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lunes, 2 de septiembre de 2013

Denuncian que Maduro intenta establecer un régimen policial al estilo cubano

ANTONIO MARIA DELGADO Publicado el domingo, 01 de septiembre de 2013

Acorralado por el creciente deterioro de la situación económica del país, el régimen de Nicolás Maduro se dispone a enfrentar previsibles escenarios de descontento popular con más represión e instrumentos de control social confeccionados en La Habana, y para ello busca obtener poderes especiales que le permitan radicalizar su revolución, según varias fuentes.

Diputados de la oposición y personas familiarizadas con la situación dijeron a El Nuevo Herald que el régimen está dispuesto a dejar de lado el modelo populista-electoral que le permitió preservar algunos vestigios de legitimidad ante la comunidad internacional para constituirse en un régimen policial más cercano al cubano.

“Esa es la verdadera razón detrás de la Ley Habilitante y de las frecuentes denuncias de magnicidio y de sabotaje económico”, dijo una de las fuentes que habló bajo condición de anonimato.

“Lo que se busca es crear los mecanismos y la justificación para emprender la fase de radicalización porque entienden que ya no tienen los recursos para continuar con el modelo que les ha permitido gobernar hasta este momento”, agregó.

El propósito no ha pasado por desapercibido entre los líderes de la oposición, quienes llevan días advirtiendo que las aspiraciones del gobierno de obtener poderes especiales para legislar directamente —sin que las leyes pasen a través de la Asamblea— no tienen nada que ver con la lucha contra la corrupción, tal como argumenta Maduro.

“El gobierno lo que intenta a toda costa es obtener poderes absolutos, obtener un cheque en blanco, para manejar su proyecto político con un concepto fundamentalista, Castro-comunista”, dijo el diputado opositor William Barrientos.

“Quieren estos poderes para poder enfrentar el descontento generado por los grandes problemas de desabastecimiento, de inflación, de devaluación y de inseguridad personal que vive el país”, agregó.

El secretario general del partido opositor Primero Justicia, Tomás Guanipa, coincidió.

“Quieren una habilitante para allanar el camino a la represión política. Perdieron la voluntad de un pueblo que ya no cree en ellos y buscan caminos no democráticos” expresó.

Funcionarios del gobierno bolivariano no estuvieron disponibles para conversar con El Nuevo Herald.

A UN VOTO DE LA LEY

Hasta el momento, el gobierno parece estar a un voto de distancia para conseguir la aprobación de los poderes especiales en la Asamblea Nacional, contando a su favor con 98 de los 99 votos requeridos.

Maduro, quien está a cargo de las riendas del chavismo bajo un clima de gran volatilidad política y económica, anunció que solicitará la Ley Habilitante argumentando que es necesaria para seguir avanzando con la lucha contra la corrupción.

El argumento tiene resonancia si se toma en cuenta que Venezuela ha sido clasificada por la ONG Transparencia Internacional como el país más corrupto de América Latina.

Pero expertos, incluyendo los propios integrantes de la propia Transparencia Internacional, consideran que los poderes especiales son innecesarios para luchar contra la corrupción, especialmente cuando parte del problema reside en la falta de controles sobre los excesivos poderes ya concentrados en el gobierno y sus funcionarios.


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