Maye Primera Miami 29 JUN
2013
Este
sábado, los 18 países miembros de Petrocaribe debatirán en Managua la implementación
de la zona económica especial propuesta por Venezuela en mayo pasado
Las viejas y las nuevas promesas de
Venezuela serán el eje de la VIII cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de
Petrocaribe que este sábado se reúnen en Managua, Nicaragua. En la reunión más
reciente del bloque, realizada en mayo pasado en Caracas, el presidente
venezolano, Nicolás Maduro, propuso el establecimiento de una zona económica
especial entre los 18 países que
conforman el bloque, y se comprometió a mantener
el suministro de petróleo a precios preferenciales a sus socios, aún a
pesar de la crisis económica que atraviesa Venezuela. Además de discutir la viabilidad
del nuevo plan, algunos miembros, como Jamaica, pedirán cuentas sobre acuerdos
firmados en años anteriores, como el que estipula la refacción de antiguas
refinerías de crudo, que aún no han comenzado a ejecutarse.
Petrocaribe fue uno de los planes de
integración regional dilectos del difunto presidente venezolano Hugo Chávez. El bloque fue fundado en 2005 con la
idea de proveer petróleo venezolano a sus socios, bajo
condiciones especiales de financiamiento. Gracias a este esquema, los
miembros de Petrocaribe tienen la posibilidad de pagar por cuotas y a muy bajo
interés los suministros de crudo que reciben: el 40% de las facturas debe
pagarse en 90 días, en efectivo o en mercancías que ayudan a suplir las
necesidades de importación de Venezuela, como frijoles, carne o azúcar; y
el resto de la deuda puede ser cancelada entre 17 y 25 años, con dos de gracia,
y al 1% de interés, en caso de que el precio del barril supere los 40 dólares.
Desde 2005, Venezuela ha enviado unos
232 millones de barriles de petróleo a los miembros de Petrocaribe y éstos
acumulado una deuda con Caracas que supera los 20.000 millones de dólares,
según cifras del Banco Central de Venezuela.
República Dominicana es uno de los países que acumula más facturas, por el
orden de los 3.000 millones de dólares. Además de Venezuela, participan de esta
alianza Antigua y Barbuda, Bahamas, Belice, Cuba, Dominica, Granada, Guatemala,
Guyana, Haití, Honduras, Jamaica, Nicaragua, República Dominicana, San
Cristóbal y Nieves, San Vicente y las Granadinas, Santa Lucía y Surinam.
Más del 80% de los productos que
consume Venezuela son importados y es allí donde varios países del Caribe han
visto una oportunidad. Solo en 2012, las importaciones venezolanas de alimentos
aumentaron en 58% y superaron los 8.000 millones de dólares, de acuerdo a
cifras del Instituto Nacional de Estadísticas,
mientras la producción local disminuyó en igual proporción. Entre los socios de
Petrocaribe, Guyana, por ejemplo, paga los 5.200 barriles de petróleo que
recibe al año con el envío de medio millón de toneladas de arroz. Y el plan es
que los envíos de abarrotes aumenten con el establecimiento de la zona
económica especial. “La ampliación a una zona económica es un salto superior.
El principio de integración latinoamericana va a incorporar el pago con
productos, debido a que Venezuela no produce lo que come”, ha dicho, a
propósito de la cumbre de Managua, el presidente de la comisión de relaciones
exteriores del Parlamento de Nicaragua, Jacinto Suárez.
Pero Caracas enfrenta una grave crisis
de liquidez y ya no está en capacidad de pagarlo todo. Los ingresos por
concepto de exportaciones petroleras, que financian más del 60% del presupuesto
venezolano, han disminuido por causa de la caída de la producción y del
endeudamiento de la
estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA). La cesta venezolana también se ha
ido depreciando paulatinamente: esta semana cerró con un precio promedio de
98,99 dólares por barril, 2,8 dólares menos que la semana pasada; en 2012, en
cambio, el precio promedio por barril fue de 103,42 dólares.
Para prever un posible cese de
abastecimiento de petróleo por parte de Venezuela, algunos de los países
caribeños que asistirán este sábado a la cumbre, como Barbados, Jamaica y
Bahamas, ya han comenzado a diversificar sus fuentes de energía y a explorar
nuevos yacimientos de petróleo en alta mar. Para ello cuentan con el interés de
Estados Unidos y China en el desarrollo de nuevas fuentes energéticas en la
zona. “No hay un grupo de naciones mejor situadas que las naciones del Caribe
para aprovechar las posibilidades de las energías renovables. Sabemos que
muchas naciones caribeñas pagan tres veces más por la energía que nosotros.
Estados Unidos y otros países estamos trabajando en esto, buscando inversiones
y conexiones regionales”, dijo el vicepresidente de Estados Unidos, Jon Biden,
cuando visitó Trinidad y Tobago a fines de mayo para firmar nuevos
acuerdos con los países de la Comunidad del Caribe (Caricom). En la misma
semana, el presidente chino, Xi Jinping, visitó también Puerto España para
acordar nuevas inversiones en la producción trinitaria de gas y petróleo.
En vida, el presidente Chávez prometió
construir obras –complejos industriales, refinerías, escuelas—en casi cada uno
de los países miembros de Petrocaribe y en la cumbre de este sábado, Venezuela
también deberá responder por esas cuentas. El Gobierno de Jamaica, por ejemplo,
tiene el propósito de lograr un compromiso “firme” de Caracas para la modernización
y ampliación de la refinería de Petrojam, a la que se comprometió en 2006.
“Hemos estado hablando mucho tiempo acerca de la actualización de esta
refinería, que ha estado produciendo para nosotros por cerca de 40 años. Ahora
estamos en un camino más firme, sobre todo porque el nuevo presidente de Venezuela
ha asumido sus funciones, para seguir adelante con algunas de las cosas que no
se hicieron en los últimos cinco años, incluyendo la expansión y modernización
de la refinería”, ha dicho a la prensa local el ministro jamaiquino de energía
y minas, Phillip Paulwell. Por asuntos pendientes como éste y por las nuevas
condiciones económicas de Venezuela, esta podría convertirse en una cumbre con
vista al abismo.
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