Por Ana Julia Jatar, 15/11/2014
Hay una gran diferencia entre perder el pasaje y perder el tren. Chávez
se equivocó y Maduro sigue su camino. Desde hace 15 años vamos por la senda que
no es. Hemos desperdiciado quizás la última ventana de oportunidad que nos
ofreció el reciente boom petrolero. 15.000 trabajadores despedidos de nuestra
Pdvsa encuentran exitosamente raíces en otros suelos. Seguimos sentados sobre
las reservas de petróleo más grandes del mundo pero Nicolás Maduro o nos
esconde o ignora que esas reservas cada vez valen menos.
La falta de visión estratégica de una Pdvsa que prefiere ocuparse de
Mercal y de regalarle petróleo a Cuba nos ha llevado a 70% de inflación en 2014
y a 100% estimado para el próximo año. Los importantes retos que enfrentamos -y
los bajos precios del crudo nos lo recuerdan a diario- no forman parte de su
agenda. Y es que el desafío fundamental de Pdvsa es que estamos frente a una
decreciente demanda de petróleo pesado y rechazamos por ser enemigos políticos
a quienes podríamos venderlo. En otras palabras, tenemos el almacén lleno de
mercancía que cada vez menos clientes quieren o pueden comprar y… no hay nadie
pensando en alternativas.
Una de las razones fundamentales para que se nos volteara la tortilla
en el panorama petrolero mundial ha sido -como por lo general sucede en todo
mercado que se creía eterno- la aparición de un cambio tecnológico. En este
caso, debido a grandes inversiones en investigación se ha logrado la
explotación económicamente viable del petróleo y del gas extraído en las rocas
de lutita. Esto ha impactado radicalmente el juego geopolítico de los países de
la OPEP y de los países productores de petróleo convencional en el mundo y por
eso, los precios seguirán bajos.
La lutita petrolera es la roca madre del petróleo convencional. La
lutita posee altos porcentajes de material orgánico inmaduro que al ser
sometido durante suficiente tiempo geológico -por lo general millones de años-a
altas temperaturas entre 100 y 150 grados centígrados termina convirtiéndose en
el petróleo que tenemos en Venezuela. La revolución tecnológica de la cual
estamos hablando ha logrado acelerar ese proceso y someter a esa roca madre a
altísimas temperaturas para extraer el petróleo y el gas líquido no en millones
de años sino en días.
En declaraciones ofrecidas al Dallas News por ejecutivos de EOG uno de
los mayores productores de gas y petróleo de lutita en Texas dijeron que debido
al aumento que han logrado en la eficiencia de perforación, alcanzaran 10% de
ganancias aun si tuviesen que competir con precios del petróleo ¡a 40 dólares
el barril! Es decir, nuestro mayor competidor no nos llego de la energía solar
ni de nuclear sino de un cambio tecnológico al interior de la industria
petrolera.
Por cierto ni en Arabia Saudita, ni los Emiratos Árabes ni en Venezuela
existe lutita y los depósitos mas grandes de lutita se encuentran en los
Estados Unidos seguidos por Rusia y en Latinoamérica, por Brasil.
Según la Agencia Internacional de Energía, Estados Unidos se mantendrá
como el mayor productor de petróleo del mundo por encima de Arabia Saudita y
Rusia. En efecto, con un estimado actual de mas de 12 millones de barriles
diarios entre petróleo de lutita y petróleo convencional y al proyectar 20
millones de barriles diarios para el año 2020, Estados Unidos ha pasado de
importador a exportador de gas y de lograr una seguridad en petróleo que no
tenía hace 15 años. Obviamente que en estas circunstancias Venezuela deja de
ser un factor importante en su estrategia energética.
Y es que Estados Unidos ha respondido inteligentemente a la amenaza
estratégica que significó la perdida de Venezuela como su tradicional proveedor
confiable de petróleo dada la histórica volatilidad política del Medio Oriente.
Si bien Estados Unidos necesita petróleo pesado, Venezuela abandonó ese mercado
y paso de venderle 1,5 millones de barriles diarios a colocar a penas a menos
de la mitad es decir, a 700.000 barriles diarios. En estas
circunstancias, Canadá ha tomado su lugar.
El crudo pesado se ha convertido en un producto muy difícil de colocar y
Venezuela tiene regionalmente a Canadá, México y Colombia como competidores y
todos dispuestos a negociar con Estados Unidos. Por otra parte, Venezuela
compite con Rusia y el Medio Oriente para venderle a China y la diferencia en
distancia es un elemento importantísimo en los precios de transporte.
Estamos en el peor de los mundos: ni avanzamos en materia
petrolera ni nos diversificamos hacia otras áreas como lo han hecho los
Emiratos Árabes en turismo y tecnología, ni logramos alianzas políticas con nuestros
mercados naturales.
Maduro se nos va el tren…
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico