Por Carlos
Romero M., 18/06/2013
El gobierno nacional con su visión centralista
anuncia el Plan de la Patria Municipal como guía que
condicionará la oferta electoral de cada candidato a alcalde y a concejal del oficialismo a la visión
socialista de la ciudad; mientras tanto, resulta esperanzador
que desde el estado Táchira, los candidatos a alcaldes de la Unidad de cada
municipio tachirense se hayan reunido con el objetivo de definir
estrategias unitarias orientadas a "transformar el país desde la ciudad y
con ello lograr una victoria para la democracia[1]".
Daniel Ceballos, candidato a alcalde de la Unidad
para el municipio San Cristóbal fue vocero de la reunión de los candidatos de la Unidad en el Táchira y a
través de los medios advirtió que esta no es una elección simple, y destacó que
éste es un proceso electoral en el que hay que defender el
progreso, la seguridad y la descentralización.[2].
A los fines de defender esas banderas políticas y
con ellas transformar el país desde la ciudad, se hace indispensable, un gran
pacto de gobernabilidad local, que garantice unos consensos básicos sobre el
desarrollo local, que se asuman esenciales y que
por lo tanto, no puedan verse fácilmente opacadas
por las diferencias partidistas y menos aún, como consecuencia de la
independencia de funciones del Poder Público Municipal.
Pretender transformar el país desde la ciudad,
exige interpretar el compromiso que tienen los candidatos a alcaldes y concejales de reconstruir desde el sentir de la ciudad el concepto de ciudadanía y
desde allí recorrer el camino para recuperar la democracia plural y amplia que
todos queremos. Este es el
momento histórico para interpretar el significado del término: “vida local” que
utiliza la Constitución cuando desarrolla las competencias propias de los
municipios y para valorar la autonomía local como garantía de libertad y de
progreso.
Una estrategia unificada para las elecciones
locales, como se anuncia en el Táchira, exige un pacto de gobernabilidad local en el cual, además de los candidatos a alcaldes, los candidatos a concejales se hagan
presente y asuman su compromiso como legisladores frente a los consensos
logrados sobre el desarrollo local, y que éstos entiendan que la única
herramienta que tienen para defender desde lo local las banderas políticas anteriormente señaladas es a través de su función legisladora.
La única forma para que un pacto de gobernabilidad
local sea entendido como un compromiso en beneficio de la colectividad y que
pueda sobrevivir luego de un proceso electoral, es que el mismo haya incluido de alguna u otra forma la voz del ciudadano, haciéndolo además parte
formal del mismo. Como señaló el regidor del Ayuntamiento de Morelia
en México, recientemente en una Conferencia: “La
participación organizada de los ciudadanos, es el motor principal a favor de la
transformación social y del mejoramiento de las condiciones de vida.[3]”.Partiendo de esta reflexión, la transformación
social desde la ciudad, sólo se logra si el ciudadano asume el acompañamiento
de los candidatos locales de la Unidad en la defensa del municipio como forma
de organización local que garantiza la libertad ciudadana para construir el
progreso y para delinear el camino hacia la descentralización del Estado.
La participación ciudadana debe ser la herramienta
política para la inclusión en la construcción de los consensos sobre el
desarrollo local, que se concrete en
un pacto de gobernabilidad local que sea la base para recorrer el camino unitario para concretar con participación electoral la
libertad suficiente para transformar al país desde la ciudad.
Como nunca antes en la historia está en manos de
los candidatos a alcaldes y a concejales la capacidad de atraer al ciudadano a
los asuntos públicos, de rescatar el interés de los vecinos por los
asuntos locales y de esa manera generar lo vínculos necesarios para
recuperar la confianza ciudadana en los políticos y en la democracia. Además, en los hombros de los dirigentes locales que han
asumido la tarea de ser candidatos de la Unidad reposa, como actores políticos
más inmediatos, la responsabilidad de demostrar un comportamiento público que
alimente el espíritu de la representación política que detentan y desde el
ejemplo reconstruir la credibilidad perdida de las instituciones públicas
locales.
Hoy más que nunca está vigente Tocqueville cuando
nos dijo que los municipios son la universidad de la democracia y que sólo a
través de las instituciones municipales los ciudadanos podrían experimentar,
saborear y sentir el valor de la libertad. Sólo
cuando valoremos al Municipio como un poder político para la transformación del
país, entonces tendremos claro por dónde se empieza a construir ciudadanía y
desde la ciudadanía sembrar valores que sostengan las bases de un nuevo
Estado, porque éste claramente fracasó.
[1] La Nacion. Daniel Ceballos ” Los
29 candidatos estamos unidos para el próximo 8-D”. San Cristóbal 17 de junio de 2013. Online: http://www.lanacion.com.ve/regional/daniel-ceballos-los-29-candidatos-estamos-unidos-para-el-proximo-8-d/
[2] El
Informe.com. Candidatos a alcaldes de la MUD trazan estrategias
para elecciones del 8 D. 16 de junio de 2013. Online
en: http://el-informe.com/16/06/2013/politica/candidatos-a-alcaldes-de-la-mud-trazan-estrategias-para-elecciones-del-8-d/
[3] Mimorelia.com. Participación ciudadana motor
principal a favor del mejoramiento de las condiciones de vida: Villegas Soto 10 de junio 2013. Online en: http://www.mimorelia.com/noticias/115915
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