Damián Prat C. julio 20, 2012
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@damianprat (en twitter)
Quien observe y
analice con “cabeza fría” los discursos del candidato
Chávez notará sin asomo de dudas que una de sus estrategias es usar todos los
recursos de retórica, miedo, atracción o amenazas para retener sus votos, para
que no “se le escapen”. Tiene mucho de “defensiva”. Su más célebre frase de los
últimos días fue, en pocas palabras, “pueden quejarse del gobierno y de los
problemas, pero no pueden votar por ‘la burguesía’ (tono despectivo para
referirse a la oposición) porque aquí lo único que importa es Chávez”. Es
repugnante el narcisismo y la egolatría, pero en realidad, en el fondo, es
obvio que intenta frenar el deslave de votantes suyos. Trata de que la profunda
y extendida decepción por su mal gobierno no se convierta en avalancha de votos
por la opción del cambio. Está intentando frenar la derrota.
Hay muchos otros
ejemplos que no voy a detallar por razones de
espacio pero que cualquier lector puede hurgar en el recuerdo de otras frases,
lemas y acciones. Verán que está “a la defensiva” tratando de contener el alud,
es una constante. Cuando “mete miedo” con que “las Misiones serán liquidadas”
de ganar Capriles, no solo miente, sino que intenta que aquellos que están
dependientes de las dádivas (porque empleos buenos no se han creado) se asusten
y no se le escapen aunque estén muy descontentos. En fin, hay cien ejemplos
más. Incluso han ordenado a dirigentes comunales a meter miedo con desalojos y
otras mentiras. Siempre tratando de frenar el deslave que está ocurriendo.
¿Ese deslave se puede
medir en hechos concretos o es solo una posibilidad
que se siente en la calle? Sostengo, sin lugar a dudas, que hay de las dos
cosas. Incluso, el deslave tiene varios años manifestándose, cada vez con más
fuerza. Y es fácil demostrarlo sin recurrir a encuestas. Por ejemplo: el estado
Sucre. Entre el lector a la página del CNE. Busque “resultados electorales”.
Mire la de 2006. En Sucre, ganó Chávez con ¡73%! de los votos contra 26%.
Ventaja aplastante de más de 46%. Pero…. ¿Y que pasó en 2010? En las elecciones
parlamentarias en las que la campaña del gobierno y el PSUV era con el rostro
de Chávez (casi no mostraban a los candidatos) y con lemas como “vota por los
que dice Chávez”. “Vota por los de Chávez”. Miren el resultado que muestra el
CNE: Chávez “ganó” pero con apenas 51,4% de los votos contra 47,4% de la
Unidad. El deslave de Chávez tan intenso que perdió 21% y la Unidad subió la
misma cifra: 21%. Eso es un terremoto. No tengo dudas que desde septiembre 2010
a hoy, el deslave sigue. El desastre económico, político y social se ha
profundizado. Aunque, claro, eso se comprobará el 7 de octubre.
¿Ese derrumbe de la
popularidad de Chávez es sólo un caso aislado de Sucre?
Claramente no. Veamos Anzoátegui. En 2006, Chávez obtuvo 374 mil votos para
61,2% mientras la Unidad logró 235 mil que significaron 38.4%. Tan amplia
ventaja se esfumó en 4 años. El deslave de votos hartos de engaños y fracasos
fue tan grande que en 2010, la Unidad ganó en Anzoátegui con 323 mil votos
(52.2%), subiendo 90 mil votos, mientras Chávez cayó a 278 mil (44.9%)
perdiendo casi 100 mil votos. ¿Y Monagas? Está por verse con cuantos votos
perderá Chávez dada la soberbia y arrogancia con que trataron el caso del
gobernador Briceño.
¿El desastre de
Chávez es sólo en Oriente? Para nada. La cosa es
nacional. Ya sabemos lo que sucede en los estados más poblados del país, es
decir, Zulia, Miranda, Carabobo. También en Táchira. ¿Y el municipio Libertador
de Caracas? En otras palabras, la Caracas del centro y el oeste. En 2006,
Chávez ganó allí con 658 mil votos (62.7%) pero en 2010, perdió al caer a
484.103 mil votos (47.7%). ¡Perdió hasta 175 mil votos en 4 años! La Unidad,
que había logrado 387 mil votos (37%) subió a 484 mil 844, es decir, 100 mil
votos más para 47.8%.
En Lara, en 2006,
Chávez ganó con 515 mil votos para 66.4% contra 257
mil (33%) de la Unidad. Pero tanto abuso, atropello y falta de diálogo
terminaron por producir la ruptura del gobernador Henri Falcón. En 2010, hubo
tres listas. El PSUV “ganó” con un “pírrico” 40.7% por 247 mil votos. Perdió
nada menos que 270 mil votos y 26%. El segundo lugar fue para la Unidad con 220
mil votos para 30% y el tercero para el PPT del gobernador Falcón con 28.4% y
207 mil votos. Hoy, la Unidad incluye a la Avanzada Progresista que dirige el
mandatario regional. No se si se pueden sumar automáticamente todos y cada uno
de esos votos que sumarían 430 mil y 59%, pero sin dudas que ya son mayoría.
Hay más ejemplos.
Aragua (Chávez perdió 21% de sus votos),
Mérida (perdió en 2010, aunque había ganado en 2006). Y… ¡ojo!, con Bolívar. La
ventaja lograda por Chávez en 2006, que era de 68.5% (371 mil votos), contra
31.2% (168 mil votos), se redujo drásticamente a una diferencia de sólo 2.7%,
porque Chávez sacó 257 mil (50.3%) contra 243 mil votos de la Unidad (47.6%) en
2010. Se termina el espacio. La tendencia es muy clara. Por eso el discurso de
Chávez apunta con desespero a tratar de frenar el deslave. Ni siquiera intenta
crecer ni ganar ningún votante adicional. Sólo trata de detener el derrumbe.
Nota final
triste: Me entero del fallecimiento de “La Nena”,
Graciela Acosta, dama muy apreciada por todos. Incansable promotora de la
cultura y en especial del teatro. Trajo a Guayana el Festival Internacional del
Teatro. Ayudó a tantas buenas obras desde Fundec de la CVG. Ex directora y
cuasi fundadora de la Sala de Arte Sidor. Mi palabra de aliento y solidaridad a
don Pedro Acosta y toda su familia.
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