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sábado, 29 de junio de 2013

Universitarios, zamuros y gusanos


Por Carlos Genatios, 08/06/2013

El sueldo de un profesor instructor que inicia su carrera en la más importante universidad del país, la UCV, es de Bs. 2.676 (tiempo completo). La carrera del profesor universitario es larga y compleja. Comienza de instructor, para lo cual debe tener su título profesional y una maestría, ganar un concurso de credenciales y luego ganar un concurso de oposición; aprobar cursos de formación docente y a los 2 años presentar una lección pública y un trabajo de investigación para ascender a profesor asistente; luego de 4 años, presentar un trabajo de investigación para agregado, 4 años después presentar otro para asociado; obtener un doctorado (preferiblemente en el extranjero y en idioma extranjero), desarrollar investigación durante 5 años y presentar el trabajo de ascenso para la máxima categoría: titular. Y llegar a un sueldo de Bs 7.232. Así, muchos profesores manejan taxis o venden ropa. Tanto nadar para morir en la orilla.

Con muchas luchas gremiales, los profesores lograron normas de homologación, que compensan anualmente la inflación, pero desde hace unos 4 años, no reciben incrementos, y las condiciones que el gobierno impone, para que se den las discusiones, vulneran los más elementales principios de la autonomía universitaria y del estímulo al esfuerzo que los educadores deben emprender para alcanzar el conocimiento.

Mientras creaban nuevas universidades y ante la ausencia de profesores, un ministro de educación superior, hace unos 10 años, dijo “un estudiante de 5to año puede dar clases a los de 4to, el de 4to a los de 3ero, el de 3ro a los de 2do y el de 2do al de 1ro”. Con ese principio, el de preparatorio puede dar clases al de kinder y el de kinder al de prekinder. Así veía la educación del “futuro del país”.

Hoy no hay elecciones en las universidades para renovar autoridades: la ley vigente establece que en las elecciones deben participar, paritariamente, profesores, estudiantes, empleados, obreros y egresados. ¿Acaso en las fuerzas armadas toman decisiones trascendentales sobre la paz y la soberanía, por igual, generales, sargentos, soldados, bedeles y porteros? ¿Acaso cuando un médico opera pueden opinar por igual, en la sala de operaciones, cirujano, enfermera, paciente, jardinero, administrador y hasta los que fueron dados de alta? ¿Para qué tanto estudio? Por estas y otras razones, muchos concursos de oposición que buscan profesores para llenar las plazas vacantes, con los que en otras épocas ingresaban a la universidad los mejores estudiantes, quedan desiertos.

Mientras tanto, Venezuela desciende al puesto 126 de 144 en el índice de competitividad mundial, detrás de Bangladesh, Etiopía, Uganda. Y en el mes de mayo la inflación fue del 6% ¿Cómo no protestar toda esta barbarie? Pero un juez exige a profesores del Pedagógico que vuelvan a clases, y cita a la presidenta de FAPUV.

No protestar es dejar que los zamuros den vueltas sobre nuestras cabezas y que los gusanos entren por los pies y comiencen a comerse nuestras entrañas.

via: @carlosgenatios

http://entreredesvzla.wordpress.com/2013/06/08/universitarios-zamuros-y-gusanos/

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