Por
Antonio Pérez Esclarín, 18/07/2012
Desde que
implantaron el chip en el Estado
Táchira, siempre que recibo alguna invitación a una conferencia, taller o
seminario, pongo como condición que, al llegar allá, me tengan garantizada la gasolina del carro
para poder regresar a Maracaibo. Si no, sencillamente, no viajo. Llenando el
tanque en Machiques, alcanzo justamente a llegar a San Cristóbal. Todas las
bombas del camino o están cerradas, o tienen unas colas interminables o sólo
surten a los que tienen chip. Por ello, viajar al Táchira por tierra (desde
Maracaibo no hay vuelos) supone ir con el corazón angustiado y la mirada fija
en el medidor de la gasolina. Y eso por no mencionar el lamentable estado de
las carreteras que parecen recién salidas de un bombardeo. ¿Cómo es posible que
hoy se hable tanto de amor a la Patria y se la mantenga en un estado tan
lamentable?
Si en San
Cristóbal no tienes quien te apoye o te resuelva, simplemente estás fregado o
debes calarte unas colas de muchas horas
en una de las pocas bombas que han dejado para los turistas o personas que no
tienen chip. ¿Se imaginan ustedes, si llega a implantase el chip en el Zulia, las colas de los miles de turistas que vienen
a Maracaibo, especialmente en la feria de La Chinita? ¿Quién ha sido el
supercerebro que ha ideado tal barbaridad? ¿O será más bien una medida para
castigar y humillar al Zulia, y evitar que la gente venga a visitarnos? ¿Y
quién estará disfrutando del negocio de la implantación de los chips?
Un
principio elemental del derecho dice que debe presumirse la inocencia y que
nadie es culpable mientras no se demuestre lo contrario. Al obligarnos a
implantar el chip nos están considerando a todos culpables o al menos
sospechosos de traficar con la gasolina. Y yo, como la inmensa mayoría de los
zulianos, no lo soy. ¿Por qué entonces nos castigan y nos humillan obligándonos
a hacer unas colas interminables para instalar un chip que no queremos y que,
además, no va a resolver el problema del contrabando de la gasolina? Todo el
mundo dice que el macrotráfico de gasolina es realizado por verdaderas y muy
poderosas mafias que la sacan en gandolas y camiones. Muchos dicen que es con
el apoyo de la guardia o del ejército. A mí eso no me consta, pero sí es
evidente que son ellos los que deben impedir el contrabando y no deben
castigarnos a los demás por su fracaso.
¿No será
más bien, como muchos lo creen, que el chip, más que controlar el contrabando
pretende castigar al Zulia? No es casualidad que su implantación se limita a
dos Estados gobernados por la oposición.
Pero que
no se engañen con el Zulia que siempre
ha demostrado una gran capacidad de responder gloriosamente a las ofensas
y humillaciones. A finales del Siglo
XIX, el autócrata Guzmán Blanco se dedicó sistemáticamente a humillar y
castigar al Zulia, al que, según sus propias palabras, estaba decidido a convertir en “simple playa de pescadores”. Le
quitó la aduana, ordenó caprichosamente la fusión del Zulia con Falcón, y para borrar
incluso la palabra Zulia, el nuevo Estado se habría de llamar
simplemente Estado Falcón. Por si fuera poco, para humillar y castigar a Maracaibo, nombró
como capital del nuevo Estado a Capatárida, un
pueblito falconiano.
La
respuesta de los zulianos fue de gran altura y se vengaron de Guzmán de un modo muy
sutil: respondieron a las humillaciones e injusticias con una gran vocación de
trabajo que convirtió al Zulia en el Estado más esplendoroso y desarrollado de
finales del siglo pasado. De hecho, los años entre 1881 y 1891, se conocen como
“la década fecunda”. Para 1890, Maracaibo contaba ya con luz eléctrica, tranvías, escuelas, un
instituto de educación superior, teatro, bancos, teléfonos…y el puerto de Maracaibo
era el más importante de Venezuela.
¡Respeten
al Zulia, que es mucho pueblo el pueblo zuliano! ¡Aprendan de la historia los
que parecen ignorarla! Si quieren ganarse el corazón y los votos de los
zulianos cambien la estrategia y, en vez de amenazas, castigos y promesas
incumplidas, muestren hechos, obras. ¡Y
recuerden todos que cuando más se intenta castigar y humillar al Zulia, más se agiganta nuestro Estado!
Recibido
por correo electrónico
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico