del mandato de Maduro con una
parlamentaria.
Si el
cabellomadurismo sigue sin escuchar la voz del pueblo y decide aferrarse al
poder radicalizándose, amenazando con meter a la cárcel a Juan Guaidó y otros
23 integrantes del gobierno interino, podría crear las condiciones para una
salida inesperada, desde una insurrección militar hasta una rebelión popular.
Maduro
y el Partido Comunista de Cuba son entonces los responsables del fracaso
electoral que tiene una lectura nacional. Expresa el nivel de rechazo que
mantiene actualmente el cabellomadurismo en el país.
Además,
el fracaso de Barinas en un segundo intento abre el camino para establecer la
hoja de ruta de la solución a la crisis política surgida después de la elección
presidencial en 2018, que va desde la activación del referéndum revocatorio a
Maduro en 2022 hasta la elección por un recorte del mandato de Maduro con una
parlamentaria.
Si el
cabellomadurismo sigue sin escuchar la voz del pueblo y decide aferrarse al
poder radicalizándose, amenazando con meter a la cárcel a Juan Guaidó y otros
23 integrantes del gobierno interino, podría crear las condiciones para una
salida inesperada, desde una insurrección militar hasta una rebelión popular.
Para
los factores democráticos el triunfo de Barinas deja varios aprendizajes. El
primero es la unidad de propósito y dirección. Cuando ha estado presente en los
distintos escenarios electorales se ha alcanzado la victoria. Históricamente,
los mayores avances que ha logrado frente al PSUV han sido de tipo electoral.
Además,
reafirmó que el voto es un medio que le permite al ciudadano ejercer su poder,
eligiendo. Claro, cuando la participación es mayoritoria. Las cifras
de las elecciones de este domingo se ubican en más de 52%, 6 puntos
porcentuales por encima de la del 21N.
Otra
lección es que el cara a cara, el contacto directo pateando la calle
reconstruyen la confianza con el elector frustrado por la gestión del régimen
de Maduro y compañía.
Después
de Barinas, el cabellomadurismo y el Partido Comunista de Cuba deberían
entender que hay que buscar una salida negociada para poner fin a la calamidad
que atraviesa la mayoría de los venezolanos. La solución no es el éxodo, ni la
represión ni las amenazas.
Es la
hora de trabajar por el bien común de los venezolanos, tomando en cuenta que en
Barinas fueron derrotados los Chávez, Maduro y Cuba.
Antonio
de la Cruz
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