Por Miguel Álvarez, 10/05/2013
Desde el 14-A se ha
vuelto parte de lo cotidiano escuchar hablar sobre la crisis
político-social-económica que se vive en el país. Ya ni es necesario salir de
casa puesto que éste tema se tornó común incluso en el ámbito familiar.
En una de nuestras
muchas conversaciones sobre este tema, una persona a la que le tengo un gran
respeto expresaba su deseo de que nuestro líder y presidente Legítimo Henrique
Capriles Radonski tomara un discurso radical, llamara a la gente a la calle, y que
dejara “el miedo, somos mayoría”. Estas palabras se quedaron estampadas en mi
mente, al principio estuve de acuerdo, ante los radicales hay que radicalizarse
¿no?, ante los violentes hay que ser violentos ¿no?, A los que violan los
derechos hay que violarle los suyos ¿no? Y ante los golpistas hay que ser…
¿golpistas? NO.
Luego de darle cabeza,
a esa persona y a todo el que se sienta identificado con esos pensamientos
quiero decirles que de la historia se debe aprender, eso nos hará fuertes. Ahí
está el gobierno que se desmorona, un gobierno herido de muerte que queda
anhelando esos días de oro en los que el pueblo, como una quinceañera enamorada
lo dejaba hacer y deshacer sin costo alguno.
En retrospectiva, uno
de los grandes errores (de una lista bien larga) del régimen fue llegar al
poder y “Gobernar” pensando que el fin justifica los medios. Hugo Chávez ganó
las elecciones del 98 con un amplio
margen y, según mi criterio tomo la
presidencia teniendo buenas intenciones y hasta buenas ideas, pero por su mismo
pensamiento radicalista de “el fin justifica los medios” (recordemos la
intentona de golpe que dirigió unos años antes) se corrompió en el camino
llevando al desastre que tenemos en la actualidad, algunas de las dictaduras
más emblemáticas de la historia mundial llegaron allí con buenas intenciones. No
puede ser política de gobierno excluir al rico para incluir al pobre sino
enseñar al rico a incluir al pobre.
Por eso justamente, las
decisiones de @hcapriles han sido las
más acertadas. El entendió que llegar al poder con violencia y radicalismos es
una sentencia a muerte a su gobierno. Entendió que aunque somos mayoría Roma no
se construyó de la noche a la mañana y que hoy Venezuela vive un momento de
cambio al igual que en los últimos años de la IV República y decidió no cometer
los mismos errores que su antecesor Hugo Chávez.
Paciencia. Tenemos gente, somos mayoría,
tenemos organización, somos más inteligentes y tenemos unidad pero existe una
cosa a la que los que acaparan el poder le temen mucho más: Tenemos Líder y un
camino que ha trazado.
“No hay caminos hacia la paz, la paz es el camino” Mahatma Gandhi
Miguel Alvarez
@MiguelalvarezC
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