Junio 22, 2013
La Conferencia Episcopal Venezolana
(CEV) hizo un llamado al Gobierno y al sector universitario a abrir espacios
para que se dé un “diálogo sincero y real” para la solución “inmediata” del
conflicto de las casas de estudio superior.
“Estamos convencidos de que es
importante que en el diálogo prevalezca la conciencia del momento histórico que
está viviendo el país, y el reconocimiento y aceptación de la pluralidad y
autonomía de pensamiento –característica genuina de las universidades-, para
que haya un decidido compromiso del Estado, del Gobierno Nacional y de la
sociedad civil con la educación”, reza el comunicado.
Asimismo la alta jerarquía de la
Iglesia llamó a deponer intereses parciales para solventar la situación actual
“pensando en el daño gravísimo que se le hace a toda la sociedad, si no se
revierte positivamente este conflicto universitario”.
Además exigen a las partes trabajar
juntas en la consolidación de una universidad de altura , “asumiendo la
pluralidad de propuestas y los valores éticos, respetando su talante
democrático y autónomo, su rica diversidad de pensamiento y su inalienable
compromiso con el bien común, considerando su gran aporte para la solución de
los problemas de los excluidos y desfavorecidos”.
Condena
En el escrito el clero lamentó las
acciones de grupos violentos que recibieron a tiros la marcha de universitarios
de Lara que llegaron el miércoles a la UniversidadCentral de Venezuela donde
causaron daños.
“Rechazamos la destrucción de bienes
patrimoniales universitarios, las agresiones a estudiantes y el uso de armas de
fuego en recintos universitarios que agravan más la tensión que se vive
actualmente. La violencia no favorece ni al Gobierno Nacional ni a la
universidad. Exigimos a los organismos de seguridad que cumplan su misión en el
resguardo de la paz y la convivencia pacífica”, expresaron los Obispos de
Venezuela.
Aseveraron además que la
conflictividad actual ha mostrado diversos rostros, entre ellos “la exigencia
del reconocimiento gremial universitario por parte de las autoridades
nacionales para un diálogo en equidad de condiciones y la necesidad de escuchar
al mundo estudiantil en sus peticiones para una formación profesional de
calidad”.
Afirmaron los Obispos que la falta de
entendimiento y de diálogo ha llevado a asumir posturas de desencuentro, cuyas
acciones han ido desde protestas en lugares públicos hasta la radicalidad de la
huelga de hambre de un considerable número de estudiantes y algunos docentes en
las universidades.
“Lamentablemente, algunos estudiantes
han escogido espacios no propicios para estas acciones, los extraterritoriales
dados por un reconocimiento internacional de un Estado, como ha sucedido en la
Nunciatura Apostólica”, acotaron.
Comunicado
“Bienaventurados los que trabajan por
la paz, porque ellos serán hijos de Dios” (Mt 5,9)
Los Obispos de la Comisión Episcopal
de Juventud y Pastoral Universitaria hacemos de su conocimiento a todos los
hombres y mujeres de buena voluntad, especialmente a los que han hecho y hacen
vida hoy en nuestras universidades venezolanas, el siguiente comunicado:
1. La Universidad venezolana a lo
largo de su historia ha sido un baluarte para el desarrollo humano y social del
país. Hoy esta institución pide ser escuchada por el Estado, el Gobierno
Nacional y la Sociedad entera debido a la situación de conflictividad creada
por el marcado deterioro de las condiciones laborales de su personal, así como
los precarios beneficios estudiantiles; el inadecuado funcionamiento de las
instalaciones, la escasez y falta de recursos necesarios para ofrecer una
educación de excelencia y una investigación acorde a las exigencias actuales.
Estas realidades afectan en sus condiciones de vida a los profesionales de la
educación universitaria, a los estudiantes y a los trabajadores de nuestras
instituciones universitarias, poniendo en grave riesgo el futuro de la universidad,
lugar por excelencia de formación y generación de conocimientos para el bien de
toda la sociedad.
2. Esta conflictividad ha mostrado
diversos rostros: la exigencia del reconocimiento gremial universitario por
parte de las autoridades nacionales para un diálogo en equidad de condiciones y
la necesidad de escuchar al mundo estudiantil en sus peticiones para una
formación profesional de calidad. La falta de entendimiento y de diálogo han
llevado a asumir posturas de desencuentro, cuyas acciones han ido desde
protestas en lugares públicos hasta la radicalidad de la huelga de hambre de un
considerable número de estudiantes y algunos docentes. Lamentablemente, algunos
estudiantes han escogido espacios no propicios para estas acciones, los
extraterritoriales dados por un reconocimiento internacional de un Estado, como
ha sucedido en la Nunciatura Apostólica, que, aunque se siente preocupada por
el conflicto, no está directamente involucrada en él.
3. Lamentamos las acciones de algunos
grupos violentos que quieren paralizar las reivindicaciones de docentes y
estudiantes universitarios. Rechazamos la destrucción de bienes patrimoniales
universitarios, las agresiones a estudiantes y el uso de armas de fuego en
recintos universitarios que agravan más la tensión que se vive actualmente. La
violencia no favorece ni al gobierno nacional ni a la universidad. Exigimos a
los organismos de seguridad que cumplan su misión en el resguardo de la paz y
la convivencia pacífica.
4. “Como ciudadanos venezolanos y
pastores de la Iglesia“…reiteramos nuestro vivo llamado a (…) que nos
reconozcamos unos a otros como conciudadanos en igualdad de derechos, y
recuperemos la capacidad de diálogo y encuentro, superando lo que nos divide”
(CEV. 14-04-2013). Es urgente abrir espacios donde se dé un diálogo sincero y
real para la solución inmediata de los conflictos planteados. Expresamos
nuestra voluntad de colaborar en el establecimiento de esos canales de diálogo.
5. Estamos convencidos que es
importante que en el diálogo prevalezca la conciencia del momento histórico que
está viviendo el país, y el reconocimiento y aceptación de la pluralidad y
autonomía de pensamiento -característica genuina de las universidades -, para
que haya un decidido compromiso del Estado, del Gobierno Nacional y de la
Sociedad Civil con la educación, deponiendo intereses parciales y pensando en
el daño gravísimo que se le hace a toda la sociedad si no se revierte
positivamente este conflicto universitario. Es necesario, por tanto, que el
diálogo sea incluyente y que reconozca todos los sectores involucrados en el
conflicto
6. Hacemos un llamado al pueblo
venezolano, al Gobierno Nacional y a las instituciones universitarias, a
trabajar juntos en la consolidación de una universidad a la altura de las
exigencias de nuestro país y del mundo actual, asumiendo la pluralidad de
propuestas y los valores éticos, respetando su talante democrático y autónomo,
su rica diversidad de pensamiento y su inalienable compromiso con el bien
común, considerando su gran aporte para la solución de los problemas de los
excluidos y desfavorecidos.
7. Pedimos a nuestra Patrona, la
Virgen de Coromoto, que nos siga acompañando a todos y en especial a aquellos
que, por vocación, consagran su vida a la universidad.
Viernes 21 de junio de 2013
Los Obispos de la Comisión de Juventud
y Pastoral Universitaria de la CEV
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