Por Mario Villegas, 29/07/2012
Publicado en el Diario 2001
Columna de Puño y Letra
¿Se acuerdan de “El Oráculo del Guerrero”, aquel librito del chileno Lucas Estrella que el presidente Hugo Chávez siempre propagandizó como su libro de cabecera? En cada discurso político, en cada alocución institucional, en cada emisión de su “Aló, Presidente” o en cualquiera otra ocasión, el Jefe del Estado no perdía oportunidad para leernos párrafos o capítulos completos de esta obra en la que él se sentía retratado y que, según su propia confesión, consultaba religiosamente.
Publicado en el Diario 2001
Columna de Puño y Letra
¿Se acuerdan de “El Oráculo del Guerrero”, aquel librito del chileno Lucas Estrella que el presidente Hugo Chávez siempre propagandizó como su libro de cabecera? En cada discurso político, en cada alocución institucional, en cada emisión de su “Aló, Presidente” o en cualquiera otra ocasión, el Jefe del Estado no perdía oportunidad para leernos párrafos o capítulos completos de esta obra en la que él se sentía retratado y que, según su propia confesión, consultaba religiosamente.
Años hace que no comparte en público sus lecturas o reflexiones sobre
este volumen en el que el autor desgrana las vicisitudes de un guerrero desde
que nace hasta que muere. Y el Presidente no lo hace, simple y llanamente,
porque tras largos años aferrado al poder, ciertos contenidos del texto podrían
en la Venezuela chavista del siglo XXI haber pasado a la categoría de literatura
subversiva o golpista.
Veamos, por ejemplo, un capítulo perfectamente asimilable a la actual
coyuntura político electoral y cuyo título no podría ser más elocuente: “El
guerrero es derrotado”. Dice así: “Una vez arriba y otra vez abajo. Una vez
adelante y otra vez atrás. Es éste un momento de derrota para ti. Has perdido
el camino del conocimiento. Has perdido un combate. Asúmelo, hazte cargo de tu
derrota. Nadie más que tú es el responsable de la misma. A nadie puedes culpar
por ello. O te faltó sabiduría o te faltó valentía. La cosa es que no hiciste
lo que debías hacer en el momento justo. Debes aceptar con humildad tu
equivocación. Si heriste, pide perdón. Si destruiste, construye. Si separaste,
une. Lo importante es que no cometas de nuevo el mismo error. Sólo así podrá el
sol brillar para ti. Ahora bien, además de hacer cuanto esté a tu alcance por
reparar lo dañado debes estar preparado para enfrentar las consecuencias que de
tu accionar devengan. Reflexionar, corregir, esperar. Luego actuar. El cielo se
refleja en el mar y sólo entonces mira hacia la Luna”.
¿Y qué tal este otro capítulo? Se titula “El guerrero se retira” y reza
así: “Todo está indicando que debes
retirarte. Si continúas donde estás, lágrimas serán vertidas inútilmente. No
estés. Retrocede. Desaparece dignamente. No huyas. Retírate en silencio, sin
que nadie lo note. Deslízate suavemente. No es éste tu lugar. No perseveres
obcecadamente en tu objetivo. Si todo se ha mostrado adverso y, lo que es peor,
dudas, es que no es éste el momento ni el sitio oportuno. Vete sin dejar rastro
alguno y no habrá heridas que cicatrizar”.
Quien tenga un ejemplar que lo ponga a buen resguardo. No vaya a ser
que aquel predicador que antes guiaba sus pasos por las indicaciones del
comentado librito ordene ahora su incautación y destrucción tratando de evitar
la derrota que su oráculo le tiene marcada en la frente.
Breves
- Voces chavistas nos revelan que en el partido Podemos, ahora oficialista, ya hay fricciones internas, focalizadas principalmente entre Didalco Bolívar y Baudilio Reinoso, quienes conducen la organización tras el arrebatón que el Tribunal Supremo de Justicia le hizo a sus antiguos dirigentes y militantes. Reinoso, vicepresidente del nuevo Podemos, vendría siendo objeto de deslealtades y humillaciones por parte de Bolívar, quien funge como presidente y actúa a su real discreción. También afloran enfrentamientos a niveles regionales y locales por las postulaciones a los consejos legislativos y los concejos municipales.
- Casi seis meses literalmente cerradas llevan dos importantes calles del casco central de Catia debido a interminables trabajos de reconstrucción. Una de ellas es la tercera avenida, situada frente al mercado municipal, y la otra es la que comunica la calle Colombia con el barrio Los Magallanes. Los vecinos se quejan de la desidia del alcalde Jorge Rodríguez.
Twitter: @mario_villegas
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