Por Carlos Vilchez
Navamuel, 13/06/2013
La admiración de algunas personas hacia Ernesto Che Guevara nunca
la hemos comprendido, al leer sobre lo que hizo o no por este mundo, no encontramos nada para
admirarlo, por el contrario, hoy día cualquier persona que lo imitara se le consideraría un
extremista peligroso.
Wikipedia nos dice que “Ernesto Guevara nació en Rosario, 14 de
mayo de 1928 en Argentina y que murió en La Higuera, 9 de octubre de 1967 en Bolivia, más
conocido como Che Guevara, fue un
político, escritor, periodista y médico argentino-cubano, uno de los ideólogos
y comandantes de la Revolución cubana (1953-1959). Guevara participó desde la
Revolución y hasta 1965 en la organización del Estado cubano. Desempeñó varios
altos cargos de su administración y de su Gobierno, sobre todo en el área
económica, fue presidente del Banco Nacional y ministro de Industria. En el
área diplomática, actuó como responsable de varias misiones internacionales.” Y
agrega la misma fuente que “Convencido de la necesidad de extender la lucha
armada en todo el Tercer Mundo, el Che Guevara impulsó la instalación de focos
guerrilleros en varios países de América Latina. Entre 1965 y 1967, él mismo
combatió en el Congo y en Bolivia. En este último país fue capturado y
ejecutado de manera clandestina y sumaria por el Ejército boliviano en
colaboración con la CIA el 9 de octubre de 1967.”
La misma fuente nos dice que fue “convertido en un símbolo de
relevancia mundial; para muchos de sus partidarios representa la lucha contra
las injusticias sociales o de rebeldía y espíritu incorruptible, mientras que para
otros es visto como un criminal responsable de asesinatos en masa, acusándolo
además de una mala gestión como Ministro de Industria.”
Entre sus detractores se encuentran el cubano Paquito D'Rivera quien
lo definió como “El carnicero de la cabaña” y el periodista estadounidense Paul
Berman, quien escribió un artículo titulado “El culto del Che: no aplaudan
Diarios de Motocicleta” (2004), donde critica la película Diarios de
motocicleta y sostiene que "este culto moderno del Che" oscurece el
"tremendo conflicto social" que actualmente está teniendo lugar en
Cuba”.
La mayoría de sus seguidores y admiradores no conocen la verdadera
historia de este siniestro personaje, sin embargo han creado todo un mito
alrededor de esta figura, de la misma forma que lo han hecho con otros
personajes, a Guevara lo convirtieron en un ícono de la izquierda así como de
aquellos que se rebelan contra el sistema. Los mercadólogos y comerciantes han hecho un
festín y han ganado millones de dólares alrededor de una figura de poca
trascendencia comparada a muchas personas que en verdad han dejado huella por
esta tierra.
Ponerse una camiseta con la caricatura o silueta del Che simboliza
ser rebelde, seguidor de la izquierda, o un fanático del Socialismo del Siglo
XXI.
En un sitio de Internet denominado Anti-Izquierdismo nos
encontramos con un comentario que quizás define más acertadamente a este
personaje, el comentario fechado el 03-05- 2005 lo titularon “El vendedor de
camisetas” y decía así: “Aunque fue un desastre a cargo del banco
central de Cuba, no hay de qué preocuparse: aún puede ser un “role model” para la
juventud de Occidente. Aquí les
presentamos al vendedor más grande de camisetas (t-shirts) del planeta” http://anti-izquierdismo.blogspot.com/2005/05/el-vendedor-de-camisetas.html
No sabemos si el Che se
convirtió en el vendedor de camisetas más grande del planeta, pero lo que sí es
cierto es que contrario a todo lo que él odiaba sobre consumismo y
mercantilismo, la imagen de este personaje se convirtió en objeto comercial, no
solo se venden millones de camisetas alrededor del mundo, como bien lo explica Álvaro
Vargas Llosa en su artículo titulado: “La
máquina de matar. El Che Guevara, de agitador comunista a marca capitalista”
y cuya lectura recomendamos, su escrito empieza así: “El Che Guevara, quien hizo tanto (¿o tan poco?) por destruir al
capitalismo, es en la actualidad la quintaesencia de una marca capitalista. Su
semblante adorna jarros de café, caperuzas, encendedores, llaveros, billeteras,
gorras de béisbol, tocados, bandadas, musculosas, camisetas deportivas,
carteras finas, jeans de denim, té de hierbas, y por supuesto esas
omnipresentes remeras con la fotografía, tomada por Alberto Korda, del galán
socialista luciendo su boina durante los primeros años de la revolución, en el
instante en que el Che de casualidad se introdujo en el visor del fotógrafo—y
en la imagen que, treinta y ocho años después de su muerte, constituye aún el
logotipo del revolucionario (¿o del capitalista?) “chic”. Sean O''Hagan sostuvo
en The Observer que existe incluso un jabón en polvo con el eslogan "El
Che lava más blanco." http://www.elindependent.org/articulos/article.asp?id=1535
Carlos Vilchez Navamuel
http://www.carlosvilcheznavamuel.com
@carlosvilchezn
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